REFUERZA EL DESARROLLO DE TERAPIAS MÁS EFICACES
El estroma tumoral, nuevo punto de partida para el carcinoma de páncreas
Los tumores digestivos se han ido beneficiando del avance que en los últimos años se ha producido en la biología tumoral y que se ha trasladado a la clínica. A pesar de que el colorrectal es el más común y conocido, procesos como el cáncer de páncreas, el de vías y vesícula biliar, entre otros, empiezan a ocupar terreno en las investigaciones más punteras.
Raquel Serrano | 15/12/2011 00:00
Los oncólogos médicos Javier Sastre, Eduardo Díaz-Rubio, Enrique Aranda, Cristina Grávalos y Alfredo Carrato, del comité organizador del XIX Simposio Internacional de Tumores Digestivos. (Mauricio Skrycky)
El cáncer de páncreas, con unos 3.600 casos nuevos anuales en España, continúa siendo una asignatura pendiente para la oncología en general y para la del área de digestivo en particular. A pesar de ser menos frecuente que otros tumores que afectan al tracto digestivo superior, el avance en su manejo sigue siendo esencial, ya que se trata de uno de los procesos con peor pronóstico. De hecho, las cifras de nuevos diagnósticos casi son las mismas que las de mortalidad.
- Tumores considerados huérfanos de terapia médica, como los de las vías y vesícula biliar, disponen de abordajes efectivos que elevan la supervivencia
El poder de la biología
La razón la ha dejado muy clara Eduardo Díaz-Rubio, presidente honorífico del grupo TTD y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico de Madrid: el avance en la oncofarmacogenómica y oncofarmacogenética está desvelando qué procesos deben o no recibir tratamiento, en función de cuál sea su respuesta. Para ello, "los biomarcadores, fruto del estudio de la biología tumoral de cada tumor, así como el estudio de células circulantes tumorales, no sólo pronostican la evolución de cada enfermo sino que además predicen cuál va a ser su respuesta al tratamiento".
Los procesos colorrectales han sido uno de los primeros en beneficiarse de este fenómeno y ahora empiezan a sumarse a la lista otros como el hepatocarcinoma y el cáncer de páncreas y se esperan también adelantos en neuroendocrinos, gastroenteropancreáticos y carcinomas considerados huérfanos de terapia médica, como el de vesícula biliar y de vías biliares, según ha anunciado Javier Sastre, oncólogo médico del Clínico de Madrid y miembro del comité organizador del simposio.
- En cáncer de páncreas los marcadores biológicos han sido el punto de partida de terapéuticas más específicas y de mayor actividad tumoral
Estroma y célula madre
Ya son muchos los ensayos, algunos en modelo animal, que empiezan a poner de manifiesto la importancia de marcadores biológicos como la proteína Sparc, que ha servido de punto de partida para tratamientos basados en nab-paclitaxel más gemcitabina que actúan sobre el estroma tumoral y aumentan la supervivencia. La presencia del marcador Hedgehog también ha dado lugar a trabajos con triple terapia (nab-paclitaxel, inhibidores de Hedgehog y gemcitabina) en páncreas metastásico. "Es apasionante empezar a ganar terreno a un tumor de estas características", según Carrato.
Avance continuo
El cáncer colorrectal ha sido otro de los grandes procesos que se han debatido en este simposio. Se calcula que de todos los tumores, los de digestivo suponen entre un 20-25 por ciento, siendo el colorrectal el más frecuente, con cerca 26.000 casos nuevos al año en España. En el ámbito de la enfermedad avanzada y, según Cristina Grávalos, del Servicio de Oncología Médica del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, y miembro del comité del simposio, el manejo sigue siendo un reto. "Más de un 20 por ciento de enfermos debutan con metástasis y recaerán en el tiempo". No obstante, ha reconocido que si hace 25 años los profesionales sólo disponían del 5-Fu, "se han ido incorporando moléculas más específicas que han conquistado supervivencias que han pasado de los seis meses al año".
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