Relacionan el consumo de alcohol en la adolescencia con el riesgo de cáncer de mama
Madrid (15 /11/ 2011) - E.P.
Los datos concuerdan con estudios previos que muestran que el consumo de alcohol en mujeres adultas aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad
Un nuevo estudio publicado en Cancer, la revista de la Sociedad Americana del Cáncer, revela ahora que el consumo de alcohol entre las adolescentes puede aumentar su riesgo de padecer cáncer de mama.
La doctora Catherine Berkey, bioestadística en el Hospital Brigham and Women y en la Escuela Médica de Harvard, en Boston, ha dirigido una investigación sobre los factores de riesgo de patología benigna de mama en niñas con antecedentes familiares de cáncer de mama. Las enfermedades benignas de mama representan un conocido factor de riesgo para el cáncer de mama. Los autores observaron que, entre las adolescentes con antecedentes familiares de cáncer de mama (o enfermedad benigna), hubo una asociación significativa entre la cantidad de alcohol consumido y el riesgo más elevado de contraer este tipo de enfermedad mamaria.
Los investigadores analizaron la información del Estudio Growing Up Today Study, que incluye a mujeres que tenían entre nueve y 15 años de edad en 1996 y que completaron cuestionarios anuales desde 1996 hasta 2001, y luego de nuevo en 2003, 2005 y 2007. Las participantes proporcionaron información sobre su consumo de alcohol, la edad de la primera menstruación, la talla y el índice de masa corporal.
En las dos últimas encuestas, las participantes (que tenían entre 18 y 27 años en el momento) informaron sobre si habían sido diagnosticadas o no de alguna enfermedad benigna de mama. Un total de 67 informó haber recibido este diagnóstico (confirmado por biopsia de mama), mientras que 6.741 informaron que nunca habían sido diagnosticadas con la enfermedad. También, las madres de las participantes informaron de sus propios casos de patología benigna de mama y cáncer de mama, así como de los casos de estas enfermedades entre sus hermanas, madres, tías maternas y abuelas.
Las mujeres jóvenes cuyas madres o tías fueron diagnosticadas con cáncer de mama tenían más del doble de probabilidades de ser diagnosticadas con patología benigna de mama, en comparación con las mujeres jóvenes sin antecedentes familiares. Las mujeres jóvenes cuyas madres fueron diagnosticadas con una enfermedad benigna de mama también tenían el doble de probabilidades de sufrirla. Más importante aún, entre las adolescentes con una madre, tía o abuela con cáncer de mama, la probabilidad de desarrollar un adenocarcinoma mamario benigno era proporcional al consumo de alcohol. Estos hallazgos son consistentes con estudios previos (en mujeres de edad avanzada) que muestran que el consumo de alcohol en las mujeres adultas aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama.
"Nuestro estudio sugiere que las adolescentes con mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, a la luz de sus antecedentes familiares, deben ser conscientes de que evitando el alcohol pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades mamarias benignas, que pueden ir acompañadas de un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama", afirma la doctora Berkey.
La doctora Catherine Berkey, bioestadística en el Hospital Brigham and Women y en la Escuela Médica de Harvard, en Boston, ha dirigido una investigación sobre los factores de riesgo de patología benigna de mama en niñas con antecedentes familiares de cáncer de mama. Las enfermedades benignas de mama representan un conocido factor de riesgo para el cáncer de mama. Los autores observaron que, entre las adolescentes con antecedentes familiares de cáncer de mama (o enfermedad benigna), hubo una asociación significativa entre la cantidad de alcohol consumido y el riesgo más elevado de contraer este tipo de enfermedad mamaria.
Los investigadores analizaron la información del Estudio Growing Up Today Study, que incluye a mujeres que tenían entre nueve y 15 años de edad en 1996 y que completaron cuestionarios anuales desde 1996 hasta 2001, y luego de nuevo en 2003, 2005 y 2007. Las participantes proporcionaron información sobre su consumo de alcohol, la edad de la primera menstruación, la talla y el índice de masa corporal.
En las dos últimas encuestas, las participantes (que tenían entre 18 y 27 años en el momento) informaron sobre si habían sido diagnosticadas o no de alguna enfermedad benigna de mama. Un total de 67 informó haber recibido este diagnóstico (confirmado por biopsia de mama), mientras que 6.741 informaron que nunca habían sido diagnosticadas con la enfermedad. También, las madres de las participantes informaron de sus propios casos de patología benigna de mama y cáncer de mama, así como de los casos de estas enfermedades entre sus hermanas, madres, tías maternas y abuelas.
Las mujeres jóvenes cuyas madres o tías fueron diagnosticadas con cáncer de mama tenían más del doble de probabilidades de ser diagnosticadas con patología benigna de mama, en comparación con las mujeres jóvenes sin antecedentes familiares. Las mujeres jóvenes cuyas madres fueron diagnosticadas con una enfermedad benigna de mama también tenían el doble de probabilidades de sufrirla. Más importante aún, entre las adolescentes con una madre, tía o abuela con cáncer de mama, la probabilidad de desarrollar un adenocarcinoma mamario benigno era proporcional al consumo de alcohol. Estos hallazgos son consistentes con estudios previos (en mujeres de edad avanzada) que muestran que el consumo de alcohol en las mujeres adultas aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama.
"Nuestro estudio sugiere que las adolescentes con mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, a la luz de sus antecedentes familiares, deben ser conscientes de que evitando el alcohol pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades mamarias benignas, que pueden ir acompañadas de un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama", afirma la doctora Berkey.
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