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Los cardiólogos recuerdan que el riesgo de padecer infarto, ictus o muerte súbita aumenta en un 40 por ciento por las mañanas
Sevilla (20_2/10/2012) - Redacción
Entre las seis y las diez de la mañana, el organismo libera catecolaminas, que aumentan la presión arterial, favorecen una mayor agregabilidad plaquetaria, a la vez que el sistema fibrinolítico del individuo tiene una actividad más baja
El riesgo de padecer un infarto, un ictus o un episodio de muerte súbita es mayor durante las primeras horas del día, concretamente de seis a diez de la mañana. Así lo ha manifestado el presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el Dr. José Ramón González-Juanatey, en una sesión que ha tenido lugar durante la celebración del XLVIII Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares de la SEC, en Sevilla. Durante la sesión, titulada "Valor clínico del pico matutino de la presión arterial", se han explicado los factores que influyen en el organismo y que son los responsables de esta subida de la presión arterial que, a su vez, provoca un mayor riesgo cardiovascular.
En este sentido, el Dr. González-Juanatey ha destacado que, concretamente, entre las seis y las diez de la mañana, "el organismo libera unas hormonas, denominadas catecolaminas, que aumentan la presión arterial, favorecen una mayor agregabilidad plaquetaria (y, en consecuencia, un mayor riesgo de trombos), a la vez que el sistema fibrinolítico del individuo, que es el sistema que se opone a la formación de coágulos dentro de los vasos, tiene una actividad más baja. Debido a todos estos factores, que coinciden con el despertar, se produce un pico de presión arterial y un riesgo máximo de que se origine una enfermedad cardiovascular, principalmente un infarto, un ictus o un episodio de muerte súbita. Concretamente, durante este período, el riesgo de que se produzca alguno de estos eventos cardiovasculares aumenta en un 40 por ciento".
El Dr. González-Juanatey ha destacado la importancia de tener en cuenta el factor del pico matutino de la presión arterial especialmente en el caso de los pacientes hipertensos, que ya tienen la presión elevada de por sí, y para los que se hace indispensable tomar la medicación por la mañana, con el fin de contrarrestar este pico. Según el presidente electo de la SEC, "a esas horas la muerte súbita por arritmias se concentra y hay un mayor riesgo, por lo que, especialmente para los hipertensos, es imprescindible que tomen de forma regular sus pastillas y que sea incluso su primer gesto de la mañana, tras despertarse y antes de iniciar cualquier actividad".
Todos disponemos de un ritmo circadiano intrínseco ligado a las 24 horas del día, que funciona a modo de reloj biológico interno y que está condicionado por el ritmo vigilia-sueño. En el caso de los trabajadores nocturnos, que viven durante la noche y duermen durante el día, tienen invertido su ritmo circadiano y suelen tener un ritmo cardiovascular más elevado, "probablemente debido a que, durante el conjunto de las 24 horas, la presión arterial la tienen más alta porque en ellos cambia el ritmo circadiano y es más difícil que se establezca un reloj biológico", afirma el presidente electo de la SEC.
Lo mismo sucede con quienes padecen trastornos del sueño o quienes se despiertan varias veces durante la noche. "Estas personas alteran su ritmo circadiano y ya hay varios proyectos en marcha que se están preocupando por analizar las consecuencias que los trastornos del sueño pueden tener sobre el riesgo de problemas cardiovasculares, ya que es muy probable que la gente que tenga trastornos del sueño tenga un riesgo cardiovascular más elevado", añade González-Juanatey.
Entre aquellos que padecen una presión arterial elevada y entre los cardiópatas en general es preferible evitar las primeras horas de la mañana, o incluso las últimas de la tarde, en las que se vuelve a dar otro pico de presión arterial, para practicar ejercicio físico.
Aunque está demostrado que la práctica regular de un ejercicio moderado, especialmente aeróbico, es beneficioso para el corazón, ya que aumenta el tono vagal y reduce la frecuencia cardíaca, en este grupo de pacientes, que de por sí poseen una presión arterial elevada, se hace aconsejable evitar las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. Según el Dr. González-Juanatey, "lo recomendable para un cardiópata sería alejarse de ambos picos a la hora de practicar ejercicio físico, ya que el riesgo cardiovascular se concentra en esos dos momentos".
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