El 45 por ciento de los ancianos polimedicados recibe tratamientos innecesarios
Maspalomas (03/11/2011) - Héctor Fajardo
Los expertos en Medicina Interna abogan por la formación del paciente crónico para potenciar el autocuidado y pasar de un sistema paternal a uno deliberativo
La Dra. Esmeralda Cuaresma, farmacóloga clínica de Área de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud, explicó en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), celebrado en ExpoMeloneras, que al menos el 45 por ciento de los ancianos polimedicados recibe un tratamiento innecesario. Esta fue una de las conclusiones del Programa de Atención al Anciano Polimedicado de Cantabria. Con este estudio pretendía poner de relieve los riesgos de los sobretratamientos, ya que "también aumentan los efectos adversos".
Cuaresma informó a los presentes de que el proyecto "busca prevenir los riesgos asociados a la medicación, como las caídas, ingresos hospitalarios, errores en las medicación y los incumplimientos terapéuticos". Para ello, el equipo de la doctora se propuso eliminar las prescripciones potencialmente inadecuadas. De esta forma, se plantearon discutir el papel de cada medicamento en un determinado tratamiento, sopesar los riegos y beneficios de dicha medicación y ver si es precisamente el medicamento el responsable de los cambios negativos en los ancianos.
Este estudio, según Cuaresma, "permitió que la media de medicamentos por persona descendiera significativamente. En el trimestre de septiembre, octubre y noviembre de 2009, la media de medicamentos por persona era del 6,37. Sin embargo, en el mismo periodo de 2010, la media descendió al 5,70". Con respecto a los pacientes que tomaban más de 30 medicamentos, en 2009 eran 2 pero en 2010 descendieron a 0".
Por todo ello, la doctora abogó por establecer un protocolo de actuación ante los casos de ancianos tratados con múltiples medicamentos. En primer lugar, "hay que apostar por un liderazgo médico, ya que en ocasiones los profesionales de Atención Primaria en ocasiones se encontraban a los pacientes con prescripciones previas". Añadió que "es precisa una coordinación entre farmacéuticos y enfermeros, al igual que fomentar la educación entre los propios pacientes".
La Universidad del Paciente
Precisamente sobre la educación al paciente giró la ponencia del doctor Sergi Blancafort, que es el impulsor de la denominada Universidad del Paciente, un proyecto de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). El principal objetivo de esta entidad es "crear pacientes expertos". De esta forma se busca cambiar el papel de este actor en la Sanidad. "Los pacientes deben pasar de tener un papel pasivo a uno activo, al igual que el propio sistema, que debe evolucionar del paternalismo al deliberativo", según indicó Blancafort.
La prevalencia de las enfermedades crónicas, unido a los recortes sanitarios, "nos llevan a potenciar los autocuidados. Los pacientes necesitan información y ésta debe ser facilitada por los médicos". Esta necesidad ha llevado a la Universidad del Paciente a potenciar varias áreas de actuación. Tal y como explicó Sergi Blancafort, "trabajamos en el área de la alfabetización sanitaria, dado que el paciente debe entender el lenguaje de la consulta. Además, potenciamos el área de investigación, donde hemos formado grupos de discusión para lograr acceder a la percepción que tiene el paciente y así poder formar no solo a ellos, sino también a los familiares y cuidadores".
Para potenciar el autocuidado y evitar las saturaciones de las consultas con citas innecesarias, el doctor Javier Galindo Ocaña, del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla, aportó su estudio sobre el uso de la tecnología en el ámbito sanitario. "De este modo es necesario implantar definitivamente la telemedicina y la telesalud. Evidentemente las TICs no pueden sustituir al médico, ni lo preteden, pero si tienen una serie de ventajas", aseguró Galindo Ocaña.
Entre las ventajas de la e-salud mencionó que "los servicios de mensajería podrían evitar citas presenciales innecesarias, aunque es cierto que se corre el riesgo de saturar el sistema con este tipo de consultas". Por otro lado, Ocaña explicó que es necesario implantar "el kaiser permanente". Un sistema que "conecta de forma horizontal la información clínica con los médicos y pacientes, y de forma vertical con los gestores".
