Una joven valenciana impulsa una asociación de mujeres afectadas por prótesis mamarias PIP para pedir responsabilidades

Valencia | 17/12/2011 - 10:39h

La mujer sufrió la rotura de un implante y tuvo que ser operada tres veces más y dice que amputaron su feminidad y lo ha pasado muy mal

VALENCIA, 17 (EUROPA PRESS)

Eva Jiménez, una joven valenciana que ha pasado por tres operaciones después de que se le rompiera un implante mamario Poly Implant (PIP) --que no se utilizan desde marzo de 2010, cuando las autoridades francesas notificaron a la UE que estaban fabricados con una silicona diferente a la declarada--, está impulsando una asociación de mujeres afectadas por este tipo de prótesis para hacerse oír y pedir responsabilidades "por esta vergüenza sanitaria".

"Queremos conseguir que se nos escuche y que no nos dejen de lado, ya que se están tapando bocas y no es justo, puesto que nosotras somos las víctimas", ha indicado a Europa Press esta joven, quien ha comentado que quieren pedir "responsabilidades" a la empresa de los implantes, pero también "a Sanidad, al Estado, a los cirujanos y a todos los responsables que hicieron que esta cadena de vigilancia fallara".

La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ordenó el 31 de marzo de 2010 el cese de implantación de prótesis mamarias de la empresa francesa Poly Implant Prothese, después de que las autoridades galas notificaran a la UE que estos implantes estaban siendo fabricados con un gel de silicona diferente al declarado y evaluado para la obtención del certificado CE.

Al parecer, y según ha indicado Jiménez, estos implantes están fabricados con una silicona industrial y tienen un mayor riesgo de rotura. Al romperse, los restos de silicona circulan por el cuerpo humano y pueden provocar problemas de salud. De hecho, las autoridades francesas están investigando varios casos de cáncer en mujeres que llevaron este tipo de prótesis por si existiera alguna relación.

Eva es una de las mujeres a las que se le rompió uno de estos implantes. "Indignada" y después de pasar tres veces por el quirófano, impulsa ahora desde Valencia una asociación que reúne a mujeres con el mismo problema y así poder iniciar acciones legales. Cree que en España puede haber unas 30.000 mujeres con este tipo de prótesis, "aunque muchas no saben" que las llevan.

"Queremos que se nos escuche, que se responsabilicen de esta vergüenza sanitaria que hemos sufrido", ha indicado Eva, quien ha comentado que van a pedir responsabilidades a la empresa francesa, "aunque cerró", e intentar que "los seguros o quien sea" se hagan cargo de la situación y de las operaciones que han tenido que volver a sufrir. Y es que, según dice, hay muchas mujeres con implantes PIP que no se pueden volver a operar por el coste económico que supone. "Si las derivan a la Seguridad Social las explantan, las amputan", comentó Eva.

"GARANTIZADOS DE POR VIDA"

Eva Jiménez se operó para ponerse unos implantes PIP en diciembre de 2007. En la clínica en la que se intervino, dice, no utilizaban otros, ya que estaban "garantizados de por vida". Sin embargo, esta mujer empezó a tener "problemas" a los 15 días de la operación. "El pecho se empezó a encapsular y me dieron medicación para el rechazo y antibióticos", comentó la mujer, quien explicó que el cirujano le abrió un punto y "empezó a 'ordeñar' para sacar todo el líquido que había".

Eva continuó con dolores, y con episodios de fiebre y vómitos. "Me encontraba bastante mal, pero lo achacaba a virus, nunca pensé que fuera por las prótesis", ha comentado.

En agosto de 2010 volvió al cirujano porque tenía "mucho dolor" en el pecho. "Me revisó y me dijo que estaba encapsulado y que tenía que operarme, pero que podía pasar el verano", recuerda Eva, quien denuncia que en esa fecha "ya había salido la alerta PIP" pero ella no lo sabía. "Él ya sabía que había una alerta y no me dijo que me hiciera una mamografía", ha señalado.

En noviembre, se levantó con el pecho muy hinchado y dolorido y dolor en el brazo, y la tuvieron que operar "de urgencia". Tenía el implante roto y le tuvieron que poner otro. "Cuando el cirujano me operó dijo que llevaba unos ocho meses roto, que es el tiempo que yo me encontraba mal", indicó la mujer, quien señaló que tuvo que correr con los gastos de esta intervención.

"AMPUTARON MI FEMINIDAD"

Un mes después, Eva tuvo que volver a pasar por el quirófano "de urgencias", ya que había una infección. "Me explantaron el pecho (retirar las prótesis), para mí fue amputar mi feminidad, no me dieron opción y ahí me hundí", recuerda Eva, quien finalmente se sometió a otra operación para reconstruir sus pechos.

Jiménez ha reconocido que ha pasado un calvario y que aún está en tratamiento psicológico y con medicación para dormir. Incluso perdió su trabajo "por tantas operaciones". Dice estar "indignada" por la "poca delicadeza" que han tenido con el tema y que las han dejado "abandonadas".

Cree que no se actuó con celeridad y que se "sabía" que las prótesis "se rompían mucho antes". En este sentido, comenta que el doctor Serra, que fue el que le reconstruyó el pecho, "mandó un comunicado a la UE el 1 de marzo de 2010 diciendo que estas prótesis se rompían" y que Francia "no dio la voz de alerta" hasta el 29 de mazo, mientras que España se hizo eco el día 30.

"Durante ese mes se implantaron muchas prótesis que se podrían haber evitado", ha concluido.

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