miércoles, 2 de diciembre de 2009

'Microarrays' ayudan a medir la calidad del semen - DiarioMedico.com

Nicolás Garrido

Diariomedico.com
ESPAÑA
COMPLEMENTAN LA DIAGNOSIS DEL ESPERMIOGRAMA
'Microarrays' ayudan a medir la calidad del semen
El IVI valenciano trabaja con tecnología de microarrays de expresión génica para desarrollar un instrumento que complemente el espermiograma de rutina y aumentar su sensibilidad diagnóstica.


Enrique Mezquita. Valencia - Lunes, 30 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Comparar la genética de muestras de semen que han conseguido un embarazo y las que no lo han logrado permitirá ver qué genes están alterados

La calidad del semen se mide básicamente contando la cantidad de espermatozoides que tienen buena movilidad y morfología y la premisa asumida históricamente es que cuantos más haya, más probabilidades de concebir. Sin embargo, según ha explicado Nicolás Garrido, director del Laboratorio de Andrología y Banco de Semen del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), de Valencia, "lo que sabemos desde el punto de vista de la reproducción asistida, pero también desde la natural, es que no en todos los casos en que un paciente exhibe un número de espermatozoides adecuado se consigue un embarazo".

Sensibilidad diagnóstica
De hecho, existe un porcentaje bastante importante en que la capacidad diagnóstica de contar espermatozoides "es insuficiente". Por ello, el IVI está trabajando a partir de la tecnología de los microarrays de expresión génica para desarrollar un instrumento que permita complementar el espermiograma de rutina y aumentar esa sensibilidad diagnóstica.

La tecnología empleada permite el análisis masivo de la expresión de todos los genes de un organismo, de manera que se pueden comparar situaciones de salud y enfermedad, fertilidad e infertilidad: "Como existen estudios que demuestran que el ARN de los espermatozoides es importante para el desarrollo embrionario, pretendemos, a partir de la comparación de los perfiles que tienen las muestras de semen que han dado lugar a un embarazo y los que tienen aquéllas que han fallado en las distintas técnicas de reproducción, ver cuáles de todos los genes que se expresan presentan variaciones". Así lo ha explicado Garrido en el V Congreso Nacional de la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (Asebir). A partir de esa labor, el propósito del IVI es "construir una prueba que, en lugar de basarse en todos los genes del organismo, lo haga en las decenas o centenares que tengan realmente un valor predictivo".

Garrido ha añadido que la idea es que "cuando un paciente acuda a una clínica de reproducción y presente un análisis del semen en cuanto a recuento normal o moderadamente aceptable, proponer esta segunda prueba para complementar y mejorar el diagnóstico".

Y en caso de identificación de perfiles compatibles con bajas probabilidades de éxito, poder aconsejarle que no realice esa técnica de reproducción y vaya a otras opciones más complejas. En cambio, si los resultados son óptimos, "recomendamos que siga con la prueba las veces que sea necesario".

En estos momentos "ya hemos conseguido reducir la lista a unos mil genes candidatos y estamos en el paso de concretar mucho más cuáles tienen realmente un valor predictivo a partir del estudio individualizado de los pacientes. Aún no sabemos cuántos genes tendrá el patrón final".

Garrido ha señalado que, "una vez definidos, tendremos que validarlos clínicamente para demostrar que son manifiestamente útiles". Si todo el proceso transcurre según las previsiones, el IVI podría ofertar esta nueva herramienta en un par de años.

MEDICIÓN DEL CONSUMO DE OXÍGENO
Conocer la cantidad de oxígeno que consumen los óvulos y los embriones es fundamental para saber cuál es su potencial de desarrollo, es decir, si serán los más adecuados para conseguir un embarazo. Actualmente, estudiar la morfología de cada embrión es la forma de selección que tienen las clínicas de reproducción asistida para decidir cuál de todos los embriones que hay en el laboratorio de fecundación in vitro será el que tenga más posibilidades de desarrollarse bien e implantarse en el útero materno. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que medir el consumo de oxígeno tanto del ovocito como del embrión cuando está sucediendo su división celular da un patrón orientativo para saber cuál se va a desarrollar mejor. Según Lynette Scott, del Centro de Fertilidad HCKD de New England (Estados Unidos), los embriones en etapa de división sólo consumen un 30 por ciento de oxígeno, mientras que cuando comienzan a compactarse, forman un blastocisto (embrión en su quinto día de desarrollo) y se expanden, la cantidad de oxígeno consumido en la respiración aumenta aproximadamente el 70 por ciento. El consumo de oxígeno por parte de un ovocito o de un embrión se puede medir de forma no invasiva utilizando un EmbryoScope, un incubador avanzado con el que actualmente trabaja el IVI y que da conocimientos adicionales sobre el funcionamiento de gameto y embrión.

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