Validar el papel de BMP4 en LLA infantil podría evitar las recaídas

Un 15 por ciento de leucemias linfoblásticas agudas (LLA) del niño vuelven a aparecer. Un nuevo marcador, BMP4, podría variar el abordaje de su enfermedad. Se analizaría en todos los casos que ahora se consideran de bajo o medio riesgo de recidiva.

Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es | 16/06/2014 00:00

Rocío Baños, Gustavo Melen, Manuel Ramírez Orellana y Lidia Franco, del Hospital Niño Jesús de Madrid. (Mauricio Skrycky)

VISTA:

Un nuevo marcador, denominado BMP4, podría variar el abordaje de los niños afectados por leucemia linfoblástica aguda (LLA), ya que, al parecer, está asociado al riesgo de recaídas en los pacientes que no presentan factores de mal pronóstico. Se consideran pacientes de bajo riesgo o riesgo intermedio de recidivas y puede alcanzar hasta a un 15 por ciento de los que se engloban en estos grupos. La ratificación de este marcador ayudaría a identificar qué niños de este subgrupo necesitarían, por tanto, un tratamiento más agresivo para el control de la enfermedad tumoral", ha explicado a DM Manuel Ramírez Orellana, responsable del Laboratorio de Investigación del Servicio de Oncología Pediátrica del Hospital Niño Jesús, de Madrid, cuyo equipo y junto al de Ángeles Vicente López, catedrática de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, están llevando a cabo un trabajo que ha recibido, a través de un concurso público, la I Beca de Investigación en Leucemia Infantil de la Fundación Uno entre Cien Mil.

Aún no conocemos todos los aspectos moleculares que identifican que una leucemia es de alto riesgo porque algunas se siguen clasificando como de bajo riesgo

Información molecular

Según la experiencia del oncólogo, las recaídas se producen en un subgrupo de afectados que, inicialmente, no presenta factores de mal pronóstico, por lo que la utilidad de este marcador es aún más decisiva. "Los estudios que se realizan para el diagnóstico de una LLA indican al profesional si la leucemia es de alto riesgo o no o cuál es su grado de agresividad", indica el oncólogo. En la mayoría de los casos, los análisis confirman que se trata de una enfermedad con alto riesgo de recidiva y, consiguientemente, se opta por el tratamiento más adecuado que conduce a la curación.

Refinar el diagnóstico

Sin embargo, señala de nuevo de oncólogo, "existe un porcentaje, un 15 por ciento aproximadamente, en el que no aparecen datos que hagan sospechar que se trata de una leucemia de alto riesgo, por lo que recibe un tratamiento menos agresivo. El problema es que se trata de un subgrupo que recae y que puede no conseguir la curación". Este hecho pone de manifiesto que "aún no conocemos todos los aspectos que identifican a una leucemia de alto riesgo, porque se nos pasa un 15 por ciento. Manejamos como de bajo riesgo lo que no es".

De esta forma, considera que la confirmación de la validez del marcador será un paso de gigante, ya que BMP4 está sobrexpresado en las leucemias que luego recaen, "incluso en las etiquetadas de bajo riesgo al diagnóstico, según los criterios que se manejan actualmente y en los que no está incluido este marcador y con cuya confirmación quedaría incluido como prueba para todos los niños en los que se vaya a hacer el diagnóstico de LLA". Otra gran ventaja alude a los tratamientos que, "en este caso, serían terapias dirigidas y específicas".

La recaída informa de que el tratamiento ha sido insuficiente; pero, en algunos niños con LLA, la quimioterapia no es que sea ineficaz, es que no logra llegar a ciertas zonas

El estudio, iniciado con muestras de 50 niños enfermos y que pretende reunir muestras de toda España, consta de una segunda fase en la que se parte de una pregunta básica: ¿qué significa que una célula leucémica exprese BMP4 desde el punto de vista molecular? De este análisis podría resultar la forma más efectiva de abordarlas.

Implicaciones variadas

La implicación o no de BMP4 en la resistencia a la quimioterapia es otro de los aspectos analizados. "Existe un abanico de posibilidades que incluye el hecho de que pueda permitir que la leucemia acceda a zonas en el organismo donde se esconde de la quimioterapia. Desvelar concretamente, puesto que existen ciertas sospechas, estos mecanismos sería de gran utilidad para la práctica clínica, no sólo con el uso de inhibidores específicos de BMP4 sino también con las moléculas que BMP4 pone en marcha cuando funciona en una célula".

La resistencia indica que el tratamiento ha sido insuficiente, pero en el caso de las leucemias se trata de una enfermedad que, en algunos niños, se acantona en lugares donde no llega la quimioterapia: el sistema nervioso central y en los testículos, suelen ser las dianas más frecuentes. Por tanto, no es que la enfermedad sea resistente a la terapia, sino que ésta no llega. "Así, es vital confirmar el valor pronóstico de BMP4 e identificar qué supone en la biología de la LLA".

Completar las cifras de supervivencia

La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es uno de los procesos oncológicos más frecuentes en niños. Representa el 25 por ciento de todos los casos de cáncer pediátrico que se diagnostican cada año en España, alrededor de 1.200.

Como ocurre con la mayoría de los cánceres que se producen en la infancia, la LLA goza de unas elevadas tasas de curación superiores al 80 por ciento.

Sin embargo, y a pesar de los avances que han conseguido los tratamientos para el control patológico, se siguen produciendo recaídas, que se sitúan en el quinto puesto de enfermedad tumoral y que conllevan un importante porcentaje de mortalidad. Por ello, la prevención de las recidivas es de vital importancia para mejorar más las tasas de curación.