SIN NECESIDAD DE CIRCULACIÓN EXTRACORPÓREA
Emplean la vía transaórtica para implantar prótesis valvular
El empleo de la aorta ascendente como vía de acceso para implantar con éxito una prótesis valvular cardiaca a un paciente con estenosis muy grave de la válvula aórtica va a ser muy útil para aquellos pacientes no candidatos a la cirugía cardiaca convencional.
Enrique Mezquita. Valencia | 29/12/2011 00:00
Patricio Llamas y Juan Meseguer (Cirugía Cardiaca); Pascual Bordes (Hemodinámica); Vicente Climent (Cardiología); Juan Arenas (Rayos); Vicente Manar (Cardiología); la enfermera Rubio y Miguel Cantó (Anestesiología) . (Enrique Mezquita)
La estenosis valvular aórtica es una patología degenerativa que aumenta con la edad y, debido al envejecimiento de la población, cada vez es mayor el número de pacientes que acuden al especialista con esta patología buscando una solución que mejore su calidad de vida y disminuya el riesgo de fallecimiento a corto-medio plazo. El manejo de fármacos no es suficiente y, hasta hace poco tiempo, la única opción de abordaje quirúrgico eficaz era una intervención abierta con el empleo de circulación extracorpórea y parada cardiaca para sustituir la válvula dañada por una prótesis cardiaca artificial.
- Cuando no es posible la vía transfemoral, con la transaórtica se evita instrumentar la punta del corazón y los posibles problemas derivados de ello
Llamas ha explicado a DM que "la operación se inicia con una incisión de unos ocho centímetros en la porción superior del tórax, realizando una miniesternotomía en J y accediendo a la aorta ascendente del paciente. Posteriormente, mediante punción de la misma, se introduce el catéter con la prótesis cardiaca plegada sobre un balón, que es guiado con técnicas de imagen radiológica por el interior de la aorta. Finalmente, se deposita la prótesis en medio de la válvula nativa, donde se despliega tras inflar el balón".
Llamas ha destacado que "es una vía muy familiar para los cirujanos cardiacos porque la empleamos a diario. Es muy importante elegir una zona de aorta libre de calcio y arterioesclerosis para la punción aórtica; hacia la curvatura mayor aórtica para tener una dirección lo más recta posible hasta el plano valvular; y que esté a más de cinco centímetros de ese plano para poder manipular la prótesis e inflar el balón dentro de la aorta sin problema". Según el cirujano, "es una técnica perfectamente reproducible y fiable que cada vez vamos a utilizar más los cirujanos cardiacos". En su opinión, "cuando no es posible la vía transfemoral, con la transaórtica evitamos instrumentar la punta del corazón y los posibles problemas derivados de ello. La veo muy indicada para pacientes con deterioro de la función ventricular, con enfermedad pulmonar crónica o en aquéllos con toracotomía izquierda previa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario