Dos toxinas del veneno de serpiente son tan potentes como la morfina
09/10/2012 - E.P.
Son capaces de reducir el dolor agudo e inflamatorio minimizando sus mecanismos de actuación y siendo resistentes a naloxona
Investigadores del Instituto de Farmacología Molecular y Celular de Francia han descubierto que dos toxinas halladas en el veneno de la serpiente mamba negra son capaces de aliviar el dolor con efectos analgésicos tan potentes como los de la morfina, según los resultados de la investigación que publica en Nature.
En concreto se trata de toxinas polipéptidas que han sido denominadas 'mambalgins', y según ha explicado a SINC la coautora del estudio e investigadora del Instituto de Farmacología Molecular y Celular en Valbonne (Francia), Anne Baron, "son capaces de reducir el dolor en modelos experimentales, así como de minimizar sus mecanismos de actuación".
Los péptidos, entre ellos los 'mambalgins', son imprescindibles para comprender fisiológica y fisiopatológicamente el funcionamiento de los canales iónicos.
Estos canales son conductos que tienen un papel fundamental en el dolor. Otros subcanales, como los ASIC1a y ASIC3, ya habían sido relacionados con ese proceso, ha explicado Baron.
Los investigadores franceses identificaron dos tipos de péptidos en el veneno de la mamba negra, el 'mambalgins 1' y el 'mambalgins 2', compuestos por 57 aminoácidos, y los inyectaron en modelos experimentales para conocer la relación de estas dos toxinas con los canales iónicos.
Sorprendentemente, las mambalgins supusieron un alivio contra el dolor agudo e inflamatorio comparable al que proporciona la morfina. Sin embargo, a diferencia de esta, tras su utilización se observó que su uso no tenía efectos secundarios, era resistente a la naloxona y no causaba angustia respiratoria, ha explicado esta experta.
Los científicos han demostrado que su función de alivio se basa en la inhibición en neuronas centrales y periféricas, de otros tipos de canales iónicos que hasta el momento no estaban relacionados con el dolor: ASIC1b, ASIC1a y ASIC2a.
Las mambalgins pertenecen a la familia de las toxinas con tres dedos y "son potentes, rápidas e inhibidoras de los canales iónicos ASIC1a y de otros subtipos de canales ASIC que están expresados en el sistema nervioso central", explican los investigadores.
Los analgésicos actuales suelen estar asociados a una mala tolerancia y sus efectos a largo plazo preocupan a los especialistas por un posible abuso en su utilización. Por eso, diseñar nuevos fármacos gracias a toxinas como la mambalgins representa una oportunidad real para desarrollar nuevas estrategias contra el dolor. Lo importante ahora es seguir trabajando en estudios preclínicos para explorar más características de este péptido que permitan, en un futuro, su utilización terapéutica en humanos, ha concluido la investigadora
En concreto se trata de toxinas polipéptidas que han sido denominadas 'mambalgins', y según ha explicado a SINC la coautora del estudio e investigadora del Instituto de Farmacología Molecular y Celular en Valbonne (Francia), Anne Baron, "son capaces de reducir el dolor en modelos experimentales, así como de minimizar sus mecanismos de actuación".
Los péptidos, entre ellos los 'mambalgins', son imprescindibles para comprender fisiológica y fisiopatológicamente el funcionamiento de los canales iónicos.
Estos canales son conductos que tienen un papel fundamental en el dolor. Otros subcanales, como los ASIC1a y ASIC3, ya habían sido relacionados con ese proceso, ha explicado Baron.
Los investigadores franceses identificaron dos tipos de péptidos en el veneno de la mamba negra, el 'mambalgins 1' y el 'mambalgins 2', compuestos por 57 aminoácidos, y los inyectaron en modelos experimentales para conocer la relación de estas dos toxinas con los canales iónicos.
Sorprendentemente, las mambalgins supusieron un alivio contra el dolor agudo e inflamatorio comparable al que proporciona la morfina. Sin embargo, a diferencia de esta, tras su utilización se observó que su uso no tenía efectos secundarios, era resistente a la naloxona y no causaba angustia respiratoria, ha explicado esta experta.
Los científicos han demostrado que su función de alivio se basa en la inhibición en neuronas centrales y periféricas, de otros tipos de canales iónicos que hasta el momento no estaban relacionados con el dolor: ASIC1b, ASIC1a y ASIC2a.
Las mambalgins pertenecen a la familia de las toxinas con tres dedos y "son potentes, rápidas e inhibidoras de los canales iónicos ASIC1a y de otros subtipos de canales ASIC que están expresados en el sistema nervioso central", explican los investigadores.
Los analgésicos actuales suelen estar asociados a una mala tolerancia y sus efectos a largo plazo preocupan a los especialistas por un posible abuso en su utilización. Por eso, diseñar nuevos fármacos gracias a toxinas como la mambalgins representa una oportunidad real para desarrollar nuevas estrategias contra el dolor. Lo importante ahora es seguir trabajando en estudios preclínicos para explorar más características de este péptido que permitan, en un futuro, su utilización terapéutica en humanos, ha concluido la investigadora
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