ANALIZAN EL ESTRÉS DE LA VUELTA AL COLEGIO
Los padres españoles de niños con TDAH, los más estresados
Los españoles con niños que padecen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son los que padecen más estrés con la vuelta al colegio de los menores, quienes refieren un alto grado de experiencias negativas, según un estudio realizado en seis países.
Isabel Gallardo Ponce | 04/10/2012 00:00
Isabel Hernández-Otero, Fulgencio Madrid y Ana Miranda. (Luis Camacho)
La prevalencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es del 5 por ciento de la población, aunque sólo el 3 por ciento tiene diagnostico. Su detección y abordaje debe contar con todos los sectores de la población para asegurar una evolución positiva y una adecuada adaptación y aprendizaje del niño. Con motivo de la V Semana Europea de Sensibilización sobre el TDAH, se ha presentado el informe Back to school stress Survey, realizado en 1.400 familias de España, Francia, Alemania, Italia, Holanda y Reino Unido.
Las familias españolas son las que sufren un mayor grado de estrés al organizar la vuelta al colegio. "Es más costoso en tiempo y recursos para los padres, ya que tienen, y deben, dedicar más tiempo a sus hijos", ha explicado Isabel Hernández-Otero, psiquiatra del Hospital Universitario Virgen de la Victoria Hospital Marítimo de Málaga, y coordinadora del estudio en España.
- La comunicación entre la familia y la escuela es fundamental para individualizar el abordaje y el aprendizaje del niño con TDAH
Abordaje individual
"El TDAH, debido a la complejidad de su sintomatología, afecta a toda la vida de la persona, de la familia, del ámbito escolar y de la sociedad", ha apuntado Ana Miranda, catedrática de Psicología evolutiva en la Universidad de Valencia. El paciente requiere unas necesidades específicas educativas dirigidas a responder a cada niño de forma individual. "Suelen tener un temperamento difícil, con problemas de socialización. Son bebés con dificultades para establecer pautas regulares de sueño y de alimentación. Poseen una reactividad excesiva a los estímulos del ambiente, y no se adaptan bien a las pautas de relación con los educadores. Además, el déficit en la atención produce problemas para la adquisición de aprendizajes básicos, que se prolongan en la escuela". Por tanto, es necesario que se realice una orientación a familiares y educadores para enseñar al niño el manejo de los sentimientos y habilidades de interacción social. Asimismo deben realizarse adaptaciones curriculares que modifiquen la metodología de la enseñanza y el soporte que deben tener en el aula a diario en función de los refuerzos que deben recibir.
Según Miranda, el bajo rendimiento escolar es uno de los criterios que permiten realizar el diagnóstico y evitar que se produzcan en años posteriores problemas de conducta, como accidentes laborales, de tráfico, abuso de sustancias o relaciones personales anómalas. "Cuanto antes se aborde el TDAH, se obtendrán mejores resultados, aunque la evolución es diversa", ha dicho Miranda. Según Hernández-Otero, los seis años es la edad mínima para establecer el diagnóstico y el inicio del tratamiento farmacológico. No obstante, uno de cada tres pacientes mantendrá el diagnóstico en la edad adulta. Además, en el 60 por ciento de los casos se encuentran trastornos asociados, la mayoría de aprendizaje. Ambas coinciden en la eficacia del tratamiento farmacológico en los síntomas nucleares y en los resultados, aunque siempre en combinación con un tratamiento psicopedagógico.
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