La Fundación Columbus defiende la protonterapia
Esta técnica, más precisa y concentrada que la radioterapia, está especialmente indicada para el tratamiento de cánceres infantiles.
Coincidiendo con el Día Mundial del Niño con Cáncer, la Fundación Columbus insiste en la importancia de incorporar en el sistema sanitario español la protonterapia, como la técnica más avanzada para el tratamiento de ciertos cánceres infantiles. La organización, que actualmente está inmersa en un programa de ayuda al acceso de esta tecnología a niños y niñas de España en otras instalaciones de Europa, incide en los beneficios de la terapia con protones para combatir especialmente los cánceres cerebrales.
La terapia de protones es una forma avanzada de radioterapia externa que utiliza haces de protones de alta energía para irradiar un tumor. Los protones apuntan precisamente a las células cancerosas, atacando a su ADN y provocando su destrucción. Estas partículas subatómicas aceleradas, denominadas protones, consiguen enviar un alto nivel de energía directamente al tumor mediante un haz guiado magnéticamente, lo cual permite una radiación más precisa y concentrada y, en consecuencia, una menor irradiación de los tejidos sanos.
En este sentido, la protonterapia es una tecnología especialmente indicada en situaciones clínicas delicadas en las que el tumor se encuentra en áreas de difícil acceso y/o cercanas a órganos y tejidos importantes. "Esta técnica es la más adecuada para tratar ciertos tumores pediátricos, donde los tejidos y órganos se encuentran en pleno desarrollo, ya que al ser menos invasiva que la radioterapia tradicional, ayuda a prevenir la aparición de deterioros cognitivos, defectos de crecimiento, daños cardíacos, así como la aparición de tumores inducidos por la radiación", explica el científico y presidente de la Fundación Columbus, Damià Tormo.
Actualmente, en España no existe ningún centro en el que se aplique la terapia con protones o protonterapia. Es por eso que la Fundación Columbus, conjuntamente con el Hospital Niño Jesús en Madrid y el Hospital Universitario y Politécnico de La Fe en Valencia, ha desarrollado un programa dirigido a niños y niñas con tumores cerebrales, para que en aquellos casos indicados por el equipo médico del hospital, puedan ser tratados en un centro europeo.
Diferencias entre radioterapia tradicional y protonterapia
La radioterapia convencional utiliza rayos X, que son ondas electromagnéticas altamente penetrantes que administran una gran dosis de radiación antes y después de llegar al tumor, afectando considerablemente al tejido sano circundante. "Cuando un paciente se somete a una radioterapia de este tipo, su organismo se expone a estos rayos, que en su recorrido hacia el tumor, van provocando daños en los tejidos sanos. Es decir, al tiempo que pueden destruir los tumores, la radioterapia puede resultar también perjudicial para las áreas sanas que los rodean", detalla Tormo.
Por ello, el principal beneficio que presenta la terapia con protones radica en la mejor distribución de dosis dentro del tumor y la mínima o casi nula dosis de salida. "Gracias a las propiedades únicas de los protones, éstos se detienen en un punto determinado depositando la mayor parte de su energía a una profundidad precisa y controlable dentro del tumor, conocido como "Pico de Bragg", evitando de esta forma, que el tejido sano circundante se vea afectado y en consecuencia, reduciendo los posibles efectos secundarios", concluye.
En España se calcula que cerca de unos 20.000 pacientes se podrían beneficiar de esta nueva técnica terapéutica, hecho aún no posible por la dificultad que entraña su accesibilidad, si bien ya hay algunos hospitales privados que han anunciado la apertura de centros de terapia de protones para 2019.
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