Los tejidos cardiacos podrán regenerarse más rápidamente
¿Cómo se repara un corazón roto?
Los tejidos cardiacos dañados no se caracterizan precisamente por su capacidad de regeneración, sin embargo, un grupo de científicos ha descubierto que ahora sería posible que el órgano reparara sus propias células musculares. Gracias a un modelo de pez-cebra, los investigadores han identificado una familia de moléculas que podrían estimular las células madre para que éstas desarrollaran las células musculares cardiacas, según un estudio publicado en Chemistry & Biology.
Redacción | 28/12/2011 00:00
Los tejidos cardiacos dañados no se caracterizan precisamente por su capacidad de regeneración, sin embargo, un grupo de científicos ha descubierto que ahora sería posible que el órgano reparara sus propias células musculares. Gracias a un modelo de pez-cebra, los investigadores han identificado una familia de moléculas que podrían estimular las células madre para que éstas desarrollaran las células musculares cardiacas, según un estudio publicado en Chemistry & Biology.
"A pesar de los avances de la medicina moderna, el manejo del infarto de miocardio y el fallo cardiaco sigue siendo un verdadero desafío", explica Tao P. Zhong, autor del estudio, de la Universidad Fudan en Shanghai (China). "Existe un gran interés en desarrollar agentes que puedan influir en las células madre para diferenciarlas de las cardiacas y con ellas intensificar la capacidad regenerativa inherente del corazón. El desarrollo de este tipo de terapias tendría un impacto médico enorme".
En busca de las nuevas moléculas involucradas en el desarrollo cardiaco, Zhong y su equipo crearon una pequeña, pero robusta molécula usando un sistema basado en el pez-cebra. Este modelo es excelente para estudiar el crecimiento cardiaco y su desarrollo gracias a los enfoques genéticos que permiten la visualización de los corazones latiendo en un color fluorescente con los embriones en transparente.
Después de escanear cerca de 4.000 componentes, los investigadores descubrieron tres estructuras relacionadas con las moléculas que podrían, selectivamente, agrandar el tamaño del corazón embriónico. Los componentes, cardionogen-1, -2 y -3, podrían promover o inhibir la formación cardiaca , dependiendo del momento de su administración.
El tratamiento de cardionogen aumentó el corazón del pez-cebra estimulando la producción de nuevas células cardiacas a partir de células madre. Los efectos del cardionogen se relacionaron con la señalización Wnt, conocida por su papel en el desarrollo embrionario del corazón. La interación de ambas se restringiría a determinados tipos de células.
Los resultados identificaron a los miembros de la familia cardionogen como importantes moduladores del desarrollo muscular cardiaco. "Evaluando el potencial del cardionogen en adultos humanos y el desarrollo embrionario celular es el siguiente paso lógico", concluye Zhong.
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