CON ABORDAJES POCO INVASIVOS
La cirugía de raquis mejora resultados y minimiza riesgos en ancianos
Las técnicas mínimamente invasivas son las más adecuadas para los pacientes ancianos con afectaciones raquídeas. Su complejidad requiere minimizar los riesgos manteniendo los resultados.
Enrique Mezquita. Valencia | 04/07/2017 12:11
Miguel Sanfeliu, jefe de la Unidad Funcional Multidisciplinar de Patología de Raquis del Hospital General de Valencia. (Enrique Mezquita)
La patología de la columna vertebral implica a diversos especialistas para su tratamiento, recuperación funcional, psicológica y social debido a su complejidad, abordaje que se complica en la población de entre 75 y 85 años porque "suelen tener más medicación y presentan más riesgo quirúrgico conforme aumenta la edad", ha señalado Miguel Sanfeliu, jefe de la Unidad Funcional Multidisciplinar de Patología de Raquis del Hospital General , que ha participado en el IV Simposio de Raquis organizado por el Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, en el que se han puesto en comun las experiencias respecto al diagnóstico, tratamiento y últimos avances en estos pacientes.
Control de riesgos
Estas lesiones tienen una alta prevalencia en este grupo de población, siendo la patología lumbar y cervical, las fracturas y las patologías de la deformidad, como la esclerosis, las que más les afectan. Pero los avances de la cirugía de columna han permitido realizar operaciones con menores riesgos, más controlados y con menor invasión traumática. A modo de ejemplo, Sanfeliu ha resaltado la posibilidad de solucionar una deformidad de columna como la escoliosis degenerativa del adulto y del anciano, con cirugía mínimamente invasiva, "reduciendo el tiempo quirúrgico, el sangrado de los pacientes y, por lo tanto, acelerando la recuperación de los mismos".
El especialista ha comentado que son susceptibles de este abordaje todos aquellos pacientes que "además de deformidad, presenten clínica invalidante y no existan excesivas complicaciones médicas acompañadas", sobre todo porque "no hay límite de edad determinado". Las técnicas mínimamente invasivas destacan también a la hora de realizar artrodesis circunferencial para hernias lumbares o estenosis de canal, mejorando la clínica del paciente, sin apenas infecciones (por debajo del 2 por ciento) y con estancias hospitalarias entre 48 y 72 horas, sin olvidar el papel de la cirugía mínimamente invasiva en patología tumoral. En este segundo caso, ha añadido Sanfeliu, "se puede descomprimir o estabilizar la región tumoral para inicio inmediato de radioterapia y sin el retraso en la cicatrización que provoca la cirugía convencional de estos pacientes, ya de por sí muy complejos". Asimismo, la cirugía de la deformidad del adulto con mínimas incisiones, permite incluso realizar "una artrodesis anterior y una estabilización percutánea posterior".
Abordaje multidisciplinar
El abordaje multidisciplinar y coordinado es un elemento clave a la hora de optimizar los resultados en las patologías de raquis. A modo de ejemplo, el Hospital General de Valencia puso en marcha en 2012 la Unidad Funcional de Patología de Raquis con el objetivo claro de que trabajasen en equipo y al mismo tiempo varios especialistas dedicados a la columna (entre ellos, los médicos de Atención Primaria -MAP- como primer escalón de la cadena, junto a los reumatólogos, médicos anestesiólogoa, rehabilitadores y cirujanos de Raquis -traumatólogos y neurocirujanos-), lo que propició una correcta derivación y mejor abordaje de esta patología, así como una reducción de las listas de espera.
En los cinco años desde su creación, la unidad ha atendido unos 2.000 pacientes nuevos cada año, de los cuales aproximadamente 450 han requerido una intervención quirúrgica. Los procedimientos más frecuentes han sido las patologías degenerativas de raquis lumbar y raquis cervical. Y de todas estas intervenciones, el 45 por ciento se ha realizado a personas mayores de 65 años. En este tiempo se han puesto en marcha nuevas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y protocolos de actuación conjunta con otras especialidades y con Atención Primaria. De esta forma, así se consigue un servicio de asistencia sanitaria integrado, de calidad, personalizado y ágil que responde a las necesidades de salud y que repercute en su recuperación.
A modo de ejemplo, se han instaurado protocolos de derivación unos especialistas a otros dependiendo de la patología del paciente. Así un ciatalgia puede inciar un tratamiento por parte del MAP hasta su resolución, o derivarse a Unidad del Dolor en caso de rebeldía en el tratamiento, e incluso pasar a ser valorado incluso operado por los cirujanos de la unidad. Otro ejemplo muy frecuente es la lumbalgia no complicada (sin lesión radicular) que puede ser tratada por el MAP y ser apoyado y ayudado por el médico rehabilitador. Esta coordinación de todos los profesionales que tratan la columna ha mejorado notablemente la satisfacción del paciente, que se siente mejor atendido porque no va dando vueltas de un especialista a otro y se le evitan consultas o pruebas repetitivas.
Opciones para controlar el dolor
Entre otras opciones que abre a cirugía percutánea, Sanfeliu ha destacado la posibilidad de controlar con inyección de cemento el insoportable dolor que provoca las fracturas osteoporóticas del anciano, "llegando a la retirada incluso por completo de la analgesia que precisaban para control de estas fracturas". No obstante, ha matizado también que muchas fracturas consolidan por sí solas y "éstas no requieren hacer vertebroplastia".
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