investigación llevada a cabo en modelo murino
La restricción calórica activa la CREB1 y previene el envejecimiento de las funciones cerebrales en murinos
Comer en exceso puede acelerar el envejecimiento cerebral mientras que comer poco activa la molécula CREB1 (CAMP responsive element binding protein 1) que mantiene el cerebro joven, según los datos de un estudio que se publica hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Redacción | 20/12/2011 00:00
El grupo de Giovambattista Pani, del Instituto General de Patología de la Universidad Católica de Roma, ha descubierto qeu CREB1 se activa con la restricción calórica en los cerebros de los ratones. "Nuestra esperanza es encontar una forma de activar CREB1 para mantener al cerebro joven sin necesidad de llevar una dieta hipocalórica".
Menor ingesta
En los animales estudiados, la restricción calórica consistió en más de un 70 por ciento de la comida que consumían normalmente, pauta que se sabía que alargaba la vida en otros modelos animales. De forma general, la restricción calórica en modelo murino hace que los ratones no se conviertan en obesos, no desarrollen diabetes y efectúen correctamente ciertos ejercicios. Además, no desarrollan neurodegeneraciones si se les compara con los animales obesos. Estudios previos habían sugerido que la obesidad es dañina para el cerebro, puesto que provoca envejecimiento prematuro. Ahora, el grupo italiano ha descubierto que la proteína CREB1 que se activa con la restricción calórica tiene un efecto beneficioso en la dieta, puesto que impulsa las sirtuinas.
Así, se ha descubierto que la proteína regula importantes funciones, como la memoria, el aprendizaje y el control de la ansiedad y su actividad se encuentra reducida a medida que envejece el organismo.
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