lunes, 8 de marzo de 2010
Los sujetos con estenosis aórtica tienen más TGF-8 en miocardio y plasma - DiarioMedico.com
Juan Francisco Nistal
Juan Francisco Nistal, cirujano cardiovascular del Hospital Marqués de Valdecilla, en Santander. (Roberto Ruiz)
Diariomedico.com
ESPAÑA
PODRÍA CONSIDERARSE UN NUEVO MARCADOR PARA CONOCER EL ESTADO DEL CORAZÓN
Los sujetos con estenosis aórtica tienen más TGF-8 en miocardio y plasma
Existe una relación entre el gradiente transvalvular aórtico y los niveles plasmáticos de citocina TGF-beta, que se asocian a los cambios en el ventrículo izquierdo, según un estudio coordinado por Juan Francisco Nistal, cirujano cardiovascular del Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, que se publica en el último número de PLoS One.
Santiago Rego. Santander - Lunes, 8 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
llave conceptual:
1. El valor posible de TGF-beta plasmático como marcador refleja el estado preoperatorio de remodelación del miocardio en pacientes con estenosis aórtica
El grupo de investigación dirigido por Juan Francisco Nistal, cirujano cardiovascular del Hospital Marqués de Valdecilla, ha demostrado, en ratones sometidos a una constricción del arco aórtico y en pacientes con estenosis aórtica, la existencia de una relación entre el gradiente transvalvular aórtico y los niveles plasmáticos de la citocina TGF-beta, ligados a cambios en el ventrículo izquierdo según el trabajo que se publica en PLoS One.
La colaboración de los clínicos en el hospital y de los investigadores básicos en el laboratorio de la Facultad de Medicina de Cantabria, dentro de los programas del Instituto de Formación e Investigación Marqués de Vadecilla (Ifimav) y del Instituto de Salud Carlos III, ha sido decisiva para conocer que, tanto en los ratones como en los pacientes, los niveles plasmáticos de TGF-beta se correlacionaron con la expresión miocárdica de genes que codifican la matriz extracelular (colágenos I y III, fibronectina), y sarcomérica (cadena ligera 2 de miosina y cadena pesada beta-miosina), que son dianas del TGF-beta.
El valor posible de TGF-beta plasmático como marcador refleja el estado preoperatorio de remodelación del miocardio en pacientes con estenosis aórtica
Hipertrofia de tejidos
Con esta investigación, en la que han participado Cecilia Montalvo, Ana Villar, María Amor Hurlé, Miguel Llano, Manuel Cobo, Rafael Martín Durán y Francisco González-Vílchez, se ha comprobado, según ha explicado Nistal, que TGF-beta "está involucrado en la hipertrofia de muchos tejidos, incluido el corazón, tanto a nivel fisiológico como patológico. De hecho, en los pacientes con estenosis aórtica se ha visto que los niveles de TGF-beta están aumentados en el miocardio y en el plasma, y poseen un papel muy destacado en el desarrollo de la hipertrofia cardiaca".
Los sujetos del estudio fueron 39 pacientes operados de estenosis valvular aórtica (EA), 27 voluntarios sanos, 12 ratones sometidos a la constricción transversal del arco aórtico y otros 6 más, estudiados en operaciones simuladas.
"Hay un crecimiento hipertrófico de los cardiomiocitos por la sobrecarga de presión. Pero, no obstante, el valor posible de plasma TGF-beta como un marcador que refleja el estado preoperatorio de remodelación del miocardio en pacientes con EA merece una cohorte de pacientes más grande".
Juan Francisco Nistal y su equipo llevan varios años investigando los mecanismos que originan la hipertrofia miocárdica ante una situación de sobrecarga de presión en el corazón, tal y como ocurre en la estenosis aórtica.
Se sabía que estas citocinas actúan sobre las células del miocardio, induciendo cambios en el músculo cardiaco, pero el grupo del Marqués de Valdecilla y la Universidad de Cantabria ha descubierto que están elevadas en la sangre de estos pacientes con hipertrofia miocárdica, al igual que ocurre en las personas con hipertensión. "Todo ello nos ha permitido establecer una relación de causalidad entre los niveles plasmáticos de TGF-beta y los cambios en el ventrículo izquierdo", ha indicado Nistal.
Otros pasos
Llegados a este punto, el siguiente paso era averiguar si los TGF-beta tienen alguna influencia en el remodelado miocárdico que se registra en la estenosis aórtica. El trabajo ha dado sus frutos, y como se publica ahora, los especialistas han demostrado, a pesar de lo costoso y difícil que resulta el acceso a muestras de miocardio humano, que los TGF-beta "no sólo se producen en el miocardio, sino que también se originan en otros lugares, posiblemente en la propia válvula enferma o tal vez en la pared de los vasos sanguíneos, y en todos los casos actúan sobre las células del corazón".
NUEVAS LÍNEAS DE TRABAJO
Avanzar en el conocimiento de estas citocinas es de gran utilidad para determinar con exactitud los mecanismos de la hipertrofia cardiaca. "Si el estudio se amplía a más pacientes, el nivel plasmático de los TGF-beta podría utilizarse como marcador de la enfermedad, lo que nos permitiría conocer el estado del miocardio. Esto puede ser clave en la búsqueda de terapias para tratar la hipertrofia cardiaca y mejorar la función del corazón". El grupo que dirige Juan Francisco Nistal quiere estudiar la evolución del miocardio tras la cirugía que elimina la estenosis aórtica, con el fin de verificar si permanece hipertrofiado o regresa a la normalidad, y qué factores son responsables de ello, extremo fundamental en el pronóstico del paciente. El futuro implica trabajar con cultivos de células miocárdicas y realizar manipulaciones en ratones por medio de microinyecciones en la pared del corazón. "Pretendemos además investigar las consecuencias del ejercicio tras la cirugía".
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