Interpol solo busca al creador de las prótesis PIP por conducir ebrio
Sanidad encarga un "estudio urgente" sobre los implantes
El Gobierno galo mantiene su recomendación de que se retiren
La UE estudia los riesgos pero de momento deja en manos de los países la adopción de medidas
Las prótesis PIP les fueron colocadas a unas 450 mujeres en centros públicos de Cataluña y a 639 en los de Valencia
El viernes se difundió que Interpol había emitido una alerta roja para solicitar el arresto de Jean-Claude Mas, fundador en 1991 de la sociedad de fabricación de los implantes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP). que Francia ha recomendado que sean extraídos de forma urgente. El motívo de la búsqueda, "crímenes contra la salud", se conectó inmediatamente con el asunto. Este sábado el organismo internacional ha aclarado en un comunicado que la orden nada tiene que ver con el tema de los implantes investigados. "Se trata de una acusación por conducir ebrio en Costa Rica, algo que ocurrió al parecer en junio de 2010, cuyo castigo, si resulta culpable, implica tres años de prisión". Interpol añade que no ha lanzado una "búsqueda internacional" de Mas, sino que se trata de una cuestión común por la que unn país miembro, "en este caso Costa Rica, quiere alertar a otros países que está reclamada para ser arrestada y que la nación que ha comunicado el cargo está preparada para reclamar su extradición si otro país le detiene".
Por su parte, el Ministerio de Sanidad español, ha encargado un “estudio urgente” sobre los implantes mamarios de la empresa Poly Implant Prothèse (PIP). Las autoridades españolas analizarán estas prótesis, retiradas del mercado en marzo de 2010 por su mala calidad y riesgo de rotura —pero que aún llevan centenares de mujeres—, después de que Francia haya recomendado a sus ciudadanas que se las extraigan, aunque de forma preventiva y no urgente. En ese país, una plataforma constituida por 2.000 afectadas presentó en noviembre varias denuncias contra el fabricante de las PIP —que quebró en 2010—, por casos de rotura, inflamación y cáncer. Sin embargo, el el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) francés desechó esta última sospecha el jueves.
Sanidad recomienda a las mujeres españolas con implantes defectuosos que acudan al médico para someterse a un seguimiento
Francia pide a las más de 30.000 mujeres que llevan prótesis PIP que se operen para extraérselas. Una medida preventiva sin precedentes que sufragará la sanidad pública y que costará unos 60 millones de euros. Algunas de las prótesis de la compañía Poly Implant contienen silicona de uso industrial y no médico y pueden romperse con más facilidad. De hecho, se han registrado casos de este tipo en toda Europa.
Sin embargo, solo Francia ha recomendado por el momento su extracción. En Reino Unido, Alemania o España, donde también se han detectado casos de rotura, las autoridades aconsejan a las mujeres un seguimiento médico constante. La extracción debe valorarse caso por caso, dicen. Tras las discrepancias sobre la conveniencia de extraer las prótesis, España pidió ayer a la UE que centralizase y coordinase las medidas para evitar la alarma. Sin embargo, el Comité de Seguridad Sanitaria de la Comisión Europea mantuvo ayer, tras una reunión con los responsables sanitarios de los 27 Estados miembros, que debe ser cada país quien tome la decisión sobre las prótesis. Los responsables comunitarios aseguraron, no obstante, que estudian los riesgos de las prótesis, como se ha hecho desde que se detectó el fraude de PIP en 2010 —lo que conllevó su retirada del mercado—.
Mientras, en España, una asociación de afectadas de Valencia trata de reunir a mujeres para presentar una demanda conjunta. En Reino Unido, unas 200 mujeres han denunciado a las seis clínicas privadas que las operaron. Se da la circunstancia de que en España, antes de ser retiradas del mercado, se implantaron prótesis PIP también en hospitales públicos. En Cataluña y en Valencia más de 1.000 mujeres recibieron un implante de ese tipo tras una reconstrucción mamaria derivada de un cáncer. A todas se les ha hecho un seguimiento, dicen las autoridades de estas dos regiones. En algunos casos, reconocen, tuvieron que extraerlas las prótesis.
Desde que en 2010 las autoridades francesas detectaran que el gel utilizado por el fabricante en las prótesis PIP era defectuoso e infringía las reglas europeas, las quejas sobre los implantes PIP se han sucedido. Estas prótesis fueron retiradas en marzo de 2010 en los 27 países de la UE. A raí de esto, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, envió una alerta en la que recomendaba a aquellas mujeres portadoras de estos implantes que acudieran a su médico para someterse a un seguimiento y evaluar si procedía su retirada. Una recomendación que mantiene ahora, tras la iniciativa francesa. En España, según la AEMPS, "no es posible hacer una estimación estable" de cuántas mujeres podrían llevar estos implantes, dado que la empresa distribuidora y el fabricante han desaparecido.
Así, las autoridades sanitarias españolas piden a aquellas mujeres que tengan un implante mamario por cualquier causa que comprueben que su prótesis es de la empresa PIP y, de ser así, que "contacten con su médico para someterse a un seguimiento adecuado, que incluya un control ecográfico anual o con una frecuencia mayor a criterio del cirujano". En el caso de que se detecte o sospeche la rotura del implante, la AEMPS asegura que "debe procederse a su explantación". En cambio, "si no hay sintomatología clínica o deterioro de la prótesis, las actuaciones a seguir serán determinadas conjuntamente con el cirujano en función de las circunstancias médicas y estéticas particulares de cada persona".
Por otra parte,
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