martes, 15 de septiembre de 2009

LINFOMA: un tumor frecuente pero curable

Integrantes de AEAL
Diariomedico.com
ESPAÑA
DÍA MUNDIAL DEL LINFOMA
El linfoma, un tumor frecuente pero curable
Pese a que el linfoma ostenta el título de ser el cáncer sanguíneo más frecuente, la población no está familiarizada con su existencia. El Día Mundial del Linfoma, que se celebra hoy, tiene un objetivo concreto: que la sociedad conozca cuáles son sus síntomas, cuándo debe consultar con los facultativos, y para que los sanitarios puedan actuar de forma precoz y el tratamiento sea más efectivo. Además, el apoyo psicológico a los afectados para afrontar el tratamiento y superar la patología es uno de los principales pilares del abordaje de estos pacientes.


Ángeles Blanco - Martes, 15 de Septiembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Entre 1997 y 2000 se registraron en España 5.400 casos nuevos al año y un aumento del 2 por ciento en las tasas de mortalidad

tips (este agregado pertenece al BLOG y no a la nota de diariomedico.com por lo cual corre por la responsabilidad de las fuentes consultadas):
1. En los Estados Unidos de Norteamérica se han estimado 63.740 nuevos casos de LINFOMAS para el año 2005, de los cuales 7.350 serán del tipo ENFERMEDAD o LIMFOMA HODGKIN y 56.390 serán LINFOMAS NO HODGKIN (NHL). Desde la década de los años setenta la incidencia de los Linfomas No Hodgkin se ha duplicado aunque recientemente se ha observado una declinación. Asímismo, la incidencia de la Enfermedad de Hodgkin ha venido declinando significativamente desde 1990 a un rango de 1.2% por año. Fuente y Crédito: PhRMA New Medicines. New Hope.

2. La distribución por género de los LINFOMAS (todos sus tipos) en el año 2005 ha sido: 33.050 en hombres y 30.690 en mujeres, estimándose 10.930 muertes en los primeros y 9.680 en las segundas.Crédito: PhRMA New Medicines. New Hope.
3. La distribución por género de los LINFOMAS NO HODGKIN en el año 2005 ha sido: 29.070 en hombres y 27.320 en mujeres, estimándose 10.150 muertes en los primeros y 9.050 en las segundas.Crédito: PhRMA New Medicines. New Hope.


A pesar de que el linfoma es el cáncer sanguíneo más frecuente y el tercer tipo de tumor más habitual en los niños, es una enfermedad desconocida para la población general, que muchas veces decide no acudir al médico debido a sus síntomas inespecíficos. Bajo el lema ¡Porque mañana podrías ser tú!, la Asociación Española de Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL) celebra hoy, por sexto año, el Día Mundial del Linfoma con el objetivo de incrementar el conocimiento de la patología. Por ello, ha organizado jornadas informativas en diferentes ciudades y hospitales.

El linfoma es el cáncer del sistema linfático. Existen dos grandes tipos: los linfoma de Hodgkin y los de no Hodgkin y su diferencia radica en que afectan a tejidos linfoides y linfocitos, respectivamente. Sus síntomas pueden ser confundidos con los de otras enfermedades menos graves como la gripe o la mononucleosis, por lo que es necesario establecer diferencias al respecto. El linfoma puede presentar los mismos síntomas -fiebre, fatiga general, dolor de cabeza o inflamación de amígdalas-, pero su origen es desconocido y persisten a lo largo del tiempo. A estos indicadores se une de forma más concluyente la inflamación no dolorosa y duradera de los ganglios linfáticos de cuello, clavícula, axilas o ingles, entre otros. Según Begoña Barragán, presidenta de AEAL , "los síntomas son tan inespecíficos que, si no sabes que al ir unidos a la inflamación de un ganglio puede tratarse de un linfoma, tiendes a pensar que no pasa nada. Su conocimiento puede ayudar a prevenirlo y ese es un objetivo fundamental de la asociación".

