viernes, 25 de septiembre de 2009

El índice de fracasos en la cirugía de desprendimiento de retina ha pasado del 30 al 3% en los últimos 25 años


EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
El índice de fracasos en la cirugía de desprendimiento de retina ha pasado del 30 al 3% en los últimos 25 años, según un experto


Redacción

Así lo ha anunciado el presidente de la Sociedad Europea de Retina y Vítreo, Didier Ducournau, en el marco del LXXXV Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología



Santander (26/28-9-09).- El presidente de la Sociedad Europea de Retina y Vítreo, Didier Ducournau, ha destacado el aumento en el porcentaje de curación que se ha producido en las intervenciones por desprendimiento de retina ya que, en los últimos 25 años, el índice de fracaso de esta cirugía ha pasado del 30% a sólo el 3 por ciento, y ha anunciado que está realizando estudios para reconstruir la retina destruida mediante la implantación de células madre, un proceso que, actualmente, está llevando a cabo en cerdos con buenos resultados.

Ducournau, quien ha impartido una conferencia sobre las ‘Estrategias en el desprendimiento de retina’ en el marco del LXXXV Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) que se celebra en Santander, jha explicado que en algunos casos de desprendimiento la retina reacciona fabricando células progenitoras que están siendo utilizadas para implantarlas en el cerdo con el fin de reconstruir esta parte del ojo.

“Aún se tardará 5 ó 6 años para que esta técnica sea viable, pero creo que es el futuro”, ha explicado el especialista mundial en retina, quien precisó que, por el momento, el estudio se ha realizado en tres cerdos aunque, en su opinión, será necesario analizar los resultados en al menos 25 animales.

Ducournau ha subrayado que “cada caso de desprendimiento es único y hay que adaptarse a él para que la cirugía ocasione el menor trauma posible” por lo que “se debe huir de la tentación de hacer las cosas de forma universal” ya que no se puede aplicar una única técnica de forma sistemática. Por esta razón, el especialista ha recalcado la importancia de la experiencia para abordar esta grave patología. “El cirujano debe ser muy tenaz porque se enfrenta a la posibilidad del fracaso en cada intervención y ello hace que, en ocasiones, el médico entre en conflicto consigo mismo”.

El prestigioso oftalmólogo aseguró que en España se está produciendo un renacimiento de la especialidad de la retina de manera que existen “muchos buenos profesionales en esta materia tan específica”, y destacó la importancia de compartir experiencias como forma de ir mejorando en el abordaje de los desprendimientos. Explicó que el desprendimiento de retina se produce cuando el vítreo se despega de la retina provocando tracciones y desgarros en ésta, por lo que el objetivo de la intervención es pegar la retina y tapar dichos desgarros.

Respecto a las causas, Ducournau ha señalado que aunque existen algunos casos en los que tienen un componente genético, el 95 por ciento de los desprendimientos se producen por causas desconocidas, aunque precisó que los pacientes que tienen miopía sufren más este problema.


DMAE

Por otra parte, la actualización en la patología de la mácula ocular ha sido objeto de una jornada de subespecialidad en el LXXXV Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), una sesión que corrió a cargo de los especialistas Álvaro Fernández-Vega y Jeroni Nadal, quienes hicieron una puesta al día de los últimos avances en el tratamiento de los problemas que se producen en la mácula como, por ejemplo, la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad) en su forma seca y húmeda, o el engrosamiento de la zona posterior de la mácula (maculopatía traccional miópica) que provoca la pérdida de visión central y se produce principalmente en pacientes con elevadas miopías (más de 6 dioptrías).

Fernández-Vega destacó que, en el campo de la DMAE seca (un problema para el que hasta el momento no había solución y que es la más prevalerte con más de un 85 por ciento de los casos) están en estudio nuevos fármacos antioxidantes (tanto en forma de gotas como por vía oral) que permiten tratar de forma preventiva esta patología y frenar o ralentizar su evolución.

El especialista del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo se refirió también a la terapia de células encapsuladas para el tratamiento de la DMAE seca que permite, por vía genética, inhibir los genes que provocan esta patología y que consiguen igualmente ralentizar la evolución de la enfermedad. Esta terapia, añadió, “podría estar lista en 4 ó 5 años”.

Respecto a la DMAE húmeda, Álvaro Fernández-Vega destacó los buenos resultados de los fármacos antiangiogénicos y de la microplasmina, un medicamento que ayuda en procedimientos quirúrgicos como la vitrectomía y que llega incluso a evitar algunas cirugías.

Explicó que los antiangiogénicos utilizados para la DMAE húmeda son derivados de una medicación utilizada para tratar la metástasis en el cáncer colorrectal que inhibían la neovascularización de los carcinomas y que “funcionan muy bien” aplicados en el ojo.

En este sentido, precisó que el reto es ahora evitar las posibles recaídas que sufren los pacientes con DMAE húmeda para lo que en la actualidad se está intentando realizar combinaciones de tratamientos.

Por su parte, Jeroni Nadal, coordinador de retina de la clínica Barraquer, realizó una puesta al día de la maculopatía traccional miópica, un engrosamiento de la zona posterior de la mácula (que en el caso de los miopes es mayor) y que provoca una disminución de la agudeza visual.

Tras explicar que se trata de una enfermedad que actualmente se puede corregir, Nadal indicó que la técnica se basa en la introducción de elementos intraoculares para eliminar las membranas que generan la tracción de la retina logrando así la relajación de la misma y mejorando la visión del paciente.

La maculopatía fraccional miópica afecta a las personas con altas miopías (por encima de 6 dioptrías) y resulta muy invalidante ya que provoca pérdida de visión central (similar a la DMAE).

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