EL ABORDAJE ENDOVASCULAR SE ESTÁ IMPONIENDO
Prótesis fenestradas y Doppler ganan terreno en aneurismas
El progreso en el tratamiento endovascular de los aneurismas de aorta abdominal y torácica mantiene su dinamismo en varios frentes. La extensión de la utilización de prótesis fenestradas y el seguimiento con ecografía Doppler postratamiento son sólo dos ejemplos.
Marcelo Curto | 05/12/2011 00:00
La celebración en Madrid del II Simposium Internacional de Cirugía Endovascular, con la transmisión de diez casos clínicos en directo desde diferentes hospitales de la red pública, ha dado una muestra del auge de las técnicas endovasculares entre los médicos de esta especialidad.
Uno de los participantes ha sido Jordi Maeso, vicepresidente del Capítulo de Cirugía Endovascular de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (Seacv), la entidad organizadora del simposio, y jefe clínico del Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital Universitario Valle de Hebrón, de Barcelona. El especialista ha puesto de manifiesto que "la menor agresividad de la intervención del anerurisma de aorta y los buenos resultados han situado a las modernas técnicas como rutinarias en pacientes seleccionados".
De este modo, "los buenos resultados obtenidos con las prótesis de última generación han conducido al incremento de las indicaciones del tratamiento endovascular en relación a la cirugía abierta".En este sentido, Eduardo Ortiz Monzón, jefe de Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital Dr. Peset, de Valencia, ha indicado que la principal diferencia respecto a la cirugía abierta "es la reducción del tiempo quirúrgico, de la pérdida de sangre, del ingreso hospitalario y de la estancia en la UCI, sobre todo en pacientes con patología asociada grave". Asimismo, ha recordado que "la mortalidad está entre el 3 y el 8 por ciento, muy inferior a la abierta, que puede llegar al 25 por ciento".
- Las disecciones de tipo B se tratan con endoprótesis y con un 'stent' descubierto en la salida de las arterias viscerales
Solución sencilla
En ese sentido, Ortiz ha señalado que "las disecciones de tipo B" -cuando las capas de la aorta se separan a partir de la arteria subclavia y pueden llegar a ocluir la circulación de algunos órganos o incluso de las extremidades- "tienen un tratamiento sencillo con la cirugía endovascular, mediante endoprótesis que sellan la zona de rotura y con un stent descubierto en la salida de las arterias viscerales".
A diferencia de la cirugía abierta de los aneurismas de aorta abdominal, con la endovascular "es capital la planificación de la intervención. Se deben medir con una tomografía computarizada (TC) las diferentes partes del aneurisma, sobre todo el cuello proximal y distal. Se dispone para ello de un programa informático que permite realizar las mediciones de forma más cómoda y exacta. Una vez medido el aneurisma, se escoge el tipo y medida de la prótesis adecuada a la morfología del caso", ha recordado Maeso. Los principales medios diagnósticos que se emplean "son los rayos X, la angio-TC, la angiorresonancia magnética y la arteriografía, y más específicamente la eco-cardiografía", ha explicado Ortiz.
El tratamiento endovascular de los pacientes traumatizados con afectación de la aorta es otro de los campos en los que estas nuevas técnicas demuestran todas sus bondades. Como ha señalado Eduardo Ortiz, "ofrecen resultados muy espectaculares". Y ha recalcado que "la diferencia entre tratar a un traumatizado y abrirle el tórax para reparar la aorta o bien solventar el problema con una anestesia local y una pequeña incisión inguinal es francamente incomparable".
SEGUIMIENTO DE LA TERAPIA
La cirugía endovascular ha conseguido reducir las cifras de morbimortalidad de los aneurismas de aorta de forma espectacular. El tratamiento endovascular consiste en la exclusión del saco aneurismático de la circulación mediante la colocación de una prótesis endovascular. "Ésta se fija en un sector sano de la aorta a través de un acceso femoral, mediante escopia", según Jordi Maeso.
"El procedimiento se realiza en un quirófano con un equipamiento radiológico". El especialista ha recordado que es necesario realizar "un seguimiento muy estricto de los pacientes tratados de aneurisma aórtico con técnicas endovasculares".
El control se ha hecho tradicionalmente con TC para ver el tamaño y posibles fugas, y radiografía para observar los defectos del metal de la prótesis. La revisión se ha establecido "en el postoperatorio inmediato, a los seis meses, al año de la intervención y cada año".
Sin embargo, según ha añadido Maeso, el problema de las TC "es la irradiación y la nefrotoxicidad del contraste empleado. Por ello, se está instaurando el control mediante ecografía Doppler, que nos permite ver el tamaño del aneurisma y las fugas. Con su uso se puede disminuir el número de TC realizados en el seguimiento de los pacientes operados".
No hay comentarios:
Publicar un comentario