CONTRA LA MUERTE CELULAR
Antioxidantes, vía abierta para lesiones cerebrales
La combinación de farmacología antioxidante y biomateriales poliméricos une fuerzas para potenciar las células neuronales tras un daño cerebral.
Enrique Mezquita. Valencia|dmredaccion@diariomedico.com | 08/01/2014 17:30
José Miguel Soria, de la Universidad CEU-UCH, de valencia. (Enrique Mezquita)
VISTA:
Tras una lesión cerebral, se produce la muerte de un gran número de células y las reacciones químicas siguientes afectan a la supervivencia de otras células neuronales, lo que provoca un agravamiento de la lesión inicial.
Investigadores del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia (CEU-UCH) trabajan intensamente, en colaboración con las universidades de Valencia (UV) y Politécnica de Valencia (UPV), para estudiar el potencial terapéutico de la combinación de la farmacología antioxidante con el uso de biomateriales poliméricos, como estrategia neurorregenerativa y neuroprotectora en lesiones cerebrales.
Fruto de esa labor, el equipo ha revelado que el ácido lipoico, un potente antioxidante empleado para el tratamiento de muchas enfermedades degenerativas (esclerosis múltiple, neuropatía diabética, entre otras), es capaz de frenar los efectos derivados de la muerte celular por lesión cerebral.
Nueva irrigación
El estudio, financiado por la Fundación Ramón Areces y publicado en Neuroscience, se ha centrado en un tratamiento combinado en un modelo experimental de lesión cerebral de rata adulta. "Utilizando técnicas de cirugía en animales experimentales y combinándolas con análisis de microscopia confocal y electrónica para marcadores específicos celulares, se ha observado que a corto plazo (15 días desde la lesión), la zona tratada era irrigada por nuevos vasos sanguíneos y colonizada por nuevas neuronas y células gliales, en un intento de regeneración parcial del tejido cerebral dañado", ha explicado a DM José Miguel Soria, subdirector del Instituto de Ciencias Biomédicas de la CEU-UCH y director del proyecto de investigación.
El estudio, financiado por la Fundación Ramón Areces y publicado en Neuroscience, se ha centrado en un tratamiento combinado en un modelo experimental de lesión cerebral de rata adulta. "Utilizando técnicas de cirugía en animales experimentales y combinándolas con análisis de microscopia confocal y electrónica para marcadores específicos celulares, se ha observado que a corto plazo (15 días desde la lesión), la zona tratada era irrigada por nuevos vasos sanguíneos y colonizada por nuevas neuronas y células gliales, en un intento de regeneración parcial del tejido cerebral dañado", ha explicado a DM José Miguel Soria, subdirector del Instituto de Ciencias Biomédicas de la CEU-UCH y director del proyecto de investigación.
"Los resultados confirman que el ácido lipoico podría favorecer la supervivencia celular presentando propiedades antioxidantes, al tiempo que fomentaría la generación de vasos sanguíneos o angiogénesis, evitándose además la formación de una cicatriz glial".
Soria ha pedido cautela ante los resultados y su posible aplicación a medio y largo plazo en humanos. "Hay que ir con mucha prudencia: aunque nuestros resultados son muy positivos y somos conscientes de la necesidad terapéutica en las lesiones cerebrales, queda mucho camino por recorrer; estamos en las primeras etapas y en estudios experimentales respecto a la respuesta de un tejido tan especial como el neural a una terapia farmacológica, y frente a la inclusión de biomateriales de origen polimérico".
Despejar dudas
En este sentido, también ha apuntado que "por ejemplo, hay que conocer la respuesta celular a este sustrato polimérico y los efectos secundarios derivados de este tratamiento farmacológico", aspectos clave para plantearse a medio plazo llevarlos a la clínica. No obstante, la realidad es que, si se cumplen las expectativas, se abren nuevas posibilidades a medio y largo plazo de tratamiento para favorecer la neurorregeneración en las áreas cerebrales en las que se haya producido una lesión.
En este sentido, también ha apuntado que "por ejemplo, hay que conocer la respuesta celular a este sustrato polimérico y los efectos secundarios derivados de este tratamiento farmacológico", aspectos clave para plantearse a medio plazo llevarlos a la clínica. No obstante, la realidad es que, si se cumplen las expectativas, se abren nuevas posibilidades a medio y largo plazo de tratamiento para favorecer la neurorregeneración en las áreas cerebrales en las que se haya producido una lesión.
Además de su publicación en Neuroscience, los primeros resultados de la investigación han sido presentados en congresos internacionales, como el Europeo de Biomateriales y el Internacional de Neurociencias.
Su recopilación constituye también la tesis doctoral con mención europea de la investigadora Brenda Rocamonde, dirigida por José Miguel Soria, subdirector del Instituto de Ciencias Biomédicas de la CEU-UCH y codirector de la línea de investigación sobre mecanismos neurorregenerativos y de neuroprotección, desarrollada en el Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad CEU Cardenal Herrera, de Valencia, y en el Imperial College de Londres. La investigadora defendió la tesis en la CEU-UCH, obteniendo la máxima calificación académica.
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