Un estudio identifica nuevas formas para destruir al parásito de la malaria
Madrid (02/12/2011) - E.P.
Descubren que las enzimas quinasas son fundamentales para que el parásito sobreviva en el torrente sanguíneo
Un equipo internacional de científicos ha anunciado un gran avance en la lucha contra la malaria, allanando el camino para el desarrollo de nuevos fármacos para tratar esta enfermedad mortal.
Los investigadores, que han descubierto nuevas formas en las que el plasmodium sobrevive en la sangre de sus víctimas, pertenecen a la Universidad de Leicester, en el Reino Unido y al Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale, en Francia; y trabajan en el Centro Wellcome Trust de Parasitología Molecular en Glasgow y la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne, en Suiza.
El avance fue realizado, concretamente, por los equipos dirigidos por el profesor Andrew Tobin de la Universidad de Leicester y el profesor Christian Doerig de la Universidad de Monash en Australia, y ha sido publicado en revista Nature.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el, plasmodium infecta a más de 225 millones de personas en todo el mundo y es responsable de cerca de 800.000 muertes al año. La mayoría de los casos de muerte ocurren entre los niños que viven en África, donde un niño muere cada 45 segundos debido a la malaria, que es la enfermedad responsable de aproximadamente el 20 por ciento de las muertes infantiles.
Según declara el profesor Tobin, del Departamento de Fisiología Celular y Farmacología, se ha demostrado que uno de los elementos fundamentales requerido por el plasmodium para sobrevivir en el torrente sanguíneo humano es un grupo de enzimas llamadas quinasas de proteínas, por tanto, si bloqueamos estas enzimas, destruiríamos al parásito".
Los autores están ahora en busca de fármacos que detengan la acción de las proteínas quinasas. Si se consiguen desarrollar estos medicamentos, se obtendrá una nueva forma de destruir al parásito de la malaria.
Tobin y Doerig advierten, no obstante, de que "el plasmodium es muy inteligente a la hora de adaptarse a los tratamientos farmacológicos y, al hacerlo, se vuelve resistente a los fármacos. De hecho, ya hay pruebas de que el parásito está desarrollando resistencia a los tratamientos más recientes de la malaria".
Para evitar la mencionada resistencia generalizada a los tratamientos contra la malaria, es necesaria una serie continua de nuevos medicamentos contra esta enfermedad, concluyen los autores.
Los investigadores, que han descubierto nuevas formas en las que el plasmodium sobrevive en la sangre de sus víctimas, pertenecen a la Universidad de Leicester, en el Reino Unido y al Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale, en Francia; y trabajan en el Centro Wellcome Trust de Parasitología Molecular en Glasgow y la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne, en Suiza.
El avance fue realizado, concretamente, por los equipos dirigidos por el profesor Andrew Tobin de la Universidad de Leicester y el profesor Christian Doerig de la Universidad de Monash en Australia, y ha sido publicado en revista Nature.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el, plasmodium infecta a más de 225 millones de personas en todo el mundo y es responsable de cerca de 800.000 muertes al año. La mayoría de los casos de muerte ocurren entre los niños que viven en África, donde un niño muere cada 45 segundos debido a la malaria, que es la enfermedad responsable de aproximadamente el 20 por ciento de las muertes infantiles.
Según declara el profesor Tobin, del Departamento de Fisiología Celular y Farmacología, se ha demostrado que uno de los elementos fundamentales requerido por el plasmodium para sobrevivir en el torrente sanguíneo humano es un grupo de enzimas llamadas quinasas de proteínas, por tanto, si bloqueamos estas enzimas, destruiríamos al parásito".
Los autores están ahora en busca de fármacos que detengan la acción de las proteínas quinasas. Si se consiguen desarrollar estos medicamentos, se obtendrá una nueva forma de destruir al parásito de la malaria.
Tobin y Doerig advierten, no obstante, de que "el plasmodium es muy inteligente a la hora de adaptarse a los tratamientos farmacológicos y, al hacerlo, se vuelve resistente a los fármacos. De hecho, ya hay pruebas de que el parásito está desarrollando resistencia a los tratamientos más recientes de la malaria".
Para evitar la mencionada resistencia generalizada a los tratamientos contra la malaria, es necesaria una serie continua de nuevos medicamentos contra esta enfermedad, concluyen los autores.
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