El control estricto de azúcar en sangre no tiene beneficios probados en niños en cuidados intensivos cardíacos
02/10/2012 - E.P.
Algunos estudios han descrito el estricto control de la glucemia como un posible medio de reducir las tasas de infección en adultos en estado crítico
Aunque algunos estudios han descrito el estricto control de azúcar en sangre como un posible medio de reducir las tasas de infección en adultos en estado crítico, un nuevo estudio liderado por Michael Agus, director del Programa de Cuidado Intensivo Médico en el Hospital Infantil de Boston (EE.UU), no encontró ningún indicio de que este enfoque beneficie a los pacientes pediátricos sometidos a cirugía cardíaca.
Los resultados del ensayo 'Seguridad Euglucémica Pediátrica en Cirugía Cardíaca' (SPECS), realizado en el Hospital Infantil de Boston y en el Hospital Infantil C.S. Mott de la Universidad de Michigan, han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine.
SPECS examinó los efectos del control estricto de la glucemia con insulina comparado con el tratamiento estándar de glucosa en 980 niños hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Todos estos pacientes, desde recién nacidos hasta niños de 3 años, se habían sometido a una cirugía a corazón abierto con circulación extracorpórea. Los problemas cardíacos a los que se enfrentan los niños son fundamentalmente diferentes de los problemas cardiacos que afectan a los adultos, afirma Agus, del Hospital Infantil de Boston y la Escuela de Medicina de Harvard.
Agus y sus colaboradores descubrieron que el uso de insulina para mantener los niveles normales de azúcar en la sangre no tuvo un impacto demostrable sobre la incidencia de las infecciones (como infecciones nosocomiales y neumonía), la duración de la estancia en la UCI, la insuficiencia orgánica o la mortalidad. Sin embargo, los expertos pudieron demostrar que los niños y los adultos son diferentes cuando se trata de los beneficios del control de la glucosa en una UCI, y también que se puede controlar la glucosa de la población joven y enferma de manera segura.
El equipo de investigación utilizó monitores subcutáneos de glucosa y un algoritmo para la dosificación de insulina, que tuvo los valores continuos en cuenta y realizaba cambios basándose en un valor específico de la sangre. En consecuencia, se consiguió un sistema que logra el control normal de glucosa.
Los investigadores también identificaron una categoría de riesgo planteada por la adición de nuevas terapias no probadas en el régimen de cuidado del paciente.
En conclusión, afirma Agus, la lección general de las especificaciones es que es esencial realizar estudios bien diseñados en poblaciones bien definidas, para identificar sus necesidades y características particulares.
El equipo tiene previsto llevar a cabo un estudio más amplio sobre el control glucémico, llamado Heart and Lung Failure - Pediatric Insulin Titration (HALF-PINT). Este estudio aleatorizado multicéntrico comparará dos rangos de control de la glucosa en niños hiperglucémicos gravemente enfermos, hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos pediátricos.
Los resultados del ensayo 'Seguridad Euglucémica Pediátrica en Cirugía Cardíaca' (SPECS), realizado en el Hospital Infantil de Boston y en el Hospital Infantil C.S. Mott de la Universidad de Michigan, han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine.
SPECS examinó los efectos del control estricto de la glucemia con insulina comparado con el tratamiento estándar de glucosa en 980 niños hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Todos estos pacientes, desde recién nacidos hasta niños de 3 años, se habían sometido a una cirugía a corazón abierto con circulación extracorpórea. Los problemas cardíacos a los que se enfrentan los niños son fundamentalmente diferentes de los problemas cardiacos que afectan a los adultos, afirma Agus, del Hospital Infantil de Boston y la Escuela de Medicina de Harvard.
Agus y sus colaboradores descubrieron que el uso de insulina para mantener los niveles normales de azúcar en la sangre no tuvo un impacto demostrable sobre la incidencia de las infecciones (como infecciones nosocomiales y neumonía), la duración de la estancia en la UCI, la insuficiencia orgánica o la mortalidad. Sin embargo, los expertos pudieron demostrar que los niños y los adultos son diferentes cuando se trata de los beneficios del control de la glucosa en una UCI, y también que se puede controlar la glucosa de la población joven y enferma de manera segura.
El equipo de investigación utilizó monitores subcutáneos de glucosa y un algoritmo para la dosificación de insulina, que tuvo los valores continuos en cuenta y realizaba cambios basándose en un valor específico de la sangre. En consecuencia, se consiguió un sistema que logra el control normal de glucosa.
Los investigadores también identificaron una categoría de riesgo planteada por la adición de nuevas terapias no probadas en el régimen de cuidado del paciente.
En conclusión, afirma Agus, la lección general de las especificaciones es que es esencial realizar estudios bien diseñados en poblaciones bien definidas, para identificar sus necesidades y características particulares.
El equipo tiene previsto llevar a cabo un estudio más amplio sobre el control glucémico, llamado Heart and Lung Failure - Pediatric Insulin Titration (HALF-PINT). Este estudio aleatorizado multicéntrico comparará dos rangos de control de la glucosa en niños hiperglucémicos gravemente enfermos, hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos pediátricos.
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