mide eficacia farmacológica de medicamentos
El pez cebra sigue nadando contra el cáncer
La compañía biotecnológica Biobide, integrada en el grupo Genetrix, ha desarrollado un método que, utilizando modelo de pez cebra, mide la eficacia farmacológica de nuevos medicamentos en fase de investigación para el tratamiento del cáncer. Los datos de especificidad y sensibiidad del ensayo, un 83 y un 100 por cien respectivamnete, son una nueva muestra de la utilidad de este modelo animal en el estudio del cáncer.
José A. Plaza | 08/11/2011 00:00
Uno de los investigadores de Biobide trabajando con los embriones de pez cebra. ()
Este ensayo anti-angiogénesis, que está automatizado en la plataforma de high throughput screening de Biobide y que ya se ofrece al mercado, ha sido validado con éxito utilizando más de 230 compuestos. El estudio es el resultado de la participación de Biobide en el VII Programa Marco de la UE. Carles Callol Massot, director científico de Biobide, ha concretado a Diario Médico en qué consiste el ensayo, que permite la detección de compuestos con actividad anti-angiogénica a partir de su capacidad de inhibir el desarrollo de los vasos intersegmentales en embriones de pez cebra.
- Los valores de especificidad y sensibilidad en el ensayo son muy positivos: un 83 y un 100 por ciento, respectivamente
Según ha explicado, la existencia de líneas transgénicas que expresan proteínas fluorescentes bajo el control de promotores específicos de células endoteliales (Fli1, Flk1, etc.), junto con la transparencia de los embriones de pez cebra, permite la visualización directa de los vasos sanguíneos con el simple uso de estereoscopios convencionales.El ensayo "se ha validado con excelentes valores de especificidad y sensibilidad (83 y 100 por cien, respectivamente), confirmando que la mayoría de las proteínas reguladoras de la angiogénesis en mamíferos están conservadas y tienen una función similar en el pez cebra".
Callol defiende el sistema empleado por Biobide y, especialmente, el uso del pez cebra. En la actualidad existen diferentes ensayos de angiogénesis que se están utilizando para realizar cribados de compuestos: "Algunos de los más populares, dada su simplicidad y capacidad de throughput, incluyen modelos de migración, proliferación y apoptosis de células endoteliales; sin embargo, estos ensayos carecen de la complejidad biológica de los sistemas in vivo".
Lo barato frente a lo caro
Algunos de éstos, como el ensayo de la membrana corioalantoica de pollo, el de la neovascularización de la córnea y el del tapón de Matrigel, "preservan la complejidad, pero son caros y con poca capacidad de automatización".
Por el contrario, el pez cebra es un sistema para realizar cribados de compuestos "que combina la complejidad biológica de los modelos in vivo con un coste reducido y una gran capacidad de high-throughput para el estudio de un gran número de fármacos".
El director científico de Biobide se ha referido al análisis de la angiogénesis y a su evolución histórica. Para que un tumor sólido crezca más allá de 1-2 milímetros cúbicos se requiere la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de vasos preexistentes para el aporte de oxígeno y nutrientes: "De esta forma la aparición de vasos nuevos favorece la transición de hiperplasia a neoplasia, y la diseminación de las células cancerígenas por todo el cuerpo con la correspondiente formación de metástasis".
Desde el inicio de los años 70 ha habido una intensa investigación en el desarrollo de terapias anticancerígenas basadas en la inhibición de la angiogénesis: "Se estima que en los últimos 35 años más de doscientas compañías han trabajado y/o siguen trabajando en el área de la angiogénesis como posible terapia contra el cáncer". Muchos de estos compuestos están actualmente en ensayos clínicos en distintas fases.
A pesar de la existencia de cierta controversia acerca de los efectos positivos de la inhibición de la angiogénesis en determinados tumores, la aparición de tres compuestos que interfieren con rutas proangiogénicas, aprobados por la FDA para el tratamiento tumoral (bevacizumab, sorafenib y sunitinib), reafirma a quien considera la terapia antiangiogénica como uno de los métodos más válidos para el tratamiento de determinados tipos de cáncer.
Coincidencia genética
Biobide fue invitada a intervenir en el European Cancer Cluster Partnering (ECCP), una de las citas
europas más relevantes en el ámbito de la oncología. Callol Massot ha presentado allí la actividad y avances de Biobide y las posibilidades que el uso de embriones de pez cebra ofrece en la validación de nuevas dianas terapéuticas contra el cáncer para el desarrollo de nuevos fármacos.
Estos animales destacan por una coincidencia genética superior al 85 por ciento con los seres humanos, lo que, sumado a que sus embriones son transparentes y se desarrollan en sólo 24-48 horas, hacen de este modelo uno de los preferidos en los estudios oncológicos.
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