El grosor de la pared arterial determina el riesgo de repetición de un ictus
JANO.es · 01 Diciembre 2011 08:25
Un estudio dirigido por expertos del Hospital del Mar concluye que el espesor de las capas íntima y media de la arteria carótida es un elemento de alerta precoz en la probabilidad de recaída y, por tanto, un marcador clínico de pronóstico.
Un estudio liderado por el equipo de Neurología del Hospital del Mar ha dado como resultado el descubrimiento de una nueva herramienta para valorar el pronóstico de la repetición del ictus. Las conclusiones de este trabajo, en el que participaron más de 600 pacientes que habían sufrido un ictus, apuntan a la utilidad de medir el espesor de las capas íntima y media de la arteria carótida, mediante ecografía, como elemento de alerta precoz en la probabilidad de recaída y, por tanto, como marcador clínico de pronóstico.
Los datos de este trabajo, enmarcado en el estudio multicéntrico ÁRTICO, que evalúa probables marcadores de recurrencia en ictus y en el que han colaborado cerca de 50 hospitales de España, se han publicado en el número de noviembre de la revista Stroke. Se estima que el porcentaje de pacientes que vuelve a sufrir un episodio durante el primer año es del 7%, cifra que llega al 15% anual si se tienen en cuenta los episodios cardiovasculares y la muerte.
En el estudio se comparó un indicador conocido y fiable del pronóstico, el grado de estrechamiento de la arteria carótida (estenosis carotídea), con el grueso de las capas internas de la arteria (espesor de las capas íntima y media), en un colectivo de enfermos que ya había sufrido un ictus. Una estenosis de la carótida superior al 50% se considera un indicador de riesgo de un nuevo episodio de ictus.
Las últimas aportaciones en el estudio de estenosis carótidas en el ictus o incluso en otros problemas cardiovasculares apuntan en la misma dirección: la presencia de placas en el interior de las arterias carótidas tiene un papel clave y bien conocido a la hora de producirse un accidente vascular y aumenta la posibilidad de un nuevo episodio de ictus, de infarto o de muerte, en los sujetos que ya han sufrido un ictus y que presentan placas en sus carótidas.
Asimismo, los datos preliminares de estudios internacionales que se están llevando a cabo aportan, en cada nuevo hallazgo, más evidencia científica de la importancia de valorar el grado de esta estenosis para hacer un adecuado abordaje de la prevención (primaria y secundaria) de esta patología y los pacientes de riesgo.
Asimismo, los datos preliminares de estudios internacionales que se están llevando a cabo aportan, en cada nuevo hallazgo, más evidencia científica de la importancia de valorar el grado de esta estenosis para hacer un adecuado abordaje de la prevención (primaria y secundaria) de esta patología y los pacientes de riesgo.
"La novedad del estudio ÁRTICO es que no sólo complementa otros estudios recientes, sino que, en este caso, supone una herramienta de gran valor al tratarse de un indicador que anticipa la presencia de esta estenosis y que permite, por tanto, identificar pacientes de alto riesgo en ausencia de estenosis carotídea ", explica el Dr. Jaume Roquer, jefe del servicio de Neurología del Hospital del Mar y responsable del estudio.
"Este estudio ha demostrado que pacientes que tenían pocas placas en las carótidas o no tenían, pero que presentaban como anomalía ecocardiográfica, en sus carótidas, el engrosamiento de la capa íntima-media, también tenían un riesgo más elevado de recurrencias cardiovasculares o muerte".
Si bien el engrosamiento de la pared arterial se había considerado hasta ahora un rasgo inicial de la arterosclerosis (proceso patológico que conduce al estrechamiento y la obstrucción de las arterias por la acumulación de colesterol en sus paredes y que entorpece la circulación sanguínea y puede acabar provocando un ictus isquémico), no se había demostrado que este engrosamiento fuera en sí mismo un marcador de pronóstico precoz de recurrencia de ictus.
"Este estudio ha demostrado que pacientes que tenían pocas placas en las carótidas o no tenían, pero que presentaban como anomalía ecocardiográfica, en sus carótidas, el engrosamiento de la capa íntima-media, también tenían un riesgo más elevado de recurrencias cardiovasculares o muerte".
Si bien el engrosamiento de la pared arterial se había considerado hasta ahora un rasgo inicial de la arterosclerosis (proceso patológico que conduce al estrechamiento y la obstrucción de las arterias por la acumulación de colesterol en sus paredes y que entorpece la circulación sanguínea y puede acabar provocando un ictus isquémico), no se había demostrado que este engrosamiento fuera en sí mismo un marcador de pronóstico precoz de recurrencia de ictus.
La comparación de pacientes con estrechamiento de la carótida con pacientes que presentaban un grosor de la íntima-media superior a 1,11 mm (porcentaje considerado significativo en este estudio), reveló que los episodios recurrentes de ictus resultaban similares en ambos grupos, en un seguimiento de 12 meses.
"Los datos sobre el valor pronóstico del grosor de la íntima-media en la recurrencia del ictus son escasos y los resultados de este estudio vienen a apoyar la hipótesis de que, lejos de ser un mero marcador inicial de la arterosclerosis, el engrosamiento de la íntima-media arterial sería una variante de la enfermedad aterosclerótica, presente en algunos individuos y ausente en otros ", añade el Dr. Roquer.
"Los datos sobre el valor pronóstico del grosor de la íntima-media en la recurrencia del ictus son escasos y los resultados de este estudio vienen a apoyar la hipótesis de que, lejos de ser un mero marcador inicial de la arterosclerosis, el engrosamiento de la íntima-media arterial sería una variante de la enfermedad aterosclerótica, presente en algunos individuos y ausente en otros ", añade el Dr. Roquer.
Stroke (2011); doi: 10.1161/STROKEAHA.110.612010
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