ESTRATEGIA DE PROTECCIÓN
Los cuerpos lipídicos minimizan la toxicidad
Dos estudios del Idibaps-Hospital Clínico de Barcelona aportan nuevas pistas sobre la formación y distribución de los cuerpos lipídicos en el hígado.
Karla Islas Pieck. Barcelona | karla.islas@diariomedico.com | 08/01/2014 00:00
Albert Pol dirige el nuevo Grupo de Transporte de Lípidos en el Idibaps-Hospital Clínico de Barcelona. (Jaume Cosialls)
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Algunos hepatocitos, que representan un 20 por ciento del total, se especializan en almacenar cuerpos lipídicos como parte de una estrategia de protección que permite garantizar al resto del tejido hepático un aporte adecuado de lípidos sin la necesidad de exponerse a la toxicidad que implican las grasas, según sugiere una investigación realizada por un grupo de nueva creación del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps-Hospital Clínico de Barcelona), que dirige Albert Pol.
Los resultados de esta línea de trabajo del Grupo de Transporte de Lípidos y Metabolismo han dado lugar a dos artículos publicados en las revistas Current Biology y Journal of Cell Biology, que aportan nuevas pistas que ayudan a comprender mejor el proceso de biogénesis de los cuerpos lipídicos y la importancia de este proceso para mantener el equilibrio y el buen funcionamiento celular.
En el primero de los estudios, realizado en colaboración con la Universidad de Queensland, en Brisbane (Australia), con una avanzada técnica de microscopia denominada tomografía electrónica, ha evidenciado que no todos las células del hígado acumulan lípidos de forma semejante sino que hay algunas de ellas que acumulan más cuerpos lipídicos que las demás, lo que protegería al resto de la lipotoxicidad.
Pol ha explicado a Diario Médico que estas células tienen una función dentro del hígado equiparable a la del tejido adiposo en el cuerpo humano, es decir, sirven de almacén y ponen los lípidos que acumulan -que son indispensables para la vida pero muy tóxicos en exceso- a disposición de las demás células.
Los cuerpos lipídicos están presentes en todas las células del organismo y tienen un papel importante en ciertas funciones como la producción de energía en los adipocitos y las células musculares; de lipoproteínas y cuerpos cetónicos en las células hepáticas; de leche en las glándulas mamarias y de hormonas esteroideas en las células esteroidogénicas, entre otras. No obstante, el proceso de biogénesis de este orgánulo aún plantea muchas incógnitas para la ciencia.
El segundo estudio de este grupo de trabajo, realizado en colaboración con la Universidad de Queensland, en Brisbane (Australia), y la Universidad de California (Estados Unidos) ha observado que, en determinados puntos del retículo endoplasmático, se detectan cuerpos lipídicos de nueva formación que se aprecian como pequeñas protuberancias en la bicapa lipídica y que, al exponer a la célula a una sobrecarga de lípidos, se puede observar cómo se dirigen de forma rápida hacia dichos puntos.
Una de las principales aportaciones de este trabajo es que pone sobre la mesa el papel que desempeña la enzima Acyl-CoA sintetasa 3 (ACSL3) en el proceso de biogénesis de los cuerpos lipídicos, ya que han podido comprobar que se trata de la primera enzima que llega al lugar en el que más tarde se forman los cuerpos lipídicos. Ha comprobado asimismo que, en ausencia de esta molécula, las células expuestas a una elevada concentración lipídica acumulaban significativamente menos grasas respecto a las que tiene ACSL3. Esto podría tener implicaciones para la investigación sobre trastornos como la obesidad, la arterioesclerosis o la diabetes.
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