"La salud mental del niño está ligada a la implicación del padre"

El papel del padre en la primera infancia reduce la vulnerabilidad. La intervención en niños con riesgo podría evitar trastornos de conducta.

Sonia Moreno. Madrid | soniamb@diariomedico.com | 31/10/2016 00:00

Paul G. Ramchandani, psiquiatra del Imperial College de Londres. (Luis Camacho)

El psiquiatra Paul Ramchandani se muestra ilusionado con una línea de investigación que tiene ahora entre manos: estudiar si la intervención en las familias mediante grabaciones de vídeo para mejorar la relación paterno-filial puede evitar la aparición de trastornos de la conducta en los niños. Este sistema de intervención, que recibe el nombre de video-feedback intervention to promote positive parenting (VIPP), se aplica en familias con niños de entre 12 y 36 meses en los que se detecta algún riesgo de alteraciones de conducta. El objetivo: disponer de una herramienta para, por fin, poder prevenir la enfermedad mental.

"Ya sabemos que podemos tratar estas alteraciones: tenemos fórmulas de intervención psicológica, también terapias farmacológicas, pero la cuestión ahora es poder prevenirlas". Ramchandani, profesor de Psiquiatría Infantil y Adolescente en el Imperial College de Londres, es pionero en el estudio de la influencia del padre, no la madre, en la salud mental durante los primeros meses de vida, un campo de trabajo que ha ganado en interés en los últimos diez años. "Coincide con un cambio en la implicación de los padres en el cuidado y atención de los hijos al que estamos asistiendo desde hace décadas. Ahora, las investigaciones están demostrando que, en general, en las familias donde el padre está más implicado, los niños tienen menos problemas en diferentes ámbitos, tanto emocionales como educativos y sociales". Y por implicación, matiza, se entiende tanto una relación de calidad como aquella en la que se dedica tiempo.

¿Y qué ocurre con las familias monoparentales? "Es complicado. Desde luego, en estas situaciones, al igual que sucede con las separaciones, en principio puede haber más dificultades a las que enfrentarse. Pero no tanto por el hecho de ser una sola persona, sino por cuestiones ambientales que también influyen, como la escasez de ingresos o las dificultades organizativas. Al final, influye si se cuenta con un entorno de apoyo o se está completamente solo".

Resiliencia
Ramchandani comenta que, si bien muchos estudios indican que los niños cuyos padres tienen problemas de salud mental también presentan un mayor riesgo de sufrir ellos mismos problemas psicológicos, es importante destacar que otros crecerán sin estos problemas: "No porque tu padre sufra depresión cuando eras pequeño, tú estás abocado a sufrirla, pero sí hay un riesgo aumentado, quizá en torno al doble, de que el niño experimente trastornos de comportamiento. De todas formas es una cuestión en la que participan otros factores, entre ellos, la propia resiliencia".

Tampoco cree que haya un periodo único en la infancia en el que se alcance un punto de no retorno. "No se puede hablar de un solo momento. Hay etapas en las que los niños son especialmente sensibles a la relación paterna, por ejemplo, hasta los dos o tres años, pero la adolescencia es también un momento de muchos cambios y supone una oportunidad para la intervención".

Reconoce que identificar qué elementos contribuyen a prevenir los problemas psicológicos en la infancia es un campo complicado de trabajo. Son muchos los elementos que intervienen. "Tienes que tener una visión completa del cuadro, pero para realizar los trabajos de investigación nos tenemos que centrar solo en un factor. Así que hay que concentrarse en un elemento, como el efecto de la depresión de los padres, pero sin perder la vista del conjunto". Eso, y ejercitar la paciencia: "Los primeros resultados del estudio de intervención en la relación paterna, los veremos en unos tres años".

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El profesor Paul Ramchandani ha impartido una conferencia magistral de las XI Jornadas Científicas de la Fundación Alicia Koplowitz, celebradas en Madrid, que en esta edición se han centrado en la etapa perinatal y primera infancia. En las jornadas también participó la bioquímica israelí Illana Gozes, cuyas investigaciones han contribuido a identificar los genes implicados en el trastorno del espectro autista. Además, las jornadas contaron también con la presentación de resultados de los trabajos de investigación de los científicos becados por la fundación.