jueves, 24 de noviembre de 2011

Estructura espacial del prión, decisiva para su transmisión - DiarioMedico.com

Kuru, Creutzfeldt-Jacob, síndrome de GSS e IFF, las patologías humanas

Estructura espacial del prión, decisiva para su transmisión

La estructura espacial del prión puede ser decisiva en el paso de una cepa patogénica a patogénica-infectiva y "es necesaria una larga incubación hasta los síntomas", ha informado Gonzalo Piédrola de Angulo, académico de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada.
Laura Pérez Torres. Almería   |  24/11/2011 00:00

Las enfermedades por priones (EEP) en humanos son cuatro: enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), kuru, síndrome de Gerstmann-Sträussler-Scheinker (GSS) e insomnio familiar fatal (IFF). La trasmisión humana de los priones se puede dar de forma hereditaria en un 15 por ciento en la ECJ y en todos los casos en GSS y IFF. "De forma infecciosa digestiva se da en el kuru, por inoculación iatrogénica en ECJ y de forma esporádica, tanto por mutaciones como todavía por fuentes desconocidas de infección", ha expuesto Gonzalo Piédrola de Angulo.
  • El polimorfismo del codón 129 de la proteína del prión es homocigótico si se tiene el IFF y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
Los principales codones afectados por mutaciones en la EEP son el 129 y el 178, según se ha recordado en el XI Congreso de la Sociedad Española de Médicos de Residencias (Semer), en Almería. María del Carmen Maroto Vela, también académica de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada, ha concretado que "en la ECJ están afectados los codones 129, 178, 200 y 210; en el GSS el 102, 105, 117, 145, 198, 200, 2010, 217 y 232; y en el IFF están afectados el 129 y el 178".

En este sentido, el polimorfismo del codón 129 de la proteína del prión es heterocigoto (metionina/valina) en un 51 por ciento y no produce enfermedad. En cambio, los homocigóticos tanto de metionina (en un 38 por ciento de los casos) como de valina (en un 11 por ciento) sí tienen enfermedad. "Si el codón 178 muta de aspártico (Asp) a asparagina (Asn) los pacientes homocigóticos (met/met) del codón 129 tendrán insomnio familiar fatal y los homocigóticos (val/val), demencia de Creutzfeldt-Jakob", ha afirmado el especialista granadino.
  • La diferencia entre la proteína prión patológica y la sana radicaría en la presencia de alfa hélices y beta-plegamientos
La proteína que tienen los enfermos de encefalopatías espongiformes por priones o EEP (PrPsc) es la misma que la que presentan las personas sanas (PrPc); su gen codificante es igual, "pero existe una diferencia fundamental en la estructura tridimensional, ya que la PrPc tiene alfa hélices en un 42 por ciento y beta-plegamientos en un 3 por ciento, y la PrPsc tiene un 30 por ciento de alfa hélices y un 43 por ciento de beta-plegamientos", ha explicado el académico en una conferencia sobre Actualidad e investigaciones en demencias por priones.

Destrucción total
"Las proteasas destruyen en el organismo totalmente la proteína normal en las neuronas del cerebro, mientras que en la proteína patológica se produce una hidrólisis parcial y queda una parte de esa proteína que es la que va a dar lugar a las varillas", ha comentado.

En cuanto a las diferencias entre las proteínas isoformas, la PrPc, que se localiza en un cerebro sano, está en la membrana, su síntesis es rápida, al igual que su degradación y no existe aparición de varillas.

En cambio, la PrPsc no se encuentra en los cerebros sanos, se localiza en lisosomas y en el medio extracelular, su síntesis es lenta, su degradación no es muy estable y aparecen varillas.

El prión patológico es una proteína anormal (PrPsc) sin ácidos nucleicos, un producto del anormal plegamiento de la proteína celular normal (PrPc), muy resistente al calor y a las proteasas, y no se secreta al exterior de las células, por lo que se acumula en forma de varillas en su interior.

"La entrada del PrPsc en las células sanas puede producir cambios conformacionales en la PrPc", ha especificado el especialista, y ha añadido que "los oligómeros más largos y compactos espacialmente son necesarios para ser infectivos y la raíz RML es necesario para la propagación".

LA NUEVA VARIANTE DE ECJ Y LA CLÁSICA

La ECJ comienza con una pérdida de memoria, alteraciones del ánimo, cefaleas, vértigos y mareos. Durante su progresión se produce un deterioro cortical, disfunción motora y visual, pérdida de discernimiento y otras alteraciones cognitivas y neuronales, que se generalizan. Dura entre 6 y 8 meses y raramente supera los dos años. La edad media es de 65 años, entre 45 y 75, su incidencia es de 0,5 y 1 casos anuales por millón de habitantes, afectación extrapiramidal, cerebelosa, piramidal y visual. En la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (nvCJD, en sus siglas inglesas), "la edad baja hasta menores de 40 años (16-39) y hay graves trastornos psiquiátricos como la ansiedad o la depresión", ha indicado María del Carmen Maroto Vela, quien ha añadido que "también hay alteraciones de la conducta, disestesias, ataxia precoz y progresiva, que predomina sobre la demencia, graves descargas mioclónicas, placas de varillas en el cien por cien de los casos, y exitus en 7-22 meses". Además, en la clínica existen problemas de diagnóstico diferencial en la ECJ porque no hay alteración específica del líquido cefalorraquídeo, ni lesiones radiológicas específicas. "En la nvCJD existe un incremento de señales T2 en tálamo y núcleo estriado". Por su parte, las encefalopatías espongiformes por priones tienen un largo periodo de incubación (años), con cuadros clínicos progresivos y rápidamente mortales.
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