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Un grupo de pediatras quiere que todos los padres les lean a sus hijos todos los días
La práctica debe comenzar en la infancia para preparar a los niños para la vida escolar, afirma la Academia Americana de Pediatría
Traducido del inglés: miércoles, 25 de junio, 2014MARTES, 24 de junio de 2014 (HealthDay News) -- Todos los pediatras deben animar a los padres a leerles en voz alta a sus hijos todos los días, a partir de la infancia, para promover la alfabetización y fortalecer los vínculos familiares.
La exhortación llega en una nueva declaración de política emitida el martes por el Consejo de la Niñez Temprana de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP).
El objetivo de la recomendación es ayudar a los padres a "inmunizar a sus hijos contra el analfabetismo", aseguró la autora de la declaración, la Dra. Pamela High, directora de pediatría del desarrollo y conductual del Hospital Pediátrico Hasbro en Providence, Rhode Island, y profesora de la Universidad de Brown.
De hecho, el fomento del alfabetismo debe formar parte del entrenamiento de residencia de todos los estudiantes de medicina que estudian pediatría, añadió la declaración de política.
"Esta es la primera vez que la AAP ha afirmado que el fomento del alfabetismo es un componente esencial de la práctica de la atención pediátrica primaria", afirmó High. "Las familias les leen a diario a menos de la mitad de los niños, y esa cifra en realidad no ha cambiado desde 2003. Es un mensaje de salud pública para los padres de todos los grupos de ingresos, que esta lectura compartida a una edad temprana es tanto divertida como provechosa".
Es un asunto importante. Cada año, más de uno de cada tres niños estadounidenses comienza el kínder sin las habilidades lingüísticas que necesita para aprender a leer, una desventaja de la cual es difícil recuperarse, anotó High.
Resulta que el dominio de la lectura para el tercer curso es el predictor más importante de si un niño se graduará de la secundaria y tendrá éxito en su carrera, apuntó. Y unas dos terceras partes de los niños de Estados Unidos, y alrededor del 80 por ciento de los que están por debajo de la línea de la pobreza, no logran desarrollar el dominio de la lectura para finales del tercer curso.
La declaración de política pide a los pediatras que aconsejen a los padres sobre "actividades de lectura adecuadas para la etapa del desarrollo que tanto el niño como los padres pueden disfrutar y que ofrezcan una exposición rica en lenguaje a los libros, las imágenes y la palabra escrita".
La declaración aparecerá en la edición impresa de agosto de la revista Pediatrics.
Las investigaciones han hallado que los niños cuyos padres les leen tienen una ventaja respecto al alfabetismo, apuntó High. La lectura puede proporcionar incluso a los bebés palabras habladas y sonidos que forman la base del desarrollo futuro del lenguaje y el alfabetismo.
Los niños cuyos padres no les leen "escuchan menos palabras y saben menos palabras. Tienen menos recursos de alfabetismo en casa", lamentó. "En los niños con unas capacidades mayores de lectura, uno se entera de que los padres comenzaron a leerles a una edad más temprana".
Que los padres les lean a sus hijos pequeños también crea una experiencia rica que fomenta el desarrollo social y emocional durante un periodo crítico del desarrollo temprano, señala la declaración.
"Los varios beneficios de la lectura diaria a principios de la vida realmente se basan en la evidencia. Estimula el desarrollo del cerebro, y no hay duda de que mejora el desarrollo del habla y del lenguaje", afirmó el Dr. Peter Richel, jefe de pediatría del Hospital de Northern Westchester en Mount Kisco, Nueva York. "También enriquece la experiencia familiar, y contribuye al desarrollo social y emocional".
Richel dijo que su hospital ya ha tomado medidas para hacer que el fomento del alfabetismo forme parte de la educación recibida por los nuevos pediatras.
"Lo añadimos a su entrenamiento, para que durante las consultas de rutina de los niños aconsejen a los padres que incluyan la lectura diaria", dijo.
La pobreza plantea una diferencia en si los padres les leen a sus hijos, y la declaración de política exhorta a la financiación estatal y federal para que se provea libros infantiles a los padres en o cerca de la línea de la pobreza.
Se les lee a alrededor del 34 por ciento de los niños que viven en familias por debajo de la línea de pobreza, en comparación con el 60 por ciento de los niños que viven en un 400 por ciento o más por encima de la línea de pobreza, señaló High.
Los padres deben seguirles leyendo a sus hijos durante todo el tiempo en que los niños se muestren interesados, planteó.
"Mi elección personal fue leerles a mis hijos hasta que tenían 10 u 11 años", dijo High, y anotó que a medida que los niños crecen, los padres pueden ayudar a mejorar la comprensión de lectura al tener unas conversaciones más profundas sobre cada libro.
Richel se mostró de acuerdo, pero añadió que los padres deben asegurarse de no obligar a un adolescente no interesado a leer.
"Cuando están leyendo, algunos niños quieren leer todos los libros del mundo, mientras que otros quieren tener todos los equipos deportivos que ven y en realidad no les gusta leer", dijo. "Haría que [leer] fuera parte de la rutina mientras dure. Cuando ya no les interesa, no se debe ser contraproducente, así que nunca se les obliga".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Pamela High, M.D., F.A.A.P., director, developmental and behavioral pediatrics, Hasbro Children's Hospital, Providence, R.I., and professor, Brown University; Peter Richel, M.D., F.A.A.P., chief, pediatrics, Northern Westchester Hospital, Mount Kisco, N.Y.; August 2014, Pediatrics
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