¿Qué cantidad de sal es la mejor para el corazón?
Un nuevo estudio muestra un equilibrio delicado: demasiada o demasiada poca aumenta el riesgo de muerte y hospitalización
(*estas noticias no estarán disponibles después del 02/21/2012)
Traducido del inglés: miércoles, 23 de noviembre, 2011
Reducir la cantidad de sal sigue siendo muy importante para las personas que consumen más de 6,000 o 7,000 miligramos (mg) de sodio al día, señaló el Dr. Martin O'Donnell, autor líder de un estudio que aparece en la edición del 23 al 30 de noviembre de la revista Journal of the American Medical Association.
Pero las personas que ya consumen cantidades moderadas o promedio de sal quizás no tengan que reducir más su ingesta, añadió O'Donnell, profesor clínico asociado de la Universidad de McMaster en Hamilton, Ontario, Canadá.
"Cada vez vemos más que podría haber una cantidad moderada óptima de sal que la gente deba consumir", apuntó el Dr. John Bisognano, profesor de medicina y director de cardiología ambulatoria del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Nueva York. "Esto es reconfortante para las personas que comen una dieta moderada en sal".
Bisognano no participó en el estudio, que fue financiado por la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim.
Tras años en que todo el mundo parecía estar felizmente de acuerdo en que las personas debían reducir la ingesta de sal, hace poco los expertos comienzan a debatir si una ingesta más baja de sal es en realidad buena para todos o no.
Un estudio reciente halló que aunque reducir la sal sí disminuye la presión arterial, también podrían aumentar los niveles de colesterol, triglicéridos y otros factores de riesgo de la enfermedad cardiaca.
Otro estudio halló que una menor excreción de sodio (la excreción de sodio es una forma de medir cuánta sal se consume) se asociaba con un mayor riesgo de muertes relacionadas con el corazón, mientras que una excreción de sodio más alta no se relacionaba con aumentos en los riesgos de presión arterial o complicaciones por enfermedad cardiaca en personas sanas.
Sin embargo, en este último estudio, los resultados fueron algo distintos.
Estos autores observaron cuánto sodio y potasio se excretaban en la orina de un grupo de unos 30,000 hombres y mujeres con enfermedad cardiaca o en alto riesgo de enfermedad cardiaca. Se siguió a los participantes durante un promedio de más de cuatro años.
En este estudio, los niveles de excreción de sodio que eran más altos o más bajos que el rango moderado se asociaban con un mayor riesgo.
Por ejemplo las personas que excretaban unos niveles más altos de sodio que los valores de rango medio tenían un mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiaca, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular y hospitalización por insuficiencia cardiaca, halló el informe.
Por otro lado, las personas que excretaban niveles más bajos que el rango medio estaban en mayor riesgo de morir por enfermedad cardiaca o de ser hospitalizadas por insuficiencia cardiaca.
Cuando los investigadores evaluaron los niveles de potasio, hallaron que un mayor nivel de excreción del nutriente se asociaba con un menor riesgo de accidente cerebrovascular.
"Hay que enfatizar la importancia de la ingesta de potasio, un hallazgo que podría obviarse en la discusión sobre el sodio", dijo O'Donnell, que también es director de medicina traslacional de la Universidad Nacional de Irlanda, en Galway. "Las dietas ricas en frutas y verduras también son ricas en potasio".
No está claro si estos hallazgos, que provienen de una población que ya estaba en alto riesgo de problemas cardiacos, podrían también aplicarse a poblaciones en menor riesgo.
"Realmente observaron a los enfermos más enfermos. ¿Cómo se aplica esto a todos nosotros?", planteó el Dr. Daniel Anderson, profesor asistente de medicina del Centro Médico de la Universidad de Nebraska.
"Creo que la dificultad es que probablemente no se aplique. Me preocupa que malinterpretemos esto como que significa que demasiado poco sodio es algo malo".
Bisognano se mostró de acuerdo. "No deseamos dar a la gente el mensaje de que de ahora en adelante deben añadir sal a la pizza", dijo Bisognano.
Pero consumir la cantidad adecuada de sodio solo es un aspecto de la salud cardiaca, apuntó Karen Congro, directora del Programa de Bienestar para la Vida del Centro Hospitalario de Brooklyn en la ciudad de Nueva York.
"No es lo único que importa. Hay que hacer otras intervenciones de estilo de vida", aseguró.
Las nuevas directrices dietéticas de EE. UU. recomiendan ahora que las personas a partir de los dos años limiten la ingesta diaria de sodio a menos de 2,300 mg.
Las personas a partir de los 51 años, los negros y todo el que tenga hipertensión, diabetes o enfermedad renal crónica deben considerar reducir a 1,500 mg al día, señalan muchos expertos.
Se calcula que el estadounidense promedio consume 3,400 mg de sodio al día.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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