Los factores de riesgo cardiovasculares también elevan la EAP

Los factores de riesgo evitables en la enfermedad arterial periférica parecen a priori similares a los de otras formas de patología cardiovascular, sin embargo, no se había establecido su contribución exacta en esa enfermedad.

Redacción | 23/10/2012 22:01

Un trabajo que se publica hoy en la revista JAMA sobre cerca de 45.000 varones revela que los factores de riesgo cardiovascular clásicos también generan un mayor riesgo de desarrollar enfermedad arterial periférica (EAP).

El estudio, coordinado por Michel M. Joosten, del Centro Médico Beth Israel Deaconess y de la Facultad de Harvard, ha seguido a lo largo de casi 25 años a 44.985 varones con historial de enfermedad cardiovascular; los individuos estaban integrados en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud, que inició su reclutamiento en 1986. Cada dos años, se evaluaban los factores de riesgo cardiovasculares: tabaquismo, hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes tipo 2.

Durante el periodo de seguimiento, se registraron 537 casos de incidencia de EAP. Los científicos hallaron que cada uno de estos factores de riesgo se asocian significativa e independientemente con un riesgo más elevado de EAP. Así, todos los hombres con factores de riesgo cardiovascular fueron más propensos a desarrollar la EAP que quienes no los tenían.

En concreto, cada factor de riesgo adicional duplicaba más o menos el riesgo de sufrir la enfermedad arterial periférica. Los hombres que no tenían ninguno de los cuatro factores presentaban un 77 por ciento menos riesgo de EAP, que el resto de individuos estudiados.

Uno de cuatro
En el 96 por ciento de los casos de la enfermedad arterial periférica, al menos se identificó uno de los cuatro factores de riesgo cardiovascular en el momento del diagnóstico.

El riesgo de la EAP también tendía a aumentar en proporción al tiempo que duraba la diabetes tipo 2 y la hipercolesterolemia; asimismo, entre aquéllos con hipertensión, el riesgo de EAP era mayor si seguían un tratamiento farmacológico comparados con los que no tomaban antihipertensivos. El grado de tabaquismo también influía.

(JAMA 2012; 308 (16): 1.660-67).

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