jueves, 22 de septiembre de 2011

La revolución absoluta en Medicina vino de la genética - DiarioMedico.com

LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GENÉTICA ENTREGA SUS PREMIOS NACIONALES

La revolución absoluta en Medicina vino de la genética

Enrique Cerdá, catedrático de Genética de la Universidad de Sevilla, y Manuel Esteller, profesor de Investigación Icrea en el Idibell, en la categoría de Investigación en aplicaciones de la genética han sido los galardonados en la III Edición de los Premios Nacionales de Genética.
Carmen Cáceres. Sevilla.   |  22/09/2011 00:00

Hoy se entregan los III Premios Nacionales de Genética de la Sociedad Española de Genética (SEG) y la Fundación Pryconsa en la categoría de Investigación en Genética Básica a Enrique Cerdá Olmedo, catedrático de Genética de la Universidad de Sevilla, y en la categoría de Investigación en Aplicaciones de la Genética a Manel Esteller Badosa, profesor de Investigación Icrea (Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados) en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell) y profesor asociado en la Universidad de Barcelona.

Ambos investigadores recibirán estos galardones en el XXXVIII Congreso de la SEG, que está teniendo lugar en Murcia.El jurado de esta tercera edición, encabezado por la presidenta de la SEG, Montserrat Aguadé Porres, catedrática de Genética de la Universidad de Barcelona y galardonada en la pasada edición de los premios en la categoría de Investigación en Genética Básica, ha elegido a estos dos investigadores de entre cerca de 30 candidaturas presentadas."¿Quién iba a imaginarse que el estudio de cosas tan distantes en medicina iba a ser lo que cambiara de arriba abajo la biomedicina?", se preguntaba Cerdá.

En su opinión, "la revolución absoluta que ha habido en medicina -creada por la genética- está basada en las investigaciones de personas que estaban averiguando cómo funcionan los seres vivos, y esas averiguaciones han acabado teniendo aplicaciones". Su brillante y dilatada trayectoria científica y académica le ha llevado a ganar este premio. Cerdá fue pionero en España en la utilización de la genética microbiana para descifrar mecanismos biológicos complejos. En este sentido, ha contribuido al conocimiento de la biología de la bacteria Salmonella. "He trabajado en Salmonella durante los años iniciales. Primero, porque en eso me doctoré en Estados Unidos, y segundo, porque es un tema muy interesante".
  • Esteller ha mostrado la importancia de las modificaciones epigenéticas en regular la expresión génica
El interés de esta investigación radicaba, sobre todo, "en los mecanismos de mutación -el cambio genético inducido por ciertas radicaciones y por ciertos productos químicos- y en mejorarlos para obtener más fácilmente mutantes que tienen interés en la investigación o que pueden tener aplicaciones". Es un trabajo cuyas raíces "están aquí, pero que otros investigadores lo han trasplantado a sus respectivas universidades para continuar con las investigaciones".

Las síntesis de carotenos
Cerdá también descubrió un agregado que sintetiza caroteno. El objetivo inicial de este trabajo era saber "cómo funcionan las síntesis de los carotenos que, precisamente, porque tienen color son más fáciles de escrutar; pero, además, nos dimos cuenta de que la investigación sobre la producción de caroteno tiene un efecto inmediato sobre la alimentación y como sustituto de carencias de vitaminas". Según el catedrático, este descubrimiento ha sido la causa de que haya varias industrias en España y en otros países que están haciendo carotenos con hongos.

Asimismo, destaca por su calidad como maestro, demostrada por la formación de una extraordinaria escuela, muchos de cuyos alumnos ostentan puestos destacados en el ámbito de la genética. "Lo que quizá deba entender la gente joven es que resulta conveniente una formación lo más amplia y diversa posible porque uno necesita continuamente una carrera científica actual". Su idea es contraria a la especialización, "al sistema establecido en la universidad española, porque o tienes una formación más amplia y menos especializada o se te extingue el tema, además de no poder colaborar con gente muy diferente".
  • Cerdá fue pionero en España en usar la genética microbiana para descifrar mecanismos biológicos complejos
De uno de sus grandes maestros, Max Delbrück, premio Nobel de Medicina y Fisiología en el año 1969, ha aprendido a pensar. "Este hombre tenía una mentalidad muy especial, sobre todo en cómo concebía el experimento. Era muy duro y ya podías contestar lo que contestaras que te volvía a preguntar y te obligaba a analizar aquéllo, simplemente porque no lo habías pensado suficientemente bien". Para Cerdá, las ciencias biológicas estaban atascadas hasta que las sacaron de ese atasco los físicos con una mentalidad muy matemática. "Ésa fue la revolución que introdujo Delbrück y que ha llevado a la biología molecular actual".

En la categoría de Investigación en Aplicaciones de la Genética, el jurado ha premiado a Esteller "por su excelente labor investigadora, que ha puesto de manifiesto la importancia de las modificaciones epigenéticas en la regulación de la expresión génica tanto en procesos fisiológicos como patológicos. Los resultados de sus investigaciones preclínicas están contribuyendo al desarrollo de nuevos fármacos para su aplicación en el tratamiento del cáncer" (ver DM del 2-IX-2011).

Esteller, nacido en Sant Boi de Llobregat en 1968, es doctor en Medicina por la Universidad de Barcelona y actualmente dirige el Programa de Epigenética y Biología del Cáncer en el Idibell.
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