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ESPAÑA
REHABILITACIÓN FUNCIONAL
Los factores de crecimiento reparan el tejido tras un ictus
Los factores de crecimiento que liberan las células madre son capaces de reparar el tejido cerebral lesionado después de un ictus, según los datos de un trabajo multicéntrico español. Al año de tratamiento, los afectados sometidos a esta terapia tienen una aceptable funcionalidad.María R. Lagoa. Vigo - Viernes, 10 de Julio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. Los fitoestrógenos son útiles no sólo en la prevención y tratamiento del infarto cerebral. Su uso se asocia a un menor número de recidivas
2. Se ha identificado una molécula relacionada con el beta-amiloide y con valor de mal pronóstico y crecimiento de la hemorragia cerebral
La reparación del tejido cerebral dañado tras un ictus mejora considerablemente después de un año con factores de crecimiento derivados de células madre, según las conclusiones de la investigación del grupo que lidera el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (Chus) en la Red Neurovascular del Instituto Carlos III (Renevas). El 67 por ciento de los pacientes que han seguido este tratamiento han tenido una buena recuperación funcional. En esta investigación también participan los grupos de los hospitales Germans Trias i Pujol, de Badalona, Josep Trueta, de Gerona, San Pablo, de Barcelona y La Princesa y La Paz, de Madrid.
Todos los grupos de Renevas se han reunido en la capital de Galicia para una puesta en común de los avances más importantes de los últimos doce meses, entre los que también destaca la identificación de una molécula de mal pronóstico para la hemorragia cerebral, la capacidad de los fitoestrógenos para prevenir recidivas de infarto cerebral y el desarrollo de nuevas moléculas neuroprotectores en pacientes con ictus.
Beneficios constatados
Concretamente, el grupo dirigido desde Santiago trabaja con factores de crecimiento que liberan las células madre en la reparación y plasticidad de la zona del cerebro afectada por el infarto. Los resultados evaluados hasta el momento no arrojan dudas sobre sus beneficios. "Se ha conseguido que la recuperación a un año de estos enfermos sea considerablemente mejor que la de los que no reciben este tratamiento", según José Castillo, director de este grupo y coordinador de la red nacional.
La escala Rankin indica que los sujetos que son valorados con menos de 2 puntos tienen una funcionalidad muy buena, con más de 3 sufren una incapacidad importante, de 4 precisan la ayuda de una persona y de 5 padecen una discapacidad total. Habitualmente, de la población bien tratada tras un infarto cerebral, el 40 por ciento logra un nivel inferior a 2, pero el 60 por ciento restante está por encima de esa puntuación.
En la serie incluida en esta investigación, alrededor de 200 pacientes, la proporción se invierte, incluso se supera. Así, el 67 por ciento de estas personas están, transcurrido un año de tratamiento con factores de crecimiento, por debajo de los dos puntos.
Una de las líneas de Renevas, prácticamente terminada, es la que dirige el grupo del Hospital La Fe, de Valencia, sobre la utilidad de los fitoestrógenos en la prevención y tratamiento del infarto cerebral.
Se sabe que las sustancias derivadas de la soja se asocian a la protección vascular. Pero este grupo ha dado un paso más y ha demostrado que disminuye la frecuencia de las recidivas en las personas que han recibido fitoestrógenos bien en la dieta bien en suplementos. Los últimos resultados indican, además, que la administración de esta sustancia durante la fase aguda depara un mejor pronóstico. "Ahora falta cuantificar la dosis necesaria para esa fase aguda", considera Castillo.
Molécula pronóstico
El trabajo coordinado desde el Hospital Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona, ha identificado una molécula de mal pronóstico y crecimiento de la hemorragia cerebral en relación con la existencia del beta-amiloide, lo que reconoce a los pacientes con tendencia a mal pronóstico. "Hay una tercera parte de enfermos en los que la hemorragia crece durante las 48 horas siguientes al ingreso. Casi todas estas personas presentan esta molécula en plasma".
Por último, el grupo liderado por el Departamento de Farmacología de la Universidad Autónoma de Madrid y el Grupo de Química Orgánica del Centro Superior de Investigaciones Científicas, ha iniciado un estudio que está en una fase más preliminar y que consiste en desarrollar nuevas moléculas neuroprotectoras en pacientes con ictus. Son nitronas que atrapan radicales libres y tienen capacidad para disminuir el volumen del infarto.
Por el momento, se han sintetizado unas 30 que se están testando en modelos animales. Los investigadores de esta red han conseguido ya dos patentes que han sido adquiridas por empresas estadounidenses y están tramitando otras cuatro.
La primaria se suma al reto investigador
Un grupo de atención primaria del Servicio Gallego de Salud (Sergas) forma parte de Renevas con una iniciativa pionera que pone de manifiesto que la investigación traslacional es una realidad. Integrado por profesionales del primer nivel asistencial de Lugo, Santiago de Compostela y Vigo, el grupo ha diseñado un programa informático con un objetivo eminentemente asistencial y que permite realizar un seguimiento evolutivo y de prevención de complicaciones de los pacientes que han sufrido un ictus.
El acceso se puede realizar desde el hospital y desde el centro de salud. El programa se va a poner en funcionamiento en Galicia, pero también lo han solicitado Barcelona, Madrid y Valencia. "Este proyecto es importante porque es investigación traslacional de la que los enfermos van a obtener un beneficio directo", ha indicado José Castillo, para quien "es una satisfacción que un grupo de primaria participe en Renevas y que, además, consiga llevar adelante un proyecto así, con toda la sobrecarga asistencial que tienen estos profesionales".
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