Este mismo análisis se hizo en Hawai en 2005 y el proyecto impulsado al respecto "logró reducir en un 26 por ciento las consultas médicas en 2 años". No se trata de que cualquier persona tenga acceso a la historia clínica, ya que "eso contradice las normas sobre protección de datos y la confidencialidad, pero sí se trata de crear una historia clínica electrónica, al igual que ocurre con la e-receta".
Cuaresma informó a los presentes de que el proyecto "busca prevenir los riesgos asociados a la medicación, como las caídas, ingresos hospitalarios, errores en las medicación y los incumplimientos terapéuticos". Para ello, el equipo de la doctora se propuso eliminar las prescripciones potencialmente inadecuadas. De esta forma, se plantearon discutir el papel de cada medicamento en un determinado tratamiento, sopesar los riegos y beneficios de dicha medicación y ver si es precisamente el medicamento el responsable de los cambios negativos en los ancianos.
Este estudio, según Cuaresma, "permitió que la media de medicamentos por persona descendiera significativamente. En el trimestre de septiembre, octubre y noviembre de 2009, la media de medicamentos por persona era del 6,37. Sin embargo, en el mismo periodo de 2010, la media descendió al 5,70". Con respecto a los pacientes que tomaban más de 30 medicamentos, en 2009 eran 2 pero en 2010 descendieron a 0".
Por todo ello, la doctora abogó por establecer un protocolo de actuación ante los casos de ancianos tratados con múltiples medicamentos. En primer lugar, "hay que apostar por un liderazgo médico, ya que en ocasiones los profesionales de Atención Primaria en ocasiones se encontraban a los pacientes con prescripciones previas". Añadió que "es precisa una coordinación entre farmacéuticos y enfermeros, al igual que fomentar la educación entre los propios pacientes".
La Universidad del Paciente
Precisamente sobre la educación al paciente giró la ponencia del doctor Sergi Blancafort, que es el impulsor de la denominada Universidad del Paciente, un proyecto de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). El principal objetivo de esta entidad es "crear pacientes expertos". De esta forma se busca cambiar el papel de este actor en la Sanidad. "Los pacientes deben pasar de tener un papel pasivo a uno activo, al igual que el propio sistema, que debe evolucionar del paternalismo al deliberativo", según indicó Blancafort.
La prevalencia de las enfermedades crónicas, unido a los recortes sanitarios, "nos llevan a potenciar los autocuidados. Los pacientes necesitan información y ésta debe ser facilitada por los médicos". Esta necesidad ha llevado a la Universidad del Paciente a potenciar varias áreas de actuación. Tal y como explicó Sergi Blancafort, "trabajamos en el área de la alfabetización sanitaria, dado que el paciente debe entender el lenguaje de la consulta. Además, potenciamos el área de investigación, donde hemos formado grupos de discusión para lograr acceder a la percepción que tiene el paciente y así poder formar no solo a ellos, sino también a los familiares y cuidadores".
Para potenciar el autocuidado y evitar las saturaciones de las consultas con citas innecesarias, el doctor Javier Galindo Ocaña, del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla, aportó su estudio sobre el uso de la tecnología en el ámbito sanitario. "De este modo es necesario implantar definitivamente la telemedicina y la telesalud. Evidentemente las TICs no pueden sustituir al médico, ni lo preteden, pero si tienen una serie de ventajas", aseguró Galindo Ocaña.
Entre las ventajas de la e-salud mencionó que "los servicios de mensajería podrían evitar citas presenciales innecesarias, aunque es cierto que se corre el riesgo de saturar el sistema con este tipo de consultas". Por otro lado, Ocaña explicó que es necesario implantar "el kaiser permanente". Un sistema que "conecta de forma horizontal la información clínica con los médicos y pacientes, y de forma vertical con los gestores".
Este mismo análisis se hizo en Hawai en 2005 y el proyecto impulsado al respecto "logró reducir en un 26 por ciento las consultas médicas en 2 años". No se trata de que cualquier persona tenga acceso a la historia clínica, ya que "eso contradice las normas sobre protección de datos y la confidencialidad, pero sí se trata de crear una historia clínica electrónica, al igual que ocurre con la e-receta".
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