Describen un nuevo mecanismo molecular alterado en el desarrollo del cáncer de mama
Barcelona (17/11/2011) - Redacción
Un estudio internacional liderado por investigadores del IDIBELL y del ICO describe un mecanismo molecular fundamental en el desarrollo del epitelio celular de la mama y que está alterado en cierto tipo de pacientes
Cerca del diez por ciento de los cánceres de mama se deben a mutaciones en los genes denominados BRCA1 y BRCA2. Aún así, todavía no se conoce totalmente el mecanismo molecular que explica cómo la alteración de estos genes incrementa considerablemente el riesgo de sufrir cáncer.
Un equipo internacional coordinado por el investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Instituto Catalán de Oncología (ICO), Miquel Ángel Pujana, ha dado un paso importante para desvelarlo.
Los investigadores han encontrado una clave en la interacción entre el gen BRCA1 y otro denominado RHAMM (o HMMR), que supone una vía molecular desconocida hasta ahora. Los resultados del estudio se han publicado en la revista 'PLoS Biology'.
Los investigadores han demostrado que estos dos genes (BRCA1 y RHAMM) velan para que las células del tejido mamario se desarrollen y diferencien con normalidad. Si uno de estos genes o los dos a la vez presentan mutaciones se altera la arquitectura y el desarrollo normal del tejido y, de esta forma, aumenta el riesgo que aparezca un tumor.
"Los portadores de mutaciones de BRCA1 tienen un alto riesgo de sufrir cáncer de mama", ha explicado el investigador Miquel Ángel Pujana, "pero este riesgo se ve modificado, por ejemplo con respecto a su edad de aparición, por variantes genéticas en el gen RHAMM".
Aumenta ligeramente el riesgo
Una variante genética común al gen RHAMM aumenta ligeramente (aproximadamente 1.1 veces) el riesgo de sufrir cáncer de mama en mujeres portadoras de mutaciones a BRCA1. "Por lo tanto, por si sola, esta variante no justifica un análisis genético", explica Miquel Àngel Pujana.
Pero si unimos esta alteración a otras mutaciones que también modifican ligeramente el riesgo, y actualmente se conocen una veintena, "sí que puede variar de manera considerable el riesgo a sufrir cáncer de mama en estas portadoras. Dependiendo de la combinación de las variantes genéticas modificadoras de riesgo que se hereden se podrían ver aumentadas o disminuidas las probabilidades de desarrollar un cáncer".
La investigación de estas variantes modificadoras del riesgo se orienta al desarrollo de modelos genéticos más precisos que puedan predecir el riesgo de las portadoras de BRCA1 y BRCA2 de sufrir cáncer, y de esta forma tomar las medidas de prevención adecuadas. Asimismo las variantes se asocian a diferentes tipos de tumores, lo que tiene implicaciones importantes en el pronóstico de las pacientes.
Un equipo internacional coordinado por el investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Instituto Catalán de Oncología (ICO), Miquel Ángel Pujana, ha dado un paso importante para desvelarlo.
Los investigadores han encontrado una clave en la interacción entre el gen BRCA1 y otro denominado RHAMM (o HMMR), que supone una vía molecular desconocida hasta ahora. Los resultados del estudio se han publicado en la revista 'PLoS Biology'.
Los investigadores han demostrado que estos dos genes (BRCA1 y RHAMM) velan para que las células del tejido mamario se desarrollen y diferencien con normalidad. Si uno de estos genes o los dos a la vez presentan mutaciones se altera la arquitectura y el desarrollo normal del tejido y, de esta forma, aumenta el riesgo que aparezca un tumor.
"Los portadores de mutaciones de BRCA1 tienen un alto riesgo de sufrir cáncer de mama", ha explicado el investigador Miquel Ángel Pujana, "pero este riesgo se ve modificado, por ejemplo con respecto a su edad de aparición, por variantes genéticas en el gen RHAMM".
Aumenta ligeramente el riesgo
Una variante genética común al gen RHAMM aumenta ligeramente (aproximadamente 1.1 veces) el riesgo de sufrir cáncer de mama en mujeres portadoras de mutaciones a BRCA1. "Por lo tanto, por si sola, esta variante no justifica un análisis genético", explica Miquel Àngel Pujana.
Pero si unimos esta alteración a otras mutaciones que también modifican ligeramente el riesgo, y actualmente se conocen una veintena, "sí que puede variar de manera considerable el riesgo a sufrir cáncer de mama en estas portadoras. Dependiendo de la combinación de las variantes genéticas modificadoras de riesgo que se hereden se podrían ver aumentadas o disminuidas las probabilidades de desarrollar un cáncer".
La investigación de estas variantes modificadoras del riesgo se orienta al desarrollo de modelos genéticos más precisos que puedan predecir el riesgo de las portadoras de BRCA1 y BRCA2 de sufrir cáncer, y de esta forma tomar las medidas de prevención adecuadas. Asimismo las variantes se asocian a diferentes tipos de tumores, lo que tiene implicaciones importantes en el pronóstico de las pacientes.
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