El virus H1N1 incrementa un 10 por ciento la mortalidad entre la población de riesgo más vulnerable
Madrid (15/12/2011) - Redacción
• Según datos aportados por el estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, el CIBER de enfermedades respiratorias y el Centro Español de Investigación en Infecciones
• Los investigadores recomiendan no bajar la guardia, seguir los protocolos para evitar riesgosos retrasos en el tratamiento y diagnóstico
El virus H1N1 ha condicionado un incremento en la mortalidad de casi el 10 por ciento entre la población de riesgo más vulnerable. Son datos aportados por el estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva (SEMICYUC), el CIBER de enfermedades respiratorias (CIBERES) dependiente del Instituto de Salud Carlos III/Ministerio de Ciencia e Innovación y el Centro Español de Investigación en Infecciones (REIPI). La investigación publicada recientemente en Critical Care, ha analizado los datos de la pandemia de H1N1 que tuvo lugar durante el periodo de 2009 comparándolos con los homónimos de 2010/2011, en los pacientes atendidos en las 148 unidades de cuidados intensivos que han intervenido en el estudio.
El Dr. Ignacio Martín Loeches y su equipo de colaboradores de la Sociedad de Medicina Intensiva, atribuyen este incremento de mortalidad del H1N1 tras la pandemia a que los pacientes atendidos en las UCI's, eran pacientes de mayor edad y con más enfermedades concomitantes que hacían incrementar sus índices de riesgo". Estos pacientes recibieron un tratamiento antiviral con menor frecuencia durante su periodo de infección y en algunos casos con retrasos tras el diagnóstico de la enfermedad.
Para el Dr. Martín Loeches, "estos indicadores nos has permitida aprender que no se debe bajar la guardia ante el H1N1 y explican que la baja concienciación sobre el mismo ha hecho más vulnerable a las poblaciones de riesgo y eso explica la peor evolución en el período posterior a la pandemia". Recomiendan el desarrollo de protocolos, programas educativos y que se sigan las recomendaciones de prevención emitidas para evitar los retrasos en el tratamiento y diagnóstico. Como ya se viene haciendo, los profesionales de la medicina deben mantener un alto nivel de sospecha clínica con el fin de prevenir el aumento inesperado de la mortalidad observada en este estudio.
Las recomendaciones sugeridas pasan por realizar test diagnósticos e iniciar tratamiento antiviral empírico y medidas de control de la infección en aquellos pacientes admitidos durante el periodo de gripe estacional con el diagnóstico de neumonía o infección respiratoria, y en aquellos que presenten fiebre o sean admitidos en las semanas con mayor incidencia de casos de gripe. Además, en cualquier momento del año, las pruebas deben realizarse al personal sanitario, residentes o visitantes, con una enfermedad respiratoria febril, en relación con una institución donde existe un brote de gripe y a las personas que estén vinculadas epidemiológicamente con un brote de gripe.
El estudio se ha realizado sobre los 748 ingresados en las UCI's durante el periodo de la pandemia en 2009 y los 349 ingresados tras el periodo de la pandemia en 2010/.2011.
El Dr. Ignacio Martín Loeches y su equipo de colaboradores de la Sociedad de Medicina Intensiva, atribuyen este incremento de mortalidad del H1N1 tras la pandemia a que los pacientes atendidos en las UCI's, eran pacientes de mayor edad y con más enfermedades concomitantes que hacían incrementar sus índices de riesgo". Estos pacientes recibieron un tratamiento antiviral con menor frecuencia durante su periodo de infección y en algunos casos con retrasos tras el diagnóstico de la enfermedad.
Para el Dr. Martín Loeches, "estos indicadores nos has permitida aprender que no se debe bajar la guardia ante el H1N1 y explican que la baja concienciación sobre el mismo ha hecho más vulnerable a las poblaciones de riesgo y eso explica la peor evolución en el período posterior a la pandemia". Recomiendan el desarrollo de protocolos, programas educativos y que se sigan las recomendaciones de prevención emitidas para evitar los retrasos en el tratamiento y diagnóstico. Como ya se viene haciendo, los profesionales de la medicina deben mantener un alto nivel de sospecha clínica con el fin de prevenir el aumento inesperado de la mortalidad observada en este estudio.
Las recomendaciones sugeridas pasan por realizar test diagnósticos e iniciar tratamiento antiviral empírico y medidas de control de la infección en aquellos pacientes admitidos durante el periodo de gripe estacional con el diagnóstico de neumonía o infección respiratoria, y en aquellos que presenten fiebre o sean admitidos en las semanas con mayor incidencia de casos de gripe. Además, en cualquier momento del año, las pruebas deben realizarse al personal sanitario, residentes o visitantes, con una enfermedad respiratoria febril, en relación con una institución donde existe un brote de gripe y a las personas que estén vinculadas epidemiológicamente con un brote de gripe.
El estudio se ha realizado sobre los 748 ingresados en las UCI's durante el periodo de la pandemia en 2009 y los 349 ingresados tras el periodo de la pandemia en 2010/.2011.
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