viernes, 31 de enero de 2014

La mayoría de cupones de supermercado promueven comida basura y bebidas azucaradas, según un estudio: MedlinePlus

La mayoría de cupones de supermercado promueven comida basura y bebidas azucaradas, según un estudio: MedlinePlus



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La mayoría de cupones de supermercado promueven comida basura y bebidas azucaradas, según un estudio

Una experta lamenta que a los clientes de bajos ingresos les quedan pocas opciones saludables
Traducido del inglés: miércoles, 29 de enero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
MARTES, 28 de enero de 2014 (HealthDay News) -- Recortar cupones para sacar rendimiento del presupuesto para la comida podría ser malo para la cintura y para la salud, sugiere un estudio reciente.
El estudio halló que los cupones ofrecidos por los supermercados con frecuencia reducen los costos de alimentos ricos en calorías como las galletas saladas, las papas fritas, los postres y las bebidas azucaradas. Relativamente pocos mercados hacen descuentos en las carnes magras, los productos lácteos bajos en grasa, o las frutas y las verduras frescas, señalaron los investigadores.
"Sabemos a partir de otros estudios que cuando se reducen los precios de los alimentos, la gente los compra en mayor cantidad", apuntó la autora del estudio, la Dra. Hilary Seligman, profesora asistente en residencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Francisco. "Cuando la comida que los supermercados rebajan es la comida basura, no nos debería sorprender que se venda más".
El estudio, que aparece en la edición de este mes de la revista Preventing Chronic Disease, evaluó más de mil cupones en línea ofrecidos por seis importantes cadenas de supermercados en abril de 2013.
Los alimentos procesados, como las papas fritas, las galletas y los postres, conformaban la mayor parte de la oferta de cupones, con un 25 por ciento. Por otro lado, el 14 por ciento de los cupones eran para cenas congeladas y otras comidas preparadas; el 12 por ciento eran para bebidas (la mitad de las cuales eran bebidas y jugos azucarados); el 11 por ciento eran para cereales; el 10 por ciento eran para condimentos, como aderezo para ensalada y mayonesa, y el 8 por ciento se aplicaban a descuentos para carnes procesadas, como perritos calientes y tocineta.
En contraste, apenas el tres por ciento de los cupones reducían los precios de frutas y verduras frescas, congeladas y enlatadas, mientras que el 4 por ciento reducían el precio de la leche, los huevos o el yogurt. Solo en uno por ciento reducía el precio de carnes sin procesar.
Marion Nestle, profesora de nutrición, estudios de los alimentos y salud pública de la Universidad de Nueva York, dijo que le sorprendió que hubiera algunos cupones para comidas saludables.
Nestle dijo que los consumidores deben recordar que las tiendas usan los cupones para atraer clientes. Apuntó que ofrecen sobre todo alimentos procesados porque son los artículos más rentables que las tiendas venden y porque hacen tratos con los fabricantes para promover sus productos.
"El fin de los cupones es el mercadeo, no la salud", advirtió Nestle, quien no participó en la nueva investigación.
Seligman afirmó que eso es una pena, porque los consumidores de bajos ingresos con frecuencia utilizan los cupones para ampliar sus presupuestos para la comida, lo que incluye la ayuda del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por su sigla en inglés).
Una asignación típica de SNAP ofrece unos 4.5 dólares para alimentar a una persona por un día.
"El gobierno federal tiene la intención de que esto sea complementario, pero la mayoría de personas no tienen dinero adicional para añadir a sus presupuestos de SNAP", aclaró Seligman.
"El resultado es que las personas gastan 4.5 dólares en lo que comen", apuntó. "La única forma de hacerlo bien o sin pasar hambre es con frecuencia aprovechar los especiales ofrecidos por los supermercados. Cuando todos los especiales son para dulces, postres y alimentos procesados, no da muchas opciones a los consumidores de bajos ingresos".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Hilary Seligman, M.D., assistant professor in residence, School of Medicine, University of California, San Francisco; Marion Nestle, Ph.D., professor of nutrition, food studies and public health, New York University, New York City; Jan. 9, 2014, Preventing Chronic Disease
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