La hiponatremia asociada al ejercicio es más común en deportes de resistencia y en mujeres

Personal militar, mujeres, maratonianos y atletas con ganancia de peso excesiva durante el ejercicio debido a una ingesta excesiva de líquidos, son la población en riesgo de padecer encefalopatía hiponatrémica asociada al ejercicio, según ha afirmado Pilar Riobó, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Fundación Jiménez Díaz, de Madrid.

I.G.P. | 02/12/2011 00:00

La hiponatremia se produce debido a una sobrehidratación neuronal secundaria a la hipoosmolaridad en el espacio extracelular. En asociación con ejercicio se relaciona con la eliminación del sodio a través del sudor. Sin embargo, el factor más importante a tener en cuenta es la duración de la actividad, ya que se produce principalmente en deportes de resistencia. "Desde 1985 se ha informado de 8 muertes por esta causa y se han visto afectados en torno al 4-6 por ciento de los atletas, especialmente en climas húmedos".

"Aunque la principal causa es una ingesta de líquidos por encima de la capacidad de excreción de los riñones, especialmente si se ingieren fluidos hipotónicos, parece que también se produce una incapacidad para suprimir la vasopresina durante el ejercicio debido a un estimulo osmótico en la supresión de esta hormona antidiurética".

Además de síntomas inespecíficos, como vómitos, confusión, coma, dolor de cabeza, convulsiones..., produce edema pulmonar y cerebral y bajas concentraciones de sodio en sangre, lo que dificulta el diagnóstico, y el retraso en el tratamiento tiene mal pronóstico -en algunos casos los síntomas neurológicos se han notado horas después de terminar la carrera-. Para evitarla, Riobó recomienda la restricción de la ingesta de líquidos en función de la sensación de sed del atleta.

Susan Shirreffs, de la Universidad de Loughborough, en el Reino Unido, ha explicado que las guías del American College of Sports Medicine recomiendan la ingesta lenta y moderada de líquido (entre 5 y 7 ml por cada kilo de peso del atleta) en las 4 horas previas al ejercicio, y si hay una mayor producción de orina o es oscura y concentrada deberían beberse entre 3 y 5 ml por cada kilo en las 2 horas previas. "De esta forma se optimiza la hidratación antes del ejercicio con el objetivo de mantener el nivel deseado de hidratación durante la actividad deportiva". Además recomienda la inclusión de bebidas con sodio antes y después del ejercicio para favorecer la retención de agua.

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