PUBLICADO EN `CELL REPORTS´
La vitamina D, asociada a genes de longevidad
Un estudio en 'C. elegans' relaciona este nutriente con menor estrés celular y eliminación de proteínas tóxicas.
María Sánchez-Monge. Madrid | Maria.Sanchez@diariomedico.com | 31/10/2016 00:00
Un estudio que se acaba de publicar en Cell Reports revela que la vitamina D activa en el nematodo Caenorhabditis elegans genes relacionados con la longevidad y aumenta la duración media de la vida. Estos resultados, que deberán confirmarse en animales superiores, de momento permiten asentar un poco más la convicción de que los beneficios de este nutriente van mucho más allá de la regulación de la salud ósea.
La investigación, dirigida por Gordon Lithgow, del Instituto Buck para la Investigación en Envejecimiento, en California, se ha centrado en el impacto en la homeostasis proteica, es decir, la capacidad de las proteínas para mantener su forma y función a lo largo del tiempo.Patologías como el Alzheimer o el Parkinson se han asociado a la acumulación de proteínas tóxicas insolubles.
En los nematodos, la administración de vitamina D3 acaba con la insolubilidad proteica y evita la toxicidad causada por la acumulación de la proteína beta-amiloide humana. "Dado que se presume que los procesos de envejecimiento son similares entre el nematodo y los mamíferos, tiene sentido pensar que la acción de la vitamina D también se habrá conservado entre las diferentes especies", aventura Lithgow.
En sus experimentos, los investigadores apreciaron que la vitamina D influía en una red molecular -regida por los genes IRE-1, XBP-1 y SKN-1- clave en la respuesta al estrés celular y la eliminación de sustancias tóxicas para las células. Como resultado, la duración media de la vida de C. elegans se incrementaba un 33 por ciento.
Envejecimiento
El investigador concluye que la carencia de vitamina D podría estar relacionada con una aceleración del proceso de envejecimiento y el consiguiente mayor riesgo de padecer enfermedades propias de la edad avanzada, como el cáncer o el Alzheimer.
El investigador concluye que la carencia de vitamina D podría estar relacionada con una aceleración del proceso de envejecimiento y el consiguiente mayor riesgo de padecer enfermedades propias de la edad avanzada, como el cáncer o el Alzheimer.
Para Santiago Navas Carretero, del Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn), el estudio contribuye a "reconocer el verdadero papel de la vitamina D. Cada vez tenemos más claro que está implicada en numerosos procesos metabólicos, incluso en algunos que todavía no conocemos".
En muchos países, España entre ellos, la población no alcanza los niveles requeridos de vitamina D. "Tendríamos cubiertas el 70-75 por ciento de las necesidades diarias. Esto no tiene consecuencias inmediatas, pero en los próximos 50 años puede reflejarse en problemas de raquitismo y osteoporosis", según Luis Collado, de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
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