REDUCE LA AGREGACIÓN DE HUNTINGTINA EN RATONES
Sirt-1 podría tener un efecto neuroprotector en Huntington
Dos trabajos que se publican hoy en Nature Medicine, coordinados por Dimitri Krainc, del Instituto de Enfermedad Neurodegenerativa en el Hospital General de Massachusetts (Boston), apuntan al control de la proteína Sirt-1 como posible vía terapéutica del mal de Huntington.
Redacción | 19/12/2011 00:00
El aumento de los niveles en el cerebro de la expresión de Sirt-1, un miembro de la familia de enzimas llamadas sirtuinas, tiene un efecto neuroprotector en el modelo murino de enfermedad de Huntington. Así lo ha observado un equipo encabezado por Dimitri Krainc, profesor de Neurología en la Universidad de Harvard, en Boston, que publica hoy los resultados en Nature Medicine. Además, Krainc coordina otro trabajo en la misma revista, en colaboración con un grupo de la Facultad de Medicina de la Johns Hopkins, donde se corroboran esos efectos neuroprotectores ejercidos por Sirt-1 sobre la proteína huntingtina en otros dos modelos murinos adicionales.
Así, la que se ha considerado molécula de la longevidad podría resultar ahora útil en el tratamiento de enfermedades degenerativas como el Huntington.
En los experimentos con ratones, los científicos demostraron en primer lugar que el bloqueo de la expresión de Sirt-1 en el cerebro aceleraba la aparición del modelo animal de la enfermedad de Huntington, al favorecer la agregación de huntingtina mutada y elevar el daño celular en áreas clave neurológicas.
- Los trabajos, realizados sobre modelos experimentales, sugieren que la sirtuina podría servir para el desarrollo de nuevos tratamientos
Por el contrario, las cepas animales en las que la sirtuina estaba sobrexpresada vivían más, con menos neurodegeneración y niveles de agregación de huntingtina, en comparación con los ratones cuya expresión de Sirt-1 permanecía inalterada. Los análisis celulares demostraron que la sobrexpresión de Sirt-1 protege directamente a las neuronas del efecto tóxico de la huntingtina mutada.
Además, estos científicos han visto que el efecto neuroprotector de Sirt-1 requiere de la presencia del coactivador transcripcional regulado por CREB-1 (TORC1), un modulador específico de la actividad cerebral de CREB. "El empleo de Sirt-1 como diana farmacológica podría constituir una oportunidad para desarrollar nuevos tratamientos frente a la enfermedad de Huntington y, más aún, para las patologías neurodegenerativas asociadas a la edad", concluye Krainc.
(Nature Medicine DOI: 10.1038/nm.2559; 10.1038 /nm.2558).
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