Alrededor de un millón de personas vive actualmente con esta patología tumoral. Esto supone que, estadísticamente, se encuentra por encima de la incidencia del cáncer de páncreas, hígado, riñón u ovario y por encima también de otros cánceres sanguíneos como la leucemia o el mieloma. En España, en el periodo de 1997-2000 se registraron 5.400 casos nuevos al año y un aumento del 2 por ciento en las tasas de mortalidad. Su pronóstico y tratamiento dependen del tipo de linfoma, la rapidez de su crecimiento, la antigüedad de la enfermedad, la localización inicial, la edad del paciente y sus circunstancias particulares. De forma general, el tratamiento consiste en la administración de diversos agentes quimioterápicos, frecuentemente combinados con radioterapia.

Asimismo, otro de los procedimientos más empleados en linfomas agresivos es el trasplante de progenitores hematopoyéticos. En estos casos, las dosis de quimioterapia o radioterapia suelen ser tan altas que es necesario reconstruir la médula ósea mediante trasplante autólogo o alogénico. Otra posibilidad más actual pasa por considerar las técnicas de inmunoterapia activa o pasiva. En experiencia de Mariano Provencio, oncólogo del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid, "el linfoma es un modelo de enfermedad curable. El objetivo es intentar reducir el tratamiento para minimizar su toxicidad y mejorar la calidad de vida sin comprometer su eficacia".

Apoyo psicológico
Una de las principales consecuencias indisolublemente unida a la presencia de cualquier cáncer es la afectación emocional del paciente y de sus familiares. Las consecuencias físicas son muy importantes, pero también deben cubrirse las necesidades psicológicas de los pacientes para mejorar la calidad de vida de forma completa.

El miedo a la muerte y a las consecuencias del tratamiento, la inseguridad personal y social son algunas de las vivencias más comunes de los afectados. Según Mª Jesús Alarcón, psicooncóloga de AEAL, "padecer un cáncer puede provocar ansiedad y depresión, por lo que es importante dotar de recursos al paciente para ir afrontando cada proceso de la enfermedad". El tratamiento psicológico depende de las necesidades individuales, pero habitualmente se basa en terapias individuales de información y comprensión de la enfermedad, tratamientos orientados a superar miedos concretos con técnicas para reducir la ansiedad y apoyo emocional extensible a todo el proceso de curación y superación de la patología.

Otro de los recursos empleados son las terapias de grupo. En este caso, los pacientes se reúnen para compartir sus experiencias personales bajo la supervisión de especialistas. "Suelen ser beneficiosas porque son testimoniales y generan esperanza", asegura Alarcón. En este sentido, entre las muchas actividades de AEAL destacan las actividades lúdicas dirigidas a crear vínculos de unión entre los afectados. "Entre todos formamos una gran familia y por eso nuestro lema de este año es: unidos somos más fuertes", afirma Barragán.

Tipos y síntomas
Hay más de 35 tipos de linfomas. Éstos se dividen en dos grandes grupos, los linfomas de Hodgkin, descubiertos por Thomas Hodgkin en 1832, y los linfomas no Hodgkin (LNH) que cuentan con unos 30 tipos diferentes. Según su velocidad de propagación, los LNH se clasifican en tres grupos: linfoma indolente o de bajo grado de malignidad (de evolución y progresión lenta, como el linfoma folicular); linfoma agresivo o grado intermedio de malignidad -de rápida progresión y cuyo tratamiento debe ser rápido y agresivo, alcanzando la remisión e incluso la curación con más facilidad que los indolentes, como el linfoma difuso de células grande B-; linfoma de alto grado de malignidad, como el linfoma de Burkitt.Los síntomas del linfoma pueden confundirse con otras patologías de menor gravedad, lo que complica el diagnóstico. Por tanto, hay que atender a la aparición de los siguientes signos: -Agrandamiento no doloroso de los ganglios linfáticos, que pueden palparse en lugares como el cuello, axilas, clavículas e ingles.-Fiebre de origen desconocido, sobre todo por la noche.-Sudoración.-Pérdida de peso inexplicable-Pérdida de apetito.-Cansancio inusual o falta de energía.-Tos persistente.-Disnea.-Picores persistentes sin erupción ni causa justificada.-Fatiga general.-Inflamación de amígdalas.-Dolor de cabeza.

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