sábado, 12 de enero de 2013

Muchos de los adolescentes de EE. UU. corren el riesgo de suicidarse a pesar de estar bajo tratamiento, según un estudio: MedlinePlus

Muchos de los adolescentes de EE. UU. corren el riesgo de suicidarse a pesar de estar bajo tratamiento, según un estudio: MedlinePlus

 

Muchos de los adolescentes de EE. UU. corren el riesgo de suicidarse a pesar de estar bajo tratamiento, según un estudio

Alrededor de uno de cada veinte adolescentes intenta suicidarse, a menudo incluso aunque estén bajo tratamiento por problemas de salud mental

Traducido del inglés: jueves, 10 de enero, 2013
Imagen de noticias HealthDay
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MIÉRCOLES, 9 de enero (HealthDay News) -- Un estudio reciente plantea dudas sobre el valor de los actuales tratamientos profesionales para los adolescentes con trastornos mentales y pensamientos suicidas.
Investigadores de la Universidad de Harvard informan que hallaron que alrededor de uno de cada ocho adolescentes en EE. UU. (el 12.1 por ciento) habían pensado en suicidarse, y casi uno de cada veinte (el 4 por ciento) o bien planearon quitarse la vida o realmente lo intentaron.
La mayoría de esos adolescentes (el 80 por ciento) estaban bajo tratamiento debido a diversos problemas de salud mental. Sin embargo, el 55 por ciento no empezó a tener una conducta suicida hasta después de haber empezado el tratamiento, y dicho tratamiento no originó la conducta suicida, hallaron los investigadores.
"La mayoría de los adolescentes suicidas afirmaron que empezaron el tratamiento con un especialista en salud mental antes de que empezara su conducta suicida, lo que significa que aunque nuestros tratamientos pueden prevenir algunas conductas suicidas, claramente no son lo suficientemente buenos en la reducción de los pensamientos y las conductas suicidas", afirmó Simon Rego, director de entrenamiento en psicología del Centro Médico Montefiore y del Colegio de Medicina Albert Einstein en la ciudad de Nueva York.
"Por lo tanto, también es importante asegurarse de que los profesionales de salud mental reciben una formación con los enfoques basados en evidencias más recientes para el manejo de todo lo relativo al suicidio", añadió Rego, que no participó en el estudio.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., el suicidio es la tercera causa de muerte en los adolescentes, con más de 4,100 fallecimientos cada año.
El informe, encabezado por Matthew Nock, profesor de psicología de la Harvard, se publicó en línea el 9 de enero en la revista JAMA Psychiatry.
Para realizar el estudio, los investigadores recogieron los datos sobre las conductas suicidas de casi 6,500 adolescentes.
El miedo, el enojo, la angustia, la mala conducta y el abuso de sustancias fueron predictores de la conducta suicida, observó.
Algunos adolescentes tenían una mayor tendencia a pensar en el suicidio que a llevarlo a cabo, aunque otros estaban más concentrados en quitarse la vida de verdad, hallaron los investigadores.
"Estas diferencias sugieren que se necesitan estrategias distintas de predicción y prevención de la ideación [de pensamientos suicidas], los planes de los que los idean, los intentos planeados y los intentos no planeados", concluyeron.
Sin embargo, un experto piensa que los hallazgos deben ponerse en perspectiva.
"Es importante que hagamos hincapié en que la mayoría de los adolescentes, y también los adultos, que piensan en el suicidio no acaban intentándolo, aunque la ideación es un predictor importante tanto del plan como del intento", afirmó Lanny Berman, director ejecutivo de la Asociación Americana de Suicidiología (American Association of Suicidology).
Comentó que el nuevo estudio halló que el 40 por ciento de los primeros intentos de suicidio de adolescentes no fueron planeados. Esa cifra es "mayor que la que hallamos en los adultos (el 26 por ciento), lo que pone de manifiesto una mayor impulsividad por parte de los adolescentes", afirmó Berman.
Sin embargo, hay una comprensión muy limitada de lo que lleva a los adolescentes a pensar, planear y llevar a cabo el suicidio, añadió Berman.
Los profesionales clínicos necesitan tener en cuenta que la mayoría de los que piensan en el suicidio y que más tarde lo planean y/o intentan suicidarse, lo hacen en el plazo de un año, señaló Berman.
"En ese sentido, lo que necesitamos es una mejor comprensión de los predictores a corto plazo de la conducta suicida, o sea, qué se asocia con los intentos de suicidio y la muerte por suicidio en los próximos 12 meses o, incluso mejor, en los 30 días siguientes", aseguró.
Además, los factores asociados con el suicidio no siempre están claros, pero puede que incluyan la desesperanza, el sentimiento de falta de sentido, de falta de objetivos o de sentirse atrapado, el insomnio y los atracones de bebida alcohólica, afirmó Berman.
También se necesitan pistas conductuales que indiquen que hay un riesgo a corto plazo en aquellos jóvenes que no comunican sus ideación suicida, añadió.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Simon Rego, Psy.D., director, psychology training, Montefiore Medical Center/Albert Einstein College of Medicine, New York City; Lanny Berman, Ph.D., executive director, American Association of Suicidology, Washington, D.C.; Jan. 9, 2013, JAMA Psychiatry, online
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