Una dieta rica en alimentos de origen vegetal, con un alto contenido en
polifenoles, como el
cacao natural, es
beneficiosa para los microorganismos del aparato digestivo. El cacao natural contiene entre
10 y 50 mg de polifenoles totales por gramo, además de "una mayor concentración de flavonoides del subtipo flavanoles, principalmente procianidas formadas por unidades de catequina y epicatequina, que previenen el estrés oxidativo y que ejercen un efecto beneficioso en la microbiota, modificando su composición y su comunicación con el individuo", ha explicado Francisco Pérez-Cano, del Departamento de Bioquímica y Fisiología de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, a propósito de su intervención en el
X Aniversario del Simposio Internacional de Inmunonutrición, organizado por la Sociedad Internacional de Inmunonutrición (ISIN), en Madrid.
El cacao es un superalimento que debería estar integrado en la dieta mediterránea, ha explicado a DM Ramón Estruch, consultor senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico, de Barcelona, y director del Observatorio del Cacao. "El consumo de polifenoles a largo plazo tiene un efecto protector en la incidencia de patologías crónicas con base inflamativa y oxidativa. Puesto que el cacao es uno de los alimentos más ricos en flavanoles, hay muchísimos estudios, tanto epidemiológicos, como ensayos clínicos, en los que se ha visto que su ingesta reduce el riesgo vascular, la incidencia de IAM y la mortalidad", ha añadido Estruch.
Ensayos preclínicosPérez-Cano ha añadido que los ensayos clínicos realizados por su grupo en ratas han demostrado que el papel protector del cacao, además de por su condición de flavonoide, viene dado por su composición global en bioactivos. "La fibra tiene una acción prebiótica clara, que es capaz de modificar la microbiota intestinal y modula la interacción de las bacterias con el organismo a través de los receptores de tipo toll (TLR, en sus siglas en inglés) reduciendo su actividad y produciendo que no seamos tan sensibles a alteraciones en la microbiota y a obtener una buena respuesta inmunitaria" . En esa misma línea, también se ha demostrado el efecto activador de la teobromina "y parece ser capaz de regular el sistema inmunitario". La investigación apunta a que cada uno de los componentes del cacao "es capaz de modificar la microbiota y la interacción con las bacterias intestinales, de forma que son capaces de controlar una excesiva activación implicada en procesos inflamatorios, cardiovasculares...".
Consumo en humanosSi estos rsultados realizados a nivel preclínico se extrapolaran a humanos, "hablaríamos de que una persona consumiera una o media tableta de chocolate al 70 por ciento al día, que sería el equivalente a lo que hacemos a nivel preclínico. No obstante, en estudios epidemiológicos y de consumo es sorprendente la cantidad que se consume, y más del 30 por ciento de la población ingiere esta cantidad", ha dicho Pérez-Cano.
Según Estruch, hay
estudios que hablan de consumir 100 gramos al día. "Hemos aprendido que estos
estudios son útiles para conocer mecanismos pero lo que tiene mayor impacto sobre la salud es el consumo crónico mantenido en el tiempo. En esa ingesta, los estudios hablan de un
consumo de 50 gramos que no ha de ser diario". No obstante, Estruch ha querido llamar la
atención sobre la importancia de los patrones de consumo más que de alimentos concretos.Pérez-Cano ha añadido que el cacao en polvo es una buena opción a la hora de ingerir estos polifenoles puesto que si está desgrasado implica un mayor beneficio por sus componentes bioactivos. Según Estruch, "el sabor amargo del cacao conlleva que se le añadan algunos productos -azucares,grasas...- por lo que se recomienda que mantengan un 70 por ciento de cacao. No obstante, en polvo es una manera que lleva también a consumir leche, ya que es muy importante el consumo de lácteos en la niñez y la adolescencia".
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