INHALADORES | Problemas respiratorios
Tome aire lentamente, apriete el inhalador y luego... ¿qué?
El fármaco ventolín se administra con un inhalador. | Sebastia Llompart
- Un artículo señala que muchos sanitarios no saben usar estos dispositivos
- Si no se utiliza correctamente, el medicamento no llegará a los pulmones
Si usted está dentro del grupo de pacientes que debe utilizar un inhalador y no tiene muy claro si lo utiliza correctamente, no se apure, muchos de los profesionales sanitarios tampoco sabe cómo usar adecuadamente estos dispositivos. Por lo menos eso parece estar ocurriendo en Reino Unido, según datos del Instituto Nacional de Salud de este país.
Tan sólo en 2011 se realizaron unas 45 millones de prescripciones de inhaladores que contienen broncodilatarores, corticosteroides o ambos, con un coste aproximado de 900 millones de libras (unos 1.121 millones de euros). Normalmente, estos medicamentos son utilizados por personas asmáticas o por quienes presentan otros problemas respiratorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Para que estos fármacos sean eficaces, la persona debe utilizar adecuadamente el inhalador, pero incluso aunque la técnica usada sea correcta, sólo un tercio del medicamento llega a los pulmones, por lo que si el paciente no sabe cómo aplicar bien el inhalador, probablemente ni un ápice del producto terminará en sus pulmones.
"Numerosos estudios realizados en los últimos años han mostrado que muchos pacientes no pueden usar correctamente estos inhaladores y alrededor del 50% se resisten a utilizar un contador", señala un editorial de la revista 'Drug and Therapeutics Bulletin' (DTB). "Pero quizás lo más preocupante es el hecho de que muchos profesionales sanitarios tampoco saben cómo utilizarlos correctamente y por tanto no están en situación como para poder enseñarles a los pacientes", asegura este artículo.
Además de que existen varios tipos de inhaladores en el mercado y cada uno tiene un dispositivo diferente, también la forma de utilizarlos es distinta. En líneas generales, primero se debe agitar el producto, después exhalar por completo el aire de los pulmones, tomar por la boca aire lentamente, presionar el inhalador y seguir inhalando. Después hay que contener la respiración y contar hasta 10 y, por último, enjuagarse la boca. Estas son las instrucciones generales que pueden variar en función del dispositivo y de si se utiliza un espaciador o cámara.
Según los Institutos de Salud y Excelencia Clínica de Reino Unido, más conocidos por sus siglas NICE, "es sorprendente que la valoración de la técnica se descuida, pero... la mayoría de los pacientes, tengan la edad que tengan, son capaces de adquirir y mantener una adecuada técnica si siguen las instrucciones" y recomiendan que debería evaluarse y reenseñarse regularmente, porque es importante.
Gastar un poco más de tiempo en esto puede generar dividendos tanto para los pacientes como para el sistema sanitario, explica el editorial. Y no sólo ayudará en el impacto de la enfermedad sino también reducirá la cantidad de medicación utilizada, e incluso en el número de visitas al médico de familia.
Por este motivo, tanto médicos, como enfermeras o farmacéuticos deberían ponerse al día con el modo de empleo de estos dispositivos. "Sólo cuando estos profesionales sean competentes y tengan seguridad en el uso de los inhaladores podemos estar seguros de que los pacientes y el sistema sanitario estará gastando de la mejor manera su dinero", concluye el editorial.
Tan sólo en 2011 se realizaron unas 45 millones de prescripciones de inhaladores que contienen broncodilatarores, corticosteroides o ambos, con un coste aproximado de 900 millones de libras (unos 1.121 millones de euros). Normalmente, estos medicamentos son utilizados por personas asmáticas o por quienes presentan otros problemas respiratorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Para que estos fármacos sean eficaces, la persona debe utilizar adecuadamente el inhalador, pero incluso aunque la técnica usada sea correcta, sólo un tercio del medicamento llega a los pulmones, por lo que si el paciente no sabe cómo aplicar bien el inhalador, probablemente ni un ápice del producto terminará en sus pulmones.
"Numerosos estudios realizados en los últimos años han mostrado que muchos pacientes no pueden usar correctamente estos inhaladores y alrededor del 50% se resisten a utilizar un contador", señala un editorial de la revista 'Drug and Therapeutics Bulletin' (DTB). "Pero quizás lo más preocupante es el hecho de que muchos profesionales sanitarios tampoco saben cómo utilizarlos correctamente y por tanto no están en situación como para poder enseñarles a los pacientes", asegura este artículo.
Además de que existen varios tipos de inhaladores en el mercado y cada uno tiene un dispositivo diferente, también la forma de utilizarlos es distinta. En líneas generales, primero se debe agitar el producto, después exhalar por completo el aire de los pulmones, tomar por la boca aire lentamente, presionar el inhalador y seguir inhalando. Después hay que contener la respiración y contar hasta 10 y, por último, enjuagarse la boca. Estas son las instrucciones generales que pueden variar en función del dispositivo y de si se utiliza un espaciador o cámara.
Según los Institutos de Salud y Excelencia Clínica de Reino Unido, más conocidos por sus siglas NICE, "es sorprendente que la valoración de la técnica se descuida, pero... la mayoría de los pacientes, tengan la edad que tengan, son capaces de adquirir y mantener una adecuada técnica si siguen las instrucciones" y recomiendan que debería evaluarse y reenseñarse regularmente, porque es importante.
Gastar un poco más de tiempo en esto puede generar dividendos tanto para los pacientes como para el sistema sanitario, explica el editorial. Y no sólo ayudará en el impacto de la enfermedad sino también reducirá la cantidad de medicación utilizada, e incluso en el número de visitas al médico de familia.
Por este motivo, tanto médicos, como enfermeras o farmacéuticos deberían ponerse al día con el modo de empleo de estos dispositivos. "Sólo cuando estos profesionales sean competentes y tengan seguridad en el uso de los inhaladores podemos estar seguros de que los pacientes y el sistema sanitario estará gastando de la mejor manera su dinero", concluye el editorial.
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