Los tratamientos antiiflamatorios, línea de investigación prometedora en Psiquiatría
Más de 1.400 psiquiatras españoles se reúnen desde hoy hasta el 29 de octubre en Palma de Mallorca con motivo del XIX Congreso Nacional de Psiquiatría
El Médico Interactivo | 28 - Octubre - 2016 14:00 h.
El XIX Congreso Nacional de Psiquiatría, organizado por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FESPM), reúne a más de 1.400 psiquiatras españoles desde hoy hasta el 29 de octubre en Palma de Mallorca. “La Psiquiatría es una especialidad moderna, en continuo cambio y progreso, con resultados que se encuentran a nivel de otras especialidades médicas en nuestro país”, explica Miquel Roca, presidente de la FEPSM y del Comité Organizador Local.
Biomarcadores
“Se estima que un 25 por ciento de los españoles sufre al menos una enfermedad mental a lo largo de su vida”, explica Miguel Bernardo, presidente de la SEPB. La esquizofrenia es uno de los trastornos mentales más graves y de difícil diagnóstico. En este sentido, en el Congreso se estudiará el avance fundamental que está suponiendo la identificación de biomarcadores en las áreas de neuroimagen, genética y neurofisiología que están permitiendo afrontar las dificultades de diagnóstico y validar de una manera más objetiva el tratamiento a los pacientes en esta enfermedad.
Otra línea de investigación muy prometedora en este tipo de enfermedades mentales graves y en la que España está ejerciendo un liderazgo internacional es el estudio de tratamientos antiinflamatorios para paliar los efectos de los brotes así como mejorar su pronóstico a largo plazo.
“Hemos visto que las personas que tienen peor cognición en psicosis -es decir, peor atención, capacidad de memoria, capacidad ejecutiva a la hora de tomar decisiones o resolver problemas- son las que tienen mayor inflamación. Y cuantos más factores inflamatorios, más daño se produce en el sistema nervioso central, de ahí que las capacidades de esas personas sean peores. Esta relación es uno de los hallazgos que hemos tenido”, explica Ana María González-Pinto Arrillaga, presidenta electa de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica y psiquiatra del Hospital Universitario de Álava.
Adicciones tecnológicas y nuevas drogas psicoactivas
“Los psiquiatras vamos muy perdidos porque es una realidad que está cambiando mucho y muy rápido”, afirma Marta Torrens, directora de adicciones de Hospital de Mar (Barcelona). Un ejemplo son las nuevas sustancias psicoactivas: de origen sintético, elaboradas en laboratorios clandestinos y que imitan los efectos de las drogas clásicas, y que dependiendo de la sustancia se venden como incienso, especias, fertilizantes o abonos para plantas, sales de baño, limpiadores o mezclas de plantas.
Por otra parte, los adolescentes tienen mayor riesgo de implicarse en conductas adictivas con las nuevas tecnologías, en especial los pacientes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. “Hablamos de adicciones a videojuegos -solo o con otros- , juego online, consumo de determinados contenidos de la red, chatear”, explica la Dra. Enriqueta Ochoa, psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal y del Programa de Adolescentes y Familias de Proyecto Hombre Madrid.
“Las características son las propias de una adicción, como pérdida de control respecto a la conducta y consecuencias negativas en diversos aspectos de la vida, ya que abandonan sus amigos físicos, solo se relacionan vía on line, modifican sus actividades de ocio y con la familia, debido al tiempo que pasan en la red, aislándose”.
Acoso escolar, antecedente de trastorno mental
"Según los estudios que manejamos el acoso escolar pueden crear dos tipos de trastornos: uno a largo plazo y otro a corto plazo. Primero vendrían los trastornos de sueño, pérdida de autoestima, aparición de síntomas depresivos, síntomas físicos, como cefaleas o problemas gastrointestinales, disminución del rendimiento escolar o el absentismo escolar”, afirma Marina Díaz–Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid y psiquiatra del Hospital Clínico San Carlos (Madrid). “Un porcentaje continuará con los problemas a largo plazo, cuando aparecerá depresión crónica, fobia social, trastorno de ansiedad generación, trastorno por estrés post-traumático o comportamientos autodestructivos, como autolesionarse, exponerse a situaciones de riesgo y el abuso de tóxicos como drogas o alcohol”.
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