lunes, 7 de diciembre de 2009

Cefalea, dolor cervical y dorsal, pistas para pensar en Chiari - DiarioMedico.com


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ESPAÑA
ALTERACIONES SENSITIVAS, OTRO SÍNTOMA CLAVE
Cefalea, dolor cervical y dorsal, pistas para pensar en Chiari
Cefalea, dolor dorsal y cervical y alteraciones sensitivas son algunas de las claves que deben hacer pensar al médico de primaria en un posible caso de Chiari. Éste ha sido uno de los mensajes de una sesión promovida por la Asociación Nacional de Amigos de Arnold Chiari.


Covadonga Díaz. Oviedo - Lunes, 7 de Diciembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.


La malformación de Chiari no es una enfermedad frecuente y algunos médicos de familia nunca la han visto en la consulta. Su sintomatología inicial es inespecífica en buena parte de los casos; de ahí que el diagnóstico llegue en ocasiones después de una década de demora.

Cefalea, dolor dorsal y cervical y alteraciones sensitivas son algunas de las claves que deben hacer pensar al médico del primer nivel en un posible caso de Chiari.

Éste ha sido uno de los mensajes destacados en una sesión celebrada en el auditorio de Oviedo, promovida por la Asociación Nacional de Amigos de Arnold Chiari, y en la que se ha presentado el documento de consenso para el abordaje de las malformaciones de la unión cráneo-cervical (Chiari tipo I y siringomielia), en cuya elaboración han colaborado el Instituto de Salud Carlos III, la Universidad Europea de Madrid y las sociedades españolas de Neurocirugía, de Medicina de Familia y Comunitaria, de Médicos de Atención Primaria (Semergen), de Medicina Psicosomática y Psicología Médica, de Neurocirugía Pediátrica, de Neurología y de Rehabilitación y Medicina Física, junto a asociaciones de pacientes, entre otras instituciones.

Aunque las malformaciones de la unión cráneo-cervical se consideran enfermedades raras debido a su incidencia, las técnicas de estudios por imágenes del sistema nervioso central, cada vez más frecuentes como parte de los protocolos clínicos, han propiciado el incremento del diagnóstico de las herniaciones amigdalares, hasta el punto de que se discute si no se deberían revisar la cifras de prevalencia de estas enfermedades.

La clave para anticipar el diagnóstico es que el médico de primer nivel piense ante determinada sintomatología que puede encontrarse ante un caso de malformación de Chiari y lo derive al especialista.

La resonancia magnética permite hoy efectuar un diagnóstico sin lugar a dudas, ha indicado Antonio López García, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Central de Asturias.Este especialista se ha referido a la utilidad del documento de consenso, resultado de una elaboración multidisciplinar, como es el abordaje de este tipo de malformaciones generalmente congénitas.

"Aunque las guías deben adaptarse después a la realidad de cada paciente, nos sirven como referencia, como pauta de actuación y en este caso se ha conseguido una clasificación de subtipos y situaciones que nos facilita su abordaje".

Siringomielia

La malformación de Chiari tipo I es la más habitual. Puede coexistir con otras anomalías. La alteración asociada con más frecuencia a Chiari tipo I es la siringomielia. De hecho, entre el 40 y el 75 por ciento de las malformaciones de Chiari tipo I se asocian con siringomielia. A la inversa, casi el 90 por ciento de las siringomielias se asocian con malformación de Chiari.

Se trata de un trastorno crónico de la médula espinal en el que una cavidad tubular o cavitación central se extiende a través de varios segmentos de aquélla.

Una de las bases que ha determinado el documento de consenso es que en caso de siringomielia comunicante cuando existe hidrocefalia asociada la indicación es derivación ventrículo peritoneal "para llevar el líquido a la cavidad abdominal", ha explicado este especialista y ha detallado que se trata de "casos muy agradecidos y de una cirugía relativamente sencilla".

Más complicado resulta el abordaje de la siringomielia no comunicante postraumática, con derivación siringo subaracnoidea, en ocasiones siringo peritoneal e incluso siringo pleural.


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LA MISIÓN DEL MÉDICO DE ATENCIÓN PRIMARIA ES DETECTARLA
La siringomielia es una patología crónica dependiente
La misión del médico de familia en lo que respecta a pacientes con siringomielia y/o Chiari debe ser similar a la que realiza con todos los pacientes con enfermedades crónicas que generan dependencia.


C. D. OVIEDO - Lunes, 7 de Diciembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

En la etapa posdiagnóstica es fundamental controlar los síntomas con el tratamiento farmacológico correspondiente y un control adecuado del dolor.

El documento de consenso recomienda al médico de AP que incluya a estos pacientes en el grupo de crónicos y sean citados al menos una vez al año para control de su enfermedad y su esfera biopsicosocial, según Manuel Fernández Barrial, presidente de Semergen-Asturias, quien ha destacado el papel de "acompañamiento" del médico de primaria, tanto en cuanto a valoración y seguimiento clínico como gestión de la incapacidad laboral y consejo genético, entre otros aspectos.La participación del fisioterapeuta, asistente social y logopeda, en algunos casos, es también necesaria.

En ocasiones los pacientes requieren asimismo atención psicológica especializada y será el médico de primaria el encargado de derivarlos a la unidad de salud mental. "Es importante que el médico de AP detecte con rapidez estas necesidades".Otro aspecto clave es la rehabilitación, "porque es una patología progresiva y crónica y debemos seguir todos los problemas motrices de la parálisis espástica o flácida y los relacionados con lenguaje y dolor", ha dicho Carmen Rodríguez-Vigil, presidenta de la Sociedad Asturiana de Medicina Física y Rehabilitación.

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