"Cuando intervenimos en que nazca un niño, su riesgo de desamparo debe ser cero"
La ginecóloga Mercedes Fraca defiende la postura de la Deontológica del Colegio de Vizcaya que pide crear comisiones multidisciplinares para valorar la idoniedad de las mujeres que se someten a técnicas de fecundación.
Soledad Valle.Madrid | 07/07/2017 10:59
La ginecóloga Mercedes Fraca, miembro de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Vizcaya. (Colegio de Vizcaya.)
Mercedes Fraca, ginecóloga del Hospital de Basurto y miembro de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Vizcaya, es una de las autoras del documento Fecundación asistida: desde la responsabilidad del acto médico que resume la posición de la corporación sobre esta técnicas.
PREGUNTA: En el documento, reconocen que la motivación para la elaboración de este texto fue la de poder evitar que haya niños en situación de desamparo nacidos mediante técnicas de reproducción asistida. ¿Usted cree que hay más menores en este riesgo nacidos por fecundación asistida que por parto natural?
RESPUESTA: No y tampoco hay datos sobre esta cuestión. Pero si nosotros como médicos intervenimos para que nazca un niño, el riesgo de que caiga en desamparo debe de ser cero.
Realmente el origen de la reflexión ha sido la experiencia en los paritorios de los hospitales. Donde se ven casos de niños nacidos por esta técnica que nada más llegar a la vida quedan sin nadie que los atienda porque, por ejemplo, su madre ha quedado muy impedida tras el parto y es mayor.
Realmente el origen de la reflexión ha sido la experiencia en los paritorios de los hospitales. Donde se ven casos de niños nacidos por esta técnica que nada más llegar a la vida quedan sin nadie que los atienda porque, por ejemplo, su madre ha quedado muy impedida tras el parto y es mayor.
P: Su propuesta parte de establecer comisiones multidisciplinares para evaluar la idoniedad de la persona que quiere someterse a estas técnicas de reproducción asistida. ¿Dónde estarían estas comisiones?¿Y en qué mejorarían la intervención médica?
R:En los centros donde se realizan estas técnicas de reproducción asistida. Nos parece que sería adecuado que existieran esa comisión que evaluara factores sociales y de salud mental de la mujer, por ejemplo, y no dejar la autorización de estas intervenciones de reproducción asistida al puro deseo de tener un hijo.
P:Entiende que podría parecer que para ser padre/madre por fecundación asistida se está exigiendo demostrar unas condiciones mayores que para serlo de manera natural.
R:No se trata de establecer una idoniedad de capacidad parental. Si una persona tiene un hijo por medios naturales, nadie puede entrar en eso. Pero si vamos a intervenir como médicos en la concepción, gestación y futuro nacimiento de un niño, entonces, hay una responsabilidad ética que pasa por valorar el futuro bienestar de la futura persona. Es que la fecundación asistida es un acto médico en el que están implicados la madre y también el recién nacido y no podemos dejar de pensar en el bienestar de esa futura persona.
P:¿Cree que este posicionamiento del Colegio de Vizcaya cuenta con el apoyo mayoritario de la profesión?
R:Mi impresión es que a la mayoría de los ginecólogos les parece bien que el peso de la decisión de si hay que someter a una mujer a estas técnicas recaiga en más profesionales y analice más factores. Se deben valorar bien las situaciones que pueden interferir en el desarrollo de la descendencia del menor.
P:En el documento afirmáis que la legislación actual que controla el acceso a estas técnicas establece limitaciones insuficientes. ¿Puede hablar de esto?
R:La ley es muy general y ambigua. Estas técnicas han aumentado mucho en nuestro país en número y efectividad. Al final regular un acto médico en el que entra en juego el respeto a la autonomía del paciente y el principio de no maleficencia necesita mayor grado de concreción. Además, entre estos dos principios éticos en juego debe prevalecer el de no maleficencia.
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