SE RECOMIENDA DIETA ESTRICTA
Buscar tolerancia en alergias alimentarias
La experiencia recabada con la estrategia de inducción a la tolerancia indica buenos resultados con los alérgicos a alimentos.
María R. Lagoa. Santiago | 18/10/2011 00:00
Los pediatras Venancio Martínez y Cristóbal Coronel. (Andrés Panaro)
La Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) ha dedicado especial atención a la alergia alimentaria en niños, uno de los problemas más prevalentes en los países occidentales. "En los últimos años se ha producido un aumento extraordinario, ya que hace dos décadas los niños con esta alergia suponían el 2-3 por ciento y hoy alcanzan el 7 por ciento", ha señalado Cristóbal Coronel, vocal de la sociedad científica y pediatra en Sevilla.
Venancio Martínez, vicepresidente de la Sepeap y pediatra en Gijón, ha subrayado los beneficios de un diagnóstico y abordaje terapéuticos precoces para mejorar la calidad de vida de los niños alérgicos y de los adultos correctamente controlados desde la infancia. Según los datos que ha expuesto en el congreso, el 70 por ciento de las alergias alimentarias se manifiestan en los primeros años de vida y sólo un 10 por ciento después de los ocho años.
- El 35 % de los niños alérgicos han ingerido alguna vez el alimento excluido de forma accidental
En este sentido, Venancio Martínez ha destacado "el papel clave" que el pediatra debe asumir en el diagnóstico y el seguimiento de estos niños "porque mantiene el contacto con la familia, es quien ve al niño regularmente, tiene una visión global y puede priorizar los tratamientos".
El abordaje recomendado se basa en la eliminación estricta de la dieta del alimento responsable y de otros alimentos con reacción cruzada, educación del paciente y su familia y el tratamiento de los síntomas ante su ingestión accidental. Según Coronel, "para facilitar esta tarea los pediatras proporcionamos a los padres información oral y un documento resumen con recomendaciones y consejos orientativos que impidan el olvido de algún detalle importante".
- Las tres cuartas partes de los pacientes que reciben tratamiento responden bien
Elena Lebrero Alonso, de la Sección de Alergia del Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón, de Madrid, ha señalado que el tratamiento de dieta de exclusión es aparentemente fácil, económico y cómodo de llevar a cabo, pero muy difícil de conseguir en la vida real. De hecho, dos estudios realizados en nuestro país desvelan que el 35 por ciento de los niños previamente diagnosticados como alérgicos han ingerido en algún momento y por accidente el alimento excluido. Para conseguir una correcta evitación dietética, resulta necesario, según la especialista, conocer los ingredientes de los alimentos de elaboración industrial y sus denominaciones, las reacciones cruzadas entre alimentos y cuidar las contaminaciones entre alimentos por mezcla o contactos.
Lebrero ha presentado los resultados de la estrategia de inducción a la tolerancia, una técnica que se está abriendo camino en los últimos años y que hoy se está utilizando en algunos hospitales españoles. El tratamiento consiste en la administración oral del alérgeno alimentario causante de los síntomas, comenzando por cantidades mínimas y progresivamente crecientes hasta alcanzar la ración normal para la edad. El objetivo es establecer una tolerancia inmunológica, reeducando el complejo mecanismo celular y serológico para corregir una reacción inadecuada a través de un proceso de aumento progresivo de la cantidad umbral tolerada.
Las conclusiones de la ponente son que la estrategia en pacientes con alergia persistente, incluso en anafilácticos o polisensibilizados, "es actualmente factible", aunque los procedimientos empleados hacen necesaria su realización en unidades con personal entrenado y medios suficientes que permitan controlar las reacciones adversas que surjan durante el proceso.
Leche de vaca
La experiencia más amplia es con la alergia a la leche de vaca. Se ha demostrado la eficacia de este tratamiento con porcentajes que oscilan entre el 71 y el 91 por ciento respecto a alcanzar tolerancia total. Estas cifras se amplían si se considera tolerancia parcial a cantidades que permitan una dieta no restrictiva respecto a alimentos que contienen leche sin presentar clínica. Incluso en el caso de pacientes con alta sensibilización, los resultados son muy alentadores, ha apuntado Elena Lebrero, porque las cifras oscilan entre el 36 y el 50 por ciento del total de pacientes sin restricción ninguna y del 54 al 70 por ciento más alcanzando cantidades limitadas que permiten una dieta amplia sin reacciones adversas.
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