domingo, 13 de noviembre de 2011

CDC en Español - Especiales CDC - Sobredosis Medicinas


Sobredosis con medicinas recetadas para el dolor en los EE. UU.

Las sobredosis con medicinas recetadas para el dolor, una familia de fármacos que incluye hidrocodona, metadona, oxicodona y oximorfona, constituyen una epidemia de salud pública. Estos medicamentos son objeto de amplio abuso y de un uso incorrecto. En el 2010, una de cada 20 personas en los Estados Unidos de 12 años de edad o más utilizó medicinas recetadas para el dolor sin fines médicos (sin que se los hubieran recetado o solo por la sensación de euforia que causan). Un reciente análisis de los CDC aborda esta creciente epidemia y sugiere medidas de prevención.

Una epidemia de salud pública

Frascos de medicamentos recetados
El problema de las sobredosis con medicinas recetadas para el dolor ha alcanzado niveles epidémicos.
Datos relevantes:
  • En el 2008, alrededor de 15,000 personas fallecieron por sobredosis atribuidas a medicinas recetadas para el dolor en los EE. UU. Esto es más del triple de las 4,000 personas que murieron por la misma causa en 1999.
  • En el 2010, alrededor de 12 millones de estadounidenses (de 12 años de edad en adelante) reportaron que habían utilizado medicinas recetadas para el dolor el pasado año.
  • Cerca de medio millón de visitas a las salas de emergencias hospitalarias en el 2009 se debieron a casos de abuso o uso incorrecto de medicinas recetadas para el dolor.
  • El uso de medicinas recetadas para el dolor representa para las empresas de seguro médico un costo anual de $72,500 millones en gastos de atención médica directa.

Grupos con mayor riesgo

Ciertos grupos de personas son más propensos a abusar de las medicinas recetadas para el dolor o a sufrir sobredosis:
  • Mueren más hombres que mujeres por sobredosis con medicinas recetadas para el dolor.
  • Los adultos de edad mediana representan el grupo con la tasa más alta de sobredosis con medicinas recetadas para el dolor.
  • Los habitantes de condados rurales tienen el doble de probabilidad de incurrir en una sobredosis con medicinas recetadas para el dolor que los de las grandes ciudades.
  • Los estadounidenses de raza blanca, indoamericana o nativos de Alaska son más propensos a una sobredosis con medicinas recetadas para el dolor.
  • Cerca de 1 de cada 10 estadounidenses indoamericanos o nativos de Alaska de 12 años o más utilizaron medicinas recetadas para el dolor sin fines médicos en el pasado año, en comparación con 1 de cada 20 de raza blanca y 1 de cada 30 de raza negra.

Medidas de seguridad 

El gobierno federal está:

  • Dando seguimiento a las tendencias en la sobredosis con medicinas recetadas para el dolor para comprender mejor la epidemia.
  • Trabajando con organizaciones interesadas para educar a los proveedores de atención médica y al público sobre los peligros del abuso de las medicinas recetadas para el dolor y de las sobredosis. 
  • Evaluar y promover programas y políticas que hayan demostrado que ayudan a prevenir sobredosis con medicinas recetadas para el dolor y que a la vez garanticen que los pacientes tengan acceso a tratamientos para el dolor eficaces y seguros.
Existen medidas que todos podemos tomar para ayudar a prevenir las sobredosis con medicinas recetadas para el dolor, manteniendo a la vez el acceso de los pacientes a tratamientos eficaces y seguros.

Los estados pueden:
•Tomar las medicinas recetadas para el dolor solo de la manera en que se lo indique su médico.
•Asegurarse de que nadie más utiliza sus medicinas recetadas para el dolor. No vender ni compartir con nadie estas medicinas para ayudar a evitar el uso incorrecto o el abuso.
•Guardar las medicinas recetadas para el dolor en un lugar seguro y desecharlas en forma adecuada.*
•Si es necesario, pedir ayuda para tratar problemas de abuso de estupefacientes (1-800-662-HELP).
Las compañías de seguro médico pueden: 
•Establecer programas para revisar la prescripción de medicinas para el dolor y abordar los casos en que haya una prescripción o uso inadecuado de las mismas. 
•Aumentar la cobertura de otros tratamientos para reducir el dolor, como la fisioterapia,  y de tratamientos de rehabilitación contra el abuso de estupefacientes.

Los proveedores de atención médica pueden:
•Seguir las directrices para prescribir de manera responsable las medicinas recetadas para el dolor, como:
◦Detectar y monitorizar problemas de salud mental y abuso de estupefacientes.
◦Prescribir medicinas para el dolor solo cuando otros tratamientos no hayan resultado eficaces.
◦Prescribir solo la cantidad necesaria de medicinas para el dolor en función de la duración prevista del dolor.
◦Establecer acuerdos entre médico y paciente en combinación con análisis de orina en personas que utilicen medicinas recetadas para el dolor de manera prolongada.
◦Hablar con los pacientes sobre el uso, almacenaje y desecho seguro de las medicinas recetadas para el dolor.*
•Usar los programas de monitorización de medicamentos recetados para identificar a los pacientes que estén usando medicinas recetadas para el dolor de manera incorrecta.
* La información sobre el almacenamiento y desecho adecuado de los medicamentos se puede encontrar en www.cdc.gov/HomeandRecreationalSafety/Poisoning/preventiontips.htm.


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