viernes, 4 de diciembre de 2009

Diez casos posibles en que la tecnología no cura, sino mata - DiarioMedico.com


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ESPAÑA
decálogo de riesgos asociados a los equipos
Diez casos posibles en que la tecnología no cura, sino mata
Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, y es una frase hecha a medida para la tecnología sanitaria: salva vidas, pero también puede matar. El Instituto ECRI, de Estados Unidos, ha alertado en un informe de los diez principales riesgos y da algunos consejos para evitarlos.


R. Sierra - Viernes, 4 de Diciembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.



Contaminación cruzada con endoscopios flexibles. La mayoría de los incidentes derivan de una incorrecta desinfección y esterilización de los dispositivos o del uso de equipos dañados o defectuosos. Para reducir estos problemas, el ECRI recomienda asegurarse de que existe un protocolo correcto de procesamiento para cada endoscopio del inventario, revisar periódicamente estos protocolos, revisar cada paso para confirmar que está descrito con el suficiente detalle y garantizar que las guías y protocolos están accesibles al personal.

Alarmas. Los sistemas de alertas clínicas, que avisan a los clínicos de si existe algún riesgo para el paciente, son útiles para evitar daños e incluso salvar vidas... siempre que la alerta llegue al médico. Son frencuentes los efectos adversos reportados al ECRI relacionados con un mal uso o funcionamiento de estos sistemas, por lo que es recomendable preguntarse, antes de adquirir uno, si el modo en que se gestionan las alarmas es lógico, seguro y consecuente con la práctica clínica.

Fuegos quirúrgicos. No son habituales, pero cuando ocurren resultan extremadamente peligrosos para el paciente y los profesionales. Su principal causa es la presencia de una atmósfera enriquecida con oxígeno cerca del campo quirúrgico, lo que rebaja la temperatura a la que los combustibles arden, y son especialmente frecuentes en cirugías de cabeza, cara, cuello y pecho, donde bisturíes y cauterizadores eléctricos y láseres son instrumentos habituales. El ECRI, junto con la Fundación para la Seguridad del Paciente en Anestesia, recomienda evitar el uso de oxígeno puro para mantener la saturación sanguínea en este tipo de cirugías. Es imprescindible contar con un protocolo contra incendios.

Radiación en tomografía computarizada (TC). Cerca de 6.000 casos de cáncer en Estados Unidos son causados por la alta dosis de radiación de la TC. Por ello, es fundamental evitar la duplicación de pruebas y estar completamente seguro de que los beneficios de la técnica diagnóstica superan a sus riesgos antes de indicarla.

Fragmentos u objetos olvidados en cirugía. Son bastante frecuentes los casos de instrumentos y otros cuerpos extraños encontrados en el interior de un paciente tras someterse a una intervención quirúrgica. Para reducir este riesgo es preciso revisar concienzudamente el instrumental antes del uso para asegurarse de que no hay ninguna pieza defectuosa que pueda desprenderse, inspeccionarlos de nuevo tras la cirugía, realizar un recuento preciso de los dispositivos utilizados antes y después de la operación y recurrir a sistemas de seguridad como la identificación por radiofrecuencia del instrumental.

Heridas con agujas u objetos afilados. Se trata de un riesgo que afecta a todo el personal sanitario y no sanitario, además de a los pacientes, y su principal peligro es el contagio de patógenos como el VIH o la hepatitis. Los profesionales, por tanto, deberán estar adecuadamente entrenados en el manejo de estos objetos y recordar que los sistemas de seguridad no siempre funcionan.

Equipos informáticos. Las tecnologías de la información se están volviendo cada vez más imprescindibles en la práctica médica, por lo que si los sistemas no están bien planeados, implantados y dirigidos pueden poner en riesgo no sólo la seguridad del paciente sino también la eficiencia.

Grapadoras quirúrgicas. Los principales riesgos evitables derivan de su uso incorrecto, que incluye la mala colocación de la grapadora sobre el tejido, la inserción defectuosa de los cartuchos de grapas y la interferencia de otros instrumentos.

Objetos metálicos cerca de la resonancia magnética (RM). No sólo pueden causar daños a las personas sino que cabe la posibilidad de que inutilicen equipos costosísimos, por lo que es recomendable instalar detectores de metales para equipos y pacientes y restringir el acceso al área de RM en la medida de lo posible.

Focos de fibra óptica. Cabe la posibilidad de que la luz arda o de que lo haga el cable. Para evitarlo, hay que asegurarse de que los cables son de la talla adecuada para el dispositivo, evitar dejar la luz encencida cerca de objetos inflamables y adquirir sólo equipos con sistemas de seguridad.

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