miércoles, 21 de diciembre de 2011

La fractura de cadera produce entre un 50 y un 80% de dependencia - DiarioMedico.com

SE RECOMIENDA UNA PREVENCIÓN SECUNDARIA

La fractura de cadera produce entre un 50 y un 80% de dependencia

La osteoporosis se está convirtiendo en un problema de salud pública por su aumento. En personas mayores de 70 años se producen unas 65.000 fracturas de cadera al año. Diario Médico ha hablado con Rafael Otero para calibrar la magnitud de esta patología, una de las más comunes en geriatría y que además se asocia a una alta morbimortalidad.
Laura Díaz Ródenas   |  21/12/2011 00:00

En traumatología vemos con interés las aportaciones muy precoces de una posible acción sobre el proceso de reparación de la fractura
Más del 20 por ciento de las camas de traumatología de los grandes hospitales nacionales están ocupadas por pacientes que han sufrido una fractura osteoporótica. Sólo en personas mayores de 70 años se contabilizan entre 63.000 y 65.000 fracturas de cadera al año en España. Las estimaciones son de la Sociedad Española de Fracturas Osteoporóticas, de la que Rafael Otero es secretario; también ejerce como jefe de sección de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.


¿De qué hablamos al referirnos a la calidad ósea?
-El hueso es un tejido vivo y está sujeto a un equilibrio permanente ente la construcción y la destrucción en un fenómeno que se denomina remodelación. Esta remodelación se encuentra desequilibrada en la osteoporosis a favor de la destrucción y esto conduce a varias situaciones: la pérdida de masa ósea, de cantidad de hueso y, por supuesto a la disminución de calidad ósea. Este es un concepto que se basa en tres condiciones de la estructura grosera del esqueleto: el grosor y la porosidad de las corticales, la estructura fina que considera el grado de interconexión de las trabéculas óseas y su grosor en el hueso esponjoso, además de las condiciones del sustrato del tejido, los componentes de la matriz ósea y su grado de mineralización.
  • Alrededor del 35 por ciento de las mujeres mayores de 50 años padecen osteoporosis, lo que implica un aumento de la fragilidad esquelética

¿Cuáles son las implicaciones sociosanitarias de la osteoporosis?
-Se estima que alrededor del 35 por ciento de las mujeres mayores de 50 años padecen la enfermedad, lo que implica un aumento de la fragilidad esquelética, responsable de grandes gastos sanitarios y determinante de distintos grados de dependencia y pérdida de autonomía que dan idea de la influencia que las políticas dirigidas a la prevención y tratamiento del problema pueden tener para la calidad de vida y en la correcta administración y eficiencia de los recursos sanitarios.


¿Cómo afecta el envejecimiento de la población a la incidencia de esta patología?
-La menopausia influye de forma determinante en el desequilibrio del remodelado óseo y en el desarrollo de esta alteración, pero también la edad lo hace. El aumento de la esperanza de vida, el incremento del sedentarismo y las condiciones de poca actividad al aire libre influyen en la incidencia de la osteoporosis y de las fracturas por fragilidad. Mención importante también habría que hacer al aumento de caídas en edades avanzadas por una influencia multifactorial que también hay que prevenir de forma planificada.


¿Hasta qué punto es relevante la prevención secundaria de fracturas osteoporóticas en mujeres?
-La fractura por fragilidad en la mujer menopáusica conlleva una morbimortalidad destacable; de ahí la necesidad de efectuar programas de prevención secundaria tras el diagnóstico de la primera fractura. Debemos remarcar que en posmenopáusicas la fractura de radio distal aumenta el riesgo de padecer fractura de cadera y la vertebral multiplica por dos el riesgo de presentar fractura de cadera. Dichas fracturas de por sí producen entre un 50 y un 80 por ciento de algún grado de dependencia al año de la rotura y una tasa de mortalidad al año de entre un 20 y un 30 por ciento. Estos datos justifican la necesidad de desarrollar políticas de prevención secundaria. Existen evidencias del mayor rango de los SERM (selective estrogen receptor modulator), bisfosfonatos, parathormonas y el ranelato de estroncio para las fracturas vertebrales; en la prevención de fracturas no vertebrales sólo obtenemos esa evidencia con algunos bisfosfonatos (alendronato y risedronato), teriparatida y ranelato de estroncio. Pero datos concluyentes por haber realizado ensayos en prevención concreta de la fractura de cadera sólo los obtienen alendronato, risedronato y ranelato de estroncio. Sin duda, a estos tratamientos hay que asociar medidas no farmacológicas que incluyen la adopción de estilos de vida saludable. Un nuevo fármaco, el denosumab, demuestra su acción reductora del riesgo de fractura vertebral, no vertebral y de cadera.
  • En la urgencia de traumatología es donde se diagnostican las fracturas, lo que debe activar la puesta en marcha de la prevención

¿Cabría reforzar el abordaje multidisciplinar de la osteoporosis?
-Cualquier estrategia sensata de abordar la osteoporosis en el siglo XXI debe incidir en su enfoque multidisciplinar. En la urgencia de traumatología es donde se diagnostican las fracturas y, por lo tanto, también las fracturas por fragilidad, lo que debe activar la puesta en marcha de la prevención secundaria. El número de ingresos diarios en nuestros servicios procedentes de la urgencia, la ocupación de nuestras camas y de nuestros quirófanos por pacientes con fracturas de cadera nos da una idea de los recursos que se destinan a esta patología y subrayan el imperativo de insistir en la puesta en marcha de profilaxis secundaria de la fractura por fragilidad.


¿Qué líneas de trabajo maneja ahora la Sociedad Española de Fracturas Osteoporóticas (Sefraos) de la que usted es secretario?
-La Sefraos es una sociedad joven que parte de la necesidad de enfocar la fractura osteoporótica desde una perspectiva multidisciplinar. Busca la participación de todos los profesionales que están en contacto con el paciente que sufre una fractura por fragilidad: anestesiología, cirugía ortopédica y traumatología, medicina interna, geriatría, reumatología, rehabilitación y, por supuesto, atención primaria.


¿Cuáles son los principales agentes antirresortivos en posmenopáusicas? ¿Qué ha venido a aportar el ranelato de estroncio a la batería disponible?
-Como hemos dicho, entre los principales agentes farmacológicos podemos distinguir fármacos que tienen una acción sobre la resorción ósea, entre ellos los bisfosfonatos y el denosumab, los anabolizantes o formadores de hueso, la PTH y, dentro de un perfil de acción combinada original, tenemos el ranelato de estroncio, que a su acción antirresortiva asocia también una actividad osteoformadora. De todas formas, con el arsenal del que se dispone hoy el facultativo debe realizar un enfoque singularizado y específico a cada paciente, teniendo en cuenta sus comorbilidades y la presencia de factores de riesgo que le inclinen a la prescripción de un determinado fármaco ajustado a ese perfil concreto. En este sentido, el ranelato de estroncio tiene como característica fundamental esa original acción bimodal, que además está apoyada por un potente y ambicioso desarrollo de investigación clínica que sigue aportando novedades y evidencias en la literatura. Por otra parte, en traumatología vemos con interés las aportaciones todavía muy en desarrollo inicial de una posible acción sobre el proceso de reparación de la fractura.
La fractura de cadera produce entre un 50 y un 80% de dependencia - DiarioMedico.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario