Oncogeriatría, una realidad a 'la vuelta de la esquina'

El progresivo envejecimiento de la población plantea necesidades para un nuevo y futuro personaje: el anciano con cáncer. Sus peculiaridades requieren un manejo en el que la geriatría adquiere un papel esencial.

Raquel Serrano | raquelserrano@unidadeditorial.es | 31/10/2016 00:00

Regina Gironés Sarrió, coordinadora del Grupo de Trabajo de Oncogeriatría. (SEOM)

La edad es el principal factor de riesgo para padecer cáncer. Partiendo de esta máxima se podría presuponer que todas las personas que alcancen una edad longeva podrían desarrollar la enfermedad. Actualmente, y a falta de datos procedentes de registros, los cálculos estimativos indican que del total de enfermos por cáncer, entre el 30-40 por ciento son ancianos, personas que superan los 70-75 años. Si además se tiene en cuenta el progresivo envejecimiento de la población, y un claro ejemplo es el de la española, es prioritatio adaptarse a un futuro de grandes cambios en los sistemas de salud que van a requerir más medios.

Los oncólogos médicos ya han empezado a tomar el pulso a este nuevo panorama sanitario y asistencial, pero con un mensaje positivo, según ha explicado a DM Regina Gironés Sarrió, coordinadora del Grupo de Trabajo de Oncogeriatría, formado el pasado mes de febrero, y presentado oficialmente en el congreso que la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM 2016 ) ha clausurado este fin de semana en Madrid.

Grupo heterogéneo Gironés, representante española, junto con el hematólogo Raúl Córdoba, en la Sociedad Internacional de Oncología Geriátrica (SIOG), considera que la oncología española ha confirmado que existe esa necesidad en la práctica clínica, según los datos de una encuesta presentada en SEOM 2016: hay más población anciana y heterogénea, por lo que "el oncólogo, no es que deba especializarse en cáncer del anciano o convertirse en geriatra, sino más bien adquirir las herramientas y la sensibilidad necesarias en esta poblacióncon la ayuda, fundamental, del geriatra, persona esencial para conocer el estado general y funcional del anciano, que facilitará la decisión terapéutica del oncólogo".

Actualmente, a partir de los 70-75 años, según cada persona, se considera que se está en la vejez, aunque siguen siendo límites discutibles. Tradicionalmente, el anciano con cáncer ha estado inframanejado y, probablemente, tratado de forma subóptima porque incluso la edad era criterio de exclusión para ensayos clínicos.

Necesidades básicas En estos momentos, la edad no tiene por qué ser un impedimento para tratamiento oncológico, "aunque es posible que los objetivos sean diferentes, según la situación general. Pero, desde luego, el tratamiento siempre tiene intención curativa". En este sentido, Gironés recalca que uno de los tabúes asociados al anciano con cáncer es que rechazaba el tratamiento, pero la realidad dice lo contrario: el anciano sí quiere tratarse porque sus tumores no son menos agresivos". De este hecho, según la oncóloga, se deriva una de las necesidades inmediatas para este colectivo y para la oncología: apoyar las decisiones terapéuticas con evidencia científica, lo que "precisa de la realización de ensayos clínicos que incluyan a esta población y que se traduzca en situaciones de pacientes que se ven en la asistencia: elevada comorbilidad, polimedicación o desnutrición". Tampoco descarta profundizar en el estudio de las alteraciones moleculares propias de la vejez y que ofrecerían nuevas respuestas sobre si los cambios fisiológicos que se experimentan serían los responsables últimos de la mayor toxicidad de las terapias anticáncer o cómo hay que entender y manejar las interacciones farmacológicas en personas polimedicadas. "Para traducir esos cambios es, de nuevo, vital la relación con el geriatra".

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Situación actual: meta de salida

Aunque en España aún no está extendida esta nueva concepción del manejo del anciano con cáncer, la SEOM estima que alrededor de un 40 por ciento de los servicios de oncología han tenido ya algún tipo de contacto, a excepción de algunos hospitales que tienen unidades de oncogeriatría. En la Unión Europea el panorama es diferente y países como Francia y Bélgica disponen de planes estatales de oncogeriatría y realizan ensayos clínicos específicos en mayores de 75 años.