El 75% de los pacientes con hiperhidrosis se ve afectado negativamente en su día a día
La investigación también revela que el conocimiento de la enfermedad por parte de los médicos es escaso y que el tiempo de diagnóstico se alarga en el tiempo considerablemente.
El estudio "El impacto de la hiperhidrosis en el día a día del paciente y su calidad de vida: una investigación cualitativa" (The impact of hyperhidrosis on patients´ daily life and quality of life: a qualitative investigation) detalla que de los 71 participantes, tres cuartas partes considera que la hiperhidrosis tiene un impacto negativo en su estilo de vida. En concreto, el 61% asegura que influye a la hora de elegir la ropa sobre todo el color, el diseño y el material, la comida evitando la cafeína o el picante, las vacaciones evitando lugares calurosos. De hecho, la dermatóloga y directora médica de Clínica Liberty, Marta Alegre, señala que "se ha equiparado prácticamente al impacto que tiene un acné grave o una psoriasis extensa".
Los encuestados también se muestran disconformes con la manera en que se había manejado su condición. En concreto, se muestran preocupados por la poca relación con su médico, la dificultad para obtener un diagnóstico preciso de la enfermedad y la dificultad de acceso a los tratamientos. Aseguran que algunos médicos no tomaron en serio su problema, y que, en general, el conocimiento, por parte de los mismos médicos y de la sociedad, es escaso.
En cuanto a las actividades diarias, la hiperhidrosis afecta especialmente a los pacientes en tareas tan sencillas como sostener un libro, abrir tarros, conducir, las tareas del hogar y el uso de tecnologías táctiles. "Incluso afecta a cómo pago, ya que evito pagar con dinero, a no ser que lo tenga exacto. No me gusta que me devuelvan el cambio porque tienen que tocar mi mano", comenta un participante del estudio.
Otro campo muy importante de afectación, es el del bienestar psicológico. En concreto, el 69% de los encuestados ha experimentado secuelas negativas relacionadas con la hiperhidrosis, sintiéndose avergonzados y preocupados. Estar en situaciones sociales también implica un reto para tres cuartas partes de los participantes, además del contacto físico y de las relaciones personales.
El estudio también demuestra que la hiperhidrosis tiene amplias consecuencias sobre la autoimagen de los participantes. Y es que la mayoría de los encuestados aseguraron tener una baja autoestima y confianza en sí mismos, e incluso la mitad considera que su vida se ha visto limitada por la enfermedad. Además, estar en público es un auténtico reto para tres cuartas partes de los entrevistados, al igual que ir en transporte público.
Por otra parte, el 75% de los encuestados también tiene dificultades para interactuar con los otros y se sienten incómodos a la hora de mantener contacto físico, evitándolo en la mayoría de casos. El estudio también ha demostrado las consecuencias negativas en las relaciones personales. Y es que al evitar salir y estar en contacto con otra gente, no pueden mantener relaciones importantes.
De la investigación también se desprende que lidiar con la enfermedad es un proceso costoso en tiempo. El 71% realiza más `actividades´ de lo normal para mantenerse seco y limpio, como, llevar ropa de recambio, ducharse más veces y tener que planificarse con antelación. Por otra parte, el 40% asocia la hiperhidrosis con malestar físico y el 70% padece otros problemas de piel relacionados con la enfermedad, especialmente, dolor y piel agrietada, además del olor corporal.